(Minghui.org) Fui arrestada, sentenciada y encarcelada después de que el Partido Comunista Chino (PCCh) lanzó la persecución contra Falun Dafa el 20 de julio de 1999. Con la ayuda y el apoyo de otros practicantes, obtuve una copia de Zhuan Falun y comencé mi camino de estudiar y memorizar el Fa, hacer los ejercicios y validar el Fa en la cárcel.

Recibiendo Zhuan Falun mientras estaba en aislamiento

Hice una huelga de hambre antes de que me enviaran a la cárcel. Me pusieron en aislamiento bajo estricta vigilancia. Durante mi segundo mes de aislamiento, un miembro de mi familia (también practicante) me envió artículos de primera necesidad, y en su interior se escondía una copia manuscrita de Zhuan Falun.

Era difícil encontrar una oportunidad para leerlo, ya que había cámaras de vigilancia por todas partes y la celda estaba vigilada las 24 horas del día. Incluso cuando me acostaba a dormir, había presos a ambos lados que me vigilaban las veinticuatro horas del día. No tuve oportunidad de leer el libro. Más tarde solo pude leer una pequeña parte del libro. Se me llenaron los ojos de lágrimas y dije en mi corazón "Gracias Maestro por ayudarme a leer Zhuan Falun mientras estaba en prisión". También le agradecí a mi familiar.

Me sentí reconfortada, aunque solo leí unas pocas líneas. Sabía que el Maestro estaba a mi lado y que otros practicantes me estaban ayudando. Dije: "No defraudaré al Maestro". Recité repetidamente el Lunyu del Maestro durante mis seis meses de aislamiento.

Cuando alguien venía a inspeccionar o visitar la prisión, siempre venían a la celda de aislamiento. Cada vez gritaba con todas mis fuerzas: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!". Los reclusos de guardia me dijeron en voz baja que cada vez que gritaba "Falun Dafa es bueno", los guardias de la prisión se inquietaban porque normalmente estaban acompañados por el jefe de la prisión.

Recibiendo una copia de Zhuan Falun

Los guardias de la prisión me trasladaron a otra sección seis meses después de que me pusieran en aislamiento. En apariencia, fue porque consideraron que ponerme en aislamiento no servía de nada. Además, mientras estuve allí grité "Falun Dafa es bueno" y eso los avergonzó. La verdadera razón fue que muchos practicantes afuera ayudaron enviando pensamientos rectos para mí y desintegraron la persecución dirigida a mí. Seguí gritando "Falun Dafa es bueno" cada vez que veía a alguien. Me encerraron en una habitación a solas y varios presos se turnaban para vigilarme.

A la mañana siguiente, el jefe del Departamento de Educación de la prisión trajo a cinco reclusas, una de las cuales conocía. Al principio dijeron que estaban allí para visitarme. Después empezaron a hablar de cosas que se desviaban de Dafa. Supe al instante que estaban ahí para transformarme. Recordé las palabras del Maestro:

"No importa cuál sea la situación, no cooperen con las demandas, órdenes e instigaciones del mal". (Los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos, Escrituras esenciales para mayor avance II)

Dije: "Están aquí para hacer que deje de practicar. No tengo nada que decirles". Comencé a gritar: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!". Cada vez que abrían la boca para hablar, yo gritaba: "Falun Dafa es bueno". Me detuve cuando dejaron de hablar. No escuché ni una palabra de lo que decían. Me lanzaron sarcasmos, diciendo que les tenía miedo, pero no me conmovieron. Aunque mi voz no era fuerte cuando grité "Falun Dafa es bueno", fue suficiente para hacerles saber que me negaba a escuchar lo que decían. Siguieron diciendo tonterías toda la mañana mientras yo gritaba "Falun Dafa es bueno".

El jefe del departamento me preguntó: "¿Puedes comunicarte normalmente con esta gente?". Respondí: "Por supuesto, pero con la condición de que, primero, me den Zhuan Falun y me dejen conservarlo. Segundo, que pueda leer los libros de Dafa y las enseñanzas del Maestro cuando quiera. Y tercero, si quieren hablar, debe ser en igualdad de condiciones". Aceptaron mis condiciones.

Me dieron un ejemplar de Zhuan Falun. Era el segundo ejemplar que recibía mientras estaba en prisión. Abrí el libro y vi la foto del Maestro. El Maestro me sonreía. Me emocioné hasta las lágrimas.

