(Minghui.org) El Maestro nos dijo:

"Las personas que verdaderamente refinan Falun Dafa, si pueden dejar sus corazones, a partir de ahora todos van a tener reacciones. Aquellos que no los pueden dejar dicen, de la boca para afuera, que los han abandonado, pero en realidad no pueden hacerlo para nada; por eso les resulta muy difícil llevarlo a cabo" (Segunda Lección, Zhuan Falun).

Decidí ganarme la vida con un trabajo bien remunerado que es físicamente exigente y consume mucha de mi energía. Pero, llegado a cierto punto aflojé en mi cultivación y mis nociones humanas emergieron.

Cuando la pandemia del virus del partido comunista chino (PCCh) surgió en China a principios de año, nadie estaba preparado para algo de tanta gravedad. Los practicantes locales usaron varios métodos para despertar a los seres conscientes cuando las autoridades bloquearon los pueblos, aldeas y carreteras. Yo, en cambio, me quedé en casa como cualquier persona común.

Habitualmente tengo menstruaciones irregulares. Tuve una que duró 15 días a principios de enero de 2020. Me asusté y me preocupé tanto que era incapaz de comer ni dormir bien.

En aquellos momentos también descubrí que mi propósito en la vida era despertar a los seres conscientes, así que decidí visitar a mis hermanas y hablarles sobre Falun Dafa y la persecución. Todas estuvieron de acuerdo en que Dafa es bueno.

Cuando regresé a casa, me di cuenta de que aunque solo llevaba puestos unos pantalones finos de tela, sentía calor e incluso estaba sudando. Más tarde, pensé si esto no era consecuencia directa de mi estado de salud. Albergaba todo tipo de nociones humanas. Muchas preguntas corrieron en desbandada por mi mente : "¿Será un fibroma uterino? ¿Algún tumor que se ha estallado? ¿O es porque el anillo anticonceptivo no funciona? Si no, ¿por qué sangro tanto? ¿Será endometritis?".

Incluso pensé en llamar a otra persona para preguntarle por sus síntomas con el objetivo de compararlos con los míos y así poder prepararme mejor. Cuando una practicante dijo que no se sentía bien, quise preguntarle sobre su situación y ver si nuestros síntomas eran similares.

Posteriormente estudié el Fa con otro practicante. El Maestro nos dijo:

“¿Para qué fuiste allí? Fuiste a escuchar, ¿no significa que estás persiguiendo? Si tú no lo viertes en tus oídos, ¿puede eso entrar?” (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Me di cuenta de que era una pista del Maestro. No estaba teniendo pensamientos rectos, solo nociones humanas. Tenía un fuerte apego al miedo y quería usar métodos humanos para resolver mis problemas. Después de todo, solo cuando uno hace todo de acuerdo con el Fa, puede ser considerado un practicante de Dafa.

Empecé a mirar hacia adentro cuando me encontré de nuevo en casa. ¿Qué me estaba causando aquellos problemas? ¿No sería mi preocupación por desarrollar enfermedades? Entonces el Fa del Maestro apareció en mi mente:

“¿Cómo no puedes ni siquiera sobrepasar esta cosa tan pequeña? Tú puedes pasar todo. Por eso, que nadie más venga a buscarme para que cure enfermedades; tampoco curo enfermedades, apenas mencionas esta palabra “enfermedad”, yo ya no deseo escucharla” (Segunda Lección, Zhuan Falun).

Estaba demasiado apegada al hecho de pensar en el yeli de enfermedad. El Maestro nos enseñó:

“Nosotros enfatizamos un punto: si no puedes dejar ese corazón, si no puedes dejar esa enfermedad, no podemos hacer nada, somos incapaces de ayudarte” (Primera Lección, Zhuan Falun).

Mientras continuaba mirando hacia adentro, encontré muchos apegos humanos. Cuando estaba a punto de enviar pensamientos rectos, de repente pensé en lo que el Maestro había enseñado: "dejar". Inmediatamente, sentí con claridad una corriente de energía que fluía por debajo de mi abdomen. La hemorragia se detuvo. Dormí bien toda la noche.