(Minghui.org) Hace veintidós años, en abril de 1999, comencé la práctica de Falun Dafa. Mi vida se enriquecería y bendeciría de formas que nunca hubiera imaginado.

Diez años antes, en 1989, me diagnosticaron la enfermedad de Lyme. Los efectos secundarios de la enfermedad fueron muy debilitantes. Algunos de mis síntomas incluían fatiga crónica, pérdida de audición, fibromialgia, neuralgia, alergias crónicas, asma y trastornos digestivos, la lista seguía y seguía.

Si bien el dolor físico era muy intenso, encontré que el dolor mental era aún más difícil de soportar. La angustia mental me obligó a revisar mi vida y escudriñar mi alma, indagando más profundamente en los aspectos espirituales de la vida.

El sufrimiento fue el catalizador para que me diera cuenta de que, si mejoraba tanto mental como físicamente como persona, sería mejorando la naturaleza de mi corazón y mi mente y mi carácter, una conexión que trasciende la salud corporal y la aptitud física.

En mi primera lectura de Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa, muchas preguntas que tenía sobre la vida y el significado de mi existencia fueron respondidas. A través de sus asombrosas enseñanzas, el Sr. Li Hongzhi me permitió buscar la superación personal necesaria para vivir una vida completa. Zhuan Falun me ha ayudado a vivir y actuar según los principios rectores de la práctica: Verdad-Benevolencia-Tolerancia. En esencia, volver al núcleo de mi verdadero yo. En el proceso de mejorar mi carácter, al esforzarme continuamente por vivir según estos principios y dejar ir los pensamientos, emociones y apegos negativos, mi mente está más en paz y los efectos secundarios crónicos de la enfermedad de Lyme han desaparecido milagrosamente.

Falun Dafa ha sido la fuerza guía en mi vida, para reflexionar y mejorar como persona. A lo largo del día me pregunto: “¿He sido sincera? ¿He sido compasiva? ¿He sido tolerante?". A través del estudio constante y la aplicación de las lecciones, veo más profundamente las tendencias egoístas que me habían impedido vivir una vida completa. Profesionalmente soy instructora de vuelo, soy piloto desde hace más de 40 años. En 2014, tuve la oportunidad de volar una histórica carrera aérea transcontinental exclusivamente femenina desde California hasta Pensilvania. Antes de la carrera, una reportera de un periódico local me entrevistó. Me hizo una gran pregunta sobre cómo me preparo para algo como esto, tanto mental como físicamente. Ella sugirió los medios más típicos, como correr y hacer ejercicio. Mi respuesta fue: meditación, o más específicamente, Falun Dafa.

En 2013, un estudio pionero realizado por investigadores en Wisconsin, España y Francia informó la primera evidencia de cambios moleculares específicos en el cuerpo después de un período de meditación. El estudio indicó que la meditación tiene el poder de superar el estrés, controlar la inflamación y aliviar el dolor, a nivel genético.

La vida moderna describe el estrés como un factor constante, que prevalece en todos los aspectos de nuestra vida actual.

Las carreras aéreas pueden ser un deporte muy competitivo y estresante. En la preparación y durante el curso de esta agotadora carrera aérea de cuatro días que abarcó más de 2300 millas náuticas, la práctica de Falun Dafa me dio abundante energía y orientación para manejar el estrés y mantenerme bien concentrada.

No importa cuán intensas y estresantes se vuelvan las cosas a veces, siempre traté de recordarme los principios universales que me guían en la vida: Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Mientras volaba una carrera de la manera más precisa y segura posible, me recordé que mi enfoque no estaba en el beneficio personal, sino en cómo podría beneficiar e inspirar a otros a través de mi viaje. Las enseñanzas de Falun Dafa me recuerdan que cuando uno comparte algo bueno, todos se benefician.

Para citar un dicho famoso: "No importa si ganas o pierdes, es cómo juegas". Para mi compañera de equipo y para mí, una de nuestras metas era inspirar a un grupo de mujeres jóvenes de entornos difíciles y desafiantes, que seguían nuestro progreso diario a través de nuestro sitio de redes sociales. Después de cada largo día de carreras, les informaba sobre nuestro progreso y los desafíos que enfrentábamos, como terrenos difíciles y condiciones climáticas. El objetivo era inspirarlas y demostrar que no importa cuán difícil pueda ser la vida a veces, la perseverancia era la clave.