El Maestro dijo:

"Aquellos que hacen el supuesto trabajo de “reformación” también son personas que han sido engañadas. ¿Por qué no hacer un giro completo, exponer el mal y esclarecerles la verdad?”. (Una sugerencia, Escrituras esenciales para mayor avance (II))

Hice lo que dijo el Maestro y aclaré a fondo la verdad a estas personas que se habían desviado. De hecho, todo lo que dijeron fue justo lo que el Maestro enseñó en Una sugerencia, Escrituras esenciales para mayor avance (II). Uno no será influenciado por ellos si rechaza su interpretación desviada del Fa. Fue como el Maestro enseñó:

“El Fa puede revelar todos los apegos, el Fa puede erradicar todas las perversidades, el Fa puede exponer y eliminar todas las mentiras y el Fa puede fortalecer los pensamientos rectos". (Eliminen la interferencia, Escrituras esenciales para mayor avance (II))

Memorizar el Fa me ayuda a pasar tribulaciones

Utilicé todo mi tiempo libre para memorizar el Fa. Como no sabía cuándo me quitarían mis libros de Dafa, decidí memorizar Zhuan Falun lo antes posible.

Había estudiado el Fa durante muchos años y estaba muy familiarizada con cada frase de Zhuan Falun. Sin embargo, no podía recordar las enseñanzas en secuencia o cada palabra de cada frase. Pensé que si intentaba memorizar cada frase del libro, me llevaría mucho tiempo. Sin embargo, sería más manejable recordar de memoria la primera frase de cada párrafo. Me puse ese objetivo.

Pronto recordé la primera frase de todos los párrafos del libro, un total de más de 600 párrafos durante el tiempo que intentaron transformarme. Era capaz de recitar todas esas frases en una hora. Cada día, podía memorizar tres lecciones.

Le dije al Maestro en mi corazón: "¡Gracias Maestro! Ahora no tengo nada que temer". Por lo menos, ahora puedo recitar el Fa de memoria y gritar: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!". Aclaré la verdad a través de la huelga de hambre, e incluso fui capaz de enviar pensamientos rectos. Hice las tres cosas mientras estaba en prisión.

Cada día, cinco personas que tergiversaban las enseñanzas de Dafa fueron enviadas a hablar conmigo. Durante dos meses se esforzaron por transformarme, pero descubrieron que seguía firme en mi fe. Los guardias de la prisión dijeron a las reclusas que se llevaran mi copia de Zhuan Falun. Utilizaron diferentes métodos de tortura conmigo hasta que perdí el conocimiento.

Por lo general, era capaz de apretar los dientes y soportar la tortura. Sin embargo, en varias ocasiones, no superé bien la prueba. Al final, superé la tribulación a través de la iluminación a los principios del Fa mientras memorizaba las enseñanzas. Por citar un ejemplo, estaba recitando un párrafo de El qigong de las artes marciales (Zhuan Falun) y pude sobrevivir a las golpizas. En un momento dado, las reclusas me daban patadas en los músculos de las piernas todos los días para obligarme a cooperar con ellas. Cada vez que me daban una patada, mi corazón sufría un dolor insoportable, hasta el punto de que sabía que si pateaban un poco más fuerte, me desmayaría. Durante los días siguientes me sentí en conflicto... ¿Debía ceder ante ellas?

Un día, recité este párrafo de El qigong de las artes marciales:

"Él comienza a hacer girar sus brazos hasta que la sangre va en dirección opuesta, y así sus brazos y manos se dilatan. En realidad están hinchados, y al golpear la roca después, como los huesos están acolchonados, estos no chocan directamente, así que ya no duele tanto". (Sexta Lección, Zhuan Falun)

Me di cuenta de que sí, que de hecho si se hincharan ya no dolería tanto. Efectivamente, unos días después se me hincharon las piernas. Cuando me golpearon de nuevo, las piernas no me dolían en absoluto.

Realmente experimenté que en este entorno maligno, sobreviví gracias a seguir las enseñanzas del Maestro.

Haciendo los ejercicios abiertamente

Después de que la prisión intentara transformarme durante ocho meses y fracasara, renunciaron a enviar gente para transformarme y evitar que hiciera huelgas de hambre. Continué con mis huelgas de hambre. Pasaron varios meses.

