(Minghui.org) Mi madre y yo comenzamos a practicar Falun Dafa en marzo de 1999. El misericordioso Maestro Li, fundador de Falun Dafa, salvó nuestras vidas y nos sacó de una situación desesperada. Permítanme contarles la historia.

Insoportable pasado

Contraje hepatitis B al nacer. Tenía fiebre, inflamación estomacal, vómitos y otros síntomas propios de la infección. Me hospitalizaban a menudo, en ocasiones durante meses. Mis padres eran simples operarios de fábrica. Gastaron todo el dinero que tenían en mi enfermedad.

Mi padre falleció cuando yo estaba en la escuela primaria. Mi madre cargó todo el peso sobre sus hombros para criarme. El lugar donde vivíamos se fue destruyendo y se volvió peligroso. Mi abuela paterna y mi tío, que eran dueños de un restaurante, reclamaron mediante engaños 10.000 yuanes que mi padre me dejó de mi madre. Ellos sabían bien que ese dinero estaba destinado para tratar mi enfermedad, pero no les importó.

Después de conseguir el dinero, nos dieron la espalda y nos echaron de la casa. Nos pidieron que nos fuéramos para morir en otro lugar.

Ya no podía ir a la escuela. Dado que era muy joven y estaba enfermo, tampoco podía trabajar. Cada vez que me estresaba, vomitaba sangre. Si algo me perturbaba, tenía fiebre y se me hinchaba el estómago. No podíamos pagar la medicación para mí, ya que ¡el valor de cada caja de medicamento equivalía a un mes entero del salario de mi madre! Contábamos con sus 300 yuanes al mes para vivir.

La salud de mi madre seguía decayendo después de que mi padre falleció. Trabajaba muy duro y soportaba el trato injusto de su jefe, que le dio una carga de trabajo muy pesada y le ordenó hacer horas extras todo el tiempo. No podía dormir ni comer bien. Guardaba la mayor parte de las verduras y de la carne para mí y solo tomaba algunos encurtidos para acompañar su arroz. A menudo la veía llorar sola. Me sentía tan triste y amargado, pero no podía hacer nada para ayudarla. Consideró varias veces la posibilidad de quitarse la vida, pero debido a mí dejó de pensar en eso.

A causa de la angustia física y mental, mi madre desarrolló una grave enfermedad renal, así como migrañas, visión borrosa, dolor de espalda y mareos. Todos nuestros parientes se alejaron de nosotros, temiendo que les pidiéramos dinero prestado.

Falun Dafa nos trae una nueva vida

Con el correr de los años, ninguno de los dos gozaba de buena salud y simplemente contábamos los días, hasta que las cosas cambiaron inesperadamente en marzo de 1999.

Un día, mi madre llegó a casa de buen humor. Alguien había ido a su fábrica por un asunto de negocios y charló con ella un rato. Se enteró de nuestra situación y sintió lástima por nosotros. Le prestó a mi madre las enseñanzas de Falun Dafa en forma de audio y le dijo que si quería aprender, él la ayudaría.

Mi madre escuchaba las enseñanzas del Fa todas las noches después del trabajo. Cuanto más escuchaba, más quería escuchar. Durante la noche, sintió como si los vasos sanguíneos de la cabeza le fueran limpiados. Incluso podía oír el flujo de la sangre. Se sintió muy cómoda y durmió muy bien.

Cuando se levantó al día siguiente, el dolor de cabeza había desaparecido, la visión le había mejorado y el edema se había disipado. Fue asombroso. Estaba tan feliz que fue directamente a decirle a la persona que le presentó a Falun Dafa lo que le había sucedido. ¡Él también estaba impresionado y le dijo que el Maestro ya la había tomado como discípula! Le dio el libro Zhuan Falun, el libro principal de la práctica. Ella me lo llevó, y comencé a leerlo inmediatamente.

Leí el libro con mucha atención. Aunque no terminé mi educación primaria, podía reconocer todos los caracteres del libro y entendía su significado. Lloré la mayor parte del tiempo, con la sensación de haber encontrado el camino a casa. Le pedí al Maestro que me tomara como su discípulo. Quería practicar Falun Dafa.

A la mañana siguiente, de repente sentí deseos de comer comida grasosa, así que comí una rosquilla frita. Poco después, comenzó a dolerme el estómago y sentí como si fuera a explotar. Le pedí ayuda al Maestro. De repente empecé a vomitar violentamente, lo que duró cerca de una hora. Sudaba profusamente. Después de eso, ¡la hinchazón desapareció! No tenía ningún dolor. El color rosado volvió a mi cara. ¡Me sentí de maravilla!

Mi madre estaba tan feliz. Me dijo que el Maestro estaba purificando mi cuerpo, y que estaríamos bien de ahora en adelante. Los dos nos arrodillamos ante el retrato del Maestro y le agradecimos por su gracia salvadora.

Empezamos a leer la enseñanza del Fa del Maestro y a hacer los ejercicios de Falun Dafa todos los días. También nos esforzamos por vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia y nos recordábamos buscar en nuestro interior las cosas que necesitábamos mejorar.

Los compañeros de trabajo de mi madre estaban impresionados con su enorme cambio. Les dijo que se beneficiaba de la práctica de Falun Dafa. Ella usó su historia personal para validar la maravilla de Falun Dafa, lo cual influenció su ambiente de trabajo y estableció una buena base para, en el futuro, exponer la persecución ilegal del partido comunista chino (PCCh) a Falun Dafa. Más tarde, muchos compañeros de trabajo renunciaron al PCCh y a las organizaciones afiliadas.

También fuimos a visitar a nuestros parientes y les hablamos de lo que hizo que ambos recuperáramos la salud. Les contamos que no solo estábamos sanos ahora, sino que también fuimos bendecidos con una vida estable; mi madre fue ascendida y recibió un aumento de sueldo, y yo también empecé a trabajar para ganarme la vida. Mis parientes se asombraron al ver nuestro cambio y algunos también comenzaron a practicar Falun Dafa.

Estamos profundamente agradecidos al Maestro por habernos salvado de la profundidad de la desesperación. Nos cultivaremos sólidamente y seguiremos al Maestro a casa.