También nos enorgulleció poder promover el importante papel que desempeñan las mujeres en la aviación y la historia y tradición de las carreras aéreas femeninas desde sus inicios en 1929 hasta la actualidad.

Me di cuenta de que esta carrera de cuatro días era como un microcosmos de la vida en general. No importa cuán estresante y difícil pueda ser la vida, ¿puedo siempre esforzarme por vivir de acuerdo con los principios rectores de Falun Dafa? Llegué a ver yo misma que posiblemente lograr el primer lugar y ganar los grandes premios en efectivo, bienes materiales y fama sería solo superficial y no valdría mucho, sin ser una buena persona y en el bienestar de los demás primero.

Siempre me cautivó la cultura asiática, y tengo recuerdos desde muy temprano de mi madre informándome que el abuelo de la cultura asiática es China y que, a través del estudio de la cultura tradicional china, uno podía relacionarse con todas las culturas desde su fundación.

Tradicionalmente enseñado solo en privado, estoy eternamente agradecida con Shifu Li por presentar Falun Dafa en 1992 al público.

Apenas tres meses después de que comencé a practicar Falun Dafa, recibí una llamada telefónica en julio de 1999 de un pariente, que sabía de la asombrosa recuperación de mi salud y bienestar, informándome que el partido comunista chino (PCCh) había prohibido Falun Dafa en China y lanzó una campaña horrenda para erradicarlo.

La noticia me impactó. Me sentí abrumada por la tristeza por el precioso pueblo chino. ¿Cómo se puede prohibir y perseguir brutalmente una antigua disciplina espiritual china que consta de enseñanzas morales, un componente de meditación y cuatro ejercicios suaves y verdaderamente únicos, diseñados y probados para promover el bienestar físico y mental?

En siete cortos años, el régimen chino estimó que más de 70 a 100 millones de personas en China estaban practicando activamente, y los beneficios fueron reconocidos abiertamente. El regreso a una práctica tradicional llenó un vacío de mucho tiempo, permitiendo a las personas reconectarse con su verdadera cultura y naturaleza. Gran parte de la herencia cultural de China se había perdido o destruido a lo largo de los años desde 1949 por el partido comunista chino (PCCh).

En muchos sentidos, la prohibición de esta práctica por parte del PCCh en China no me sorprendió del todo. Mi madre nació en Corea del Norte. Había sido testigo de primera mano de los brutales y trágicos efectos del comunismo. Con gran dificultad y dolor, habló de los innumerables asesinatos cometidos por los comunistas y de la total falta de respeto por la dignidad de la vida humana que define al comunismo, en su hambre de control y poder definitivos. Ella siempre me recordó ser agradecida y valorar las libertades, facilidades y el respeto por la vida humana que debemos salvaguardar en Estados Unidos.

Falun Dafa se considera una amenaza para el poder del partido, en su esfuerzo continuo por mantener el control de los corazones y las mentes de la gente. Afortunadamente, se practica en más de 100 países en todo el mundo y continúa prosperando.

Desde 1999, he creado conciencia para pedir el fin de esta brutal y siniestra persecución en China. Hasta el final, seguiré siendo una de muchas voces del precioso pueblo chino, es mi suplica al pueblo chino. No se dejen engañar por la propaganda del partido comunista chino. Vengan a conocer la verdad sobre Falun Dafa, una parte asombrosa de su profunda y preciosa cultura.

Mientras vuelo sobre majestuosas partes de mi país, doy gracias por las libertades que tenemos aquí en Estados Unidos. Es mi más sincero deseo que algún día el precioso pueblo de China también experimente la libertad de practicar Falun Dafa abiertamente y con dignidad, libre de la amenaza de ser perseguido de nuevo.

Gracias, ¡Reverenciado Maestro Li, y Feliz Cumpleaños!

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