Solo supe, después de ser liberada, que los practicantes de mi pueblo natal, de las ciudades, de la zona donde estaba situada la prisión, incluidos los practicantes de la ciudad donde vivían los padres de mi marido, etc., enviaron pensamientos rectos para ayudarme.

Para mí, hacer huelga de hambre era una forma de validar el Fa. En la cárcel, los presos del centro de salud y los médicos venían a alimentarme a la fuerza una o dos veces al día. El hecho de que los practicantes de Falun Dafa se negaran a renunciar a su creencia, que hicieran huelgas de hambre para protestar, que utilizaran sus vidas para decir la verdad a la gente, decía a todo el mundo: "¡Falun Dafa es bueno!".

Mientras estaba en huelga de hambre, la gente pensaba que estaba en extremo peligro. Sin embargo, siempre me sentí tranquila por dentro. Aproximadamente un año después de comenzar mis huelgas de hambre, mi cuerpo desarrolló síntomas anormales. Pensé que eso no era correcto para un practicante. Incluso soñaba con familiares fallecidos. Mi lado racional me dijo que debía considerar seriamente si debía continuar con las huelgas de hambre o utilizar otras formas de validar el Fa.

Pero, ¿qué otras formas hay de validar el Fa? La manera más directa era gritar: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno!". Segui persistiendo con las huelgas de hambre y gritando "Falun Dafa es bueno". Pero cuando no comía nada, no tenía energía, y mi voz no llegaba lejos cuando gritaba "Falun Dafa es bueno".

Hablando de gritar "Falun Dafa es bueno", recordé que el Maestro mencionó:

"Un artículo publicado en el sitio web de Minghui que describía a una estudiante que contaba a la gente los hechos sobre Falun Dafa y gritaba "Falun Dafa es bueno" dondequiera que fuera. 'No importa dónde me lleven, ignoraré todo lo que digan los policías corruptos, y no importa cuán violentamente me golpeen o cuán terriblemente me insulten, seguiré siendo tal como soy'".

"Se parece a la conducta humana, pero en realidad no lo es. Es porque ella alcanzó ese punto a través de la cultivación y realmente llegó a ese reino; “ahora que me has arrestado, no pienso para nada en regresar. Ahora que he llegado acá, he venido a validar el Fa”. Por eso el mal estuvo aterrorizado". (Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York)

En el pasado, cada vez que leía estos párrafos, siempre me sentía avergonzada. Había sido detenida en numerosas ocasiones. Ni una sola vez hice lo que dijo el Maestro: "ahora que me has arrestado, no pienso para nada en regresar. Ahora que he llegado acá, he venido a validar el Fa". Después de pensarlo, me pregunté si debía concentrarme en gritar "Falun Dafa es bueno" en lugar de las huelgas de hambre como mi método principal para validar el Fa.

Decidí dejar mis huelgas de hambre cuando las condiciones lo permitieran. Negocié las condiciones con la prisión, para que me devolvieran Zhuan Falun y dejaría de hacer huelgas de hambre, o de lo contrario seguiría sin comer ni beber.

Aceptaron y me dieron un ejemplar de Zhuan Falun.

Mi cuerpo se recuperó rápidamente cuando empecé a comer. También empecé a hacer los ejercicios abiertamente. Era libre de hacer lo que quería. Estudiaba el Fa siempre que quería. Pude leer todas las lecciones del Maestro, incluyendo el semanario de Minghui.

Había cámaras en la celda en la que estaba encerrada, pero me trasladaron a otra celda sin cámaras. Una reclusa me dijo: "Los guardias no pueden verte haciendo los ejercicios". Una vez, el jefe de los guardias vino a la prisión y me vio meditando. Me preguntó: "¿Qué estás haciendo? ¿Descansando?".

Aclarar la verdad y ayudar a las reclusas a renunciar al PCCh

Cuando recuperé mis fuerzas, pude hablar en voz más alta, y mis gritos de "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!", se hicieron fuertes y claros. Me encerraron en un nivel superior y nunca salí. Me asomé a la ventana y grité "¡Falun Dafa es bueno!". Me di cuenta de que los policías apostados en los muros de la prisión miraban en mi dirección cuando gritaba esas palabras. Busqué el momento más efectivo para gritar "Falun Dafa es bueno", cuando los guardias de la prisión empezaban o terminaban sus turnos y pasaban por delante, o cuando las reclusas terminaban su trabajo al final del día, cuando alguien estaba inspeccionando o revisando las instalaciones, etc.

Hay que usar la sabiduría a la hora de validar el Fa y hacerlo con eficacia. Cuando gritaba, las reclusas respondían y gritaban conmigo. Yo gritaba "Falun Dafa es bueno", y ellas gritaban juntas "bueno". Gritaba "Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno", y ellas gritaban "bueno". Gritaba "El Cielo quiere eliminar al PCCh", y ellas gritaban, "eliminar". Gritaba "renunciar al PCCh para evitar el peligro", y gritaban, "renunciar". Los guardias de la prisión se divertían al ver que las reclusas gritaban junto a mí.

También grité otras frases para aclarar la verdad. Cuando gritaba otras informaciones, las reclusas escuchaban en silencio.

Cuando pregunté a las reclusas: "¿Por qué me siguen cuando grito las frases?". Dijeron: "Después de trabajar como esclavas todo el día, estamos muy cansadas. Queremos maldecir al PCCh pero tenemos miedo de hacerlo. Seguimos a los discípulos de Dafa al gritar "elimínalo", lo que nos ayuda a desahogarnos". Pensé que si podían gritar esto en la cárcel, también serían consideradas seres notables.

También observé que cuando mi estado de cultivación era deficiente, por ejemplo, no vigilaba mi xinxing en sueños por la noche, alguien causaba problemas y gritaba cosas contrarias a lo que yo decía. No podía descuidarme en este ambiente maligno.

Cuando hice huelgas de hambre en el pasado, la prisión me prohibió estar en contacto con las reclusas. Aparte de las pocas que me vigilaban y de los que me alimentaban a la fuerza, no conseguí que otras personas renunciaran al Partido. Cuando dejé de hacer huelgas de hambre, mis movimientos no se vieron restringidos. Siempre hay nuevas reclusas que entran en la cárcel. Mi entorno es mejor y puedo aclarar la verdad sin reservas y conseguir que la gente renuncie al PCCh. Casi todos los de mi sección renunciaron. Solo 1 o 2 de cada 100 no han renunciado a su pertenencia al Partido. Cuatro guardias de la prisión también renunciaron a su membresía en el Partido usando alias.

Copiando a mano las enseñanzas del Maestro y pasándolas a otros practicantes detenidos

Copio a mano el Fa siempre que tengo tiempo. Copié Zhuan Falun dos veces. Escribí caracteres pequeños en ambos lados de un papel y luego usé cinta adhesiva transparente para cubrirlo, de modo que no importa cuántas veces se doble el papel, no se romperá. Así se puede pasar a otros practicantes para que lo lean. Pasé las enseñanzas a los practicantes detenidos en la misma zona que yo. Los practicantes que trabajan en la fábrica lo llevan al lugar de trabajo y lo pasan a los practicantes detenidos en otras secciones.

En la cárcel, hay personas rectas que no practican Falun Dafa pero saben que Dafa es bueno, y nos ayudan a conseguir las nuevas conferencias del Maestro. A través de medios especiales, normalmente el tercer día después de la publicación de la nueva conferencia del Maestro, esta llega a mis manos. Al cuarto día, los practicantes en prisión que puedan ponerse en contacto conmigo podrán leer las nuevas enseñanzas.

Muchas practicantes detenidas en la sección media han publicado declaraciones solemnes anunciando su intención de volver a la cultivación. Algunas pudieron hacer los ejercicios libremente. A través del estudio del Fa, las practicantes fortalecieron sus pensamientos rectos y me pasaron las listas de nombres de quienes ayudaron a renunciar al PCCh. Luego las envié rápidamente fuera de la prisión para que se publicaran en Internet.

Para concluir mi artículo, me gustaría compartir lo que dijo el Maestro:

"A menudo veo a estudiantes que son así; “no me permites hacer los ejercicios, pero insisto en hacerlos. No me permites estudiar, pero insisto en estudiar. Simplemente no les escucho a ustedes seres malvados. Lo único que pueden hacer es amenazarme con la muerte, ¿verdad?” Por supuesto, Shifu les ha dicho eso aquí porque ustedes son cultivadores. Pero Shifu no quiere decirlo, porque si la gente común lo escucha no sería capaz de comprenderlo. Lo que les estoy diciendo es que cuando realmente sean capaces de abandonar los pensamientos de vida o muerte, ¡podrán hacer cualquier cosa!". (Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York)

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