(Minghui.org) El senador Thanh Hai Ngo, el senador Leo Housakos, David Kilgour, exsecretario de Estado canadiense para la región Asia y el Pacífico, y el abogado de derechos humanos internacionales, David Matas, escribieron conjuntamente al primer ministro Trudeau para pedirle que sancionara a los funcionarios del partido comunista chino (PCCh), responsables de la persecución a Falun Dafa, basándose en la Ley Magnitsky.

El senador federal Ngo Thanh Hai

El senador federal Leo Housakos

David Kilgour, exsecretario de Estado de Canadá para la región Asia y el Pacífico

El abogado internacional de derechos humanos, David Matas

Destacaron que el comportamiento sin escrúpulos del PCCh representa una amenaza significativa para Canadá y para todo el orden mundial. Por lo tanto, en este momento decisivo de la historia, es fundamental que utilicemos la Ley de Sergei Magnitsky contra el régimen comunista chino por la integridad de los principios sobre los que se fundó Canadá.

Los practicantes de Falun Dafa son la principal fuente de la sustracción de órganos a personas vivas autorizada por el régimen del PCCh

"Continuamos esperando y le agradeceríamos su pronta respuesta a nuestra carta de fecha 23 de junio de 2020, en la que se solicita, de acuerdo con nuestra moción en el Senado, que el Gobierno canadiense impusiera sanciones contra funcionarios chinos y/o de Hong Kong, de conformidad con la Ley de justicia para las Víctimas de Funcionarios Extranjeros Corruptos (Ley Sergei Magnitsky)", declararon los cuatro firmantes de la carta.

En la carta se hace especial hincapié en la sustracción de órganos del PCCh, un crimen de lesa humanidad que merece ser condenado mediante la imposición de sanciones específicas como la ley Magnitsky.

"La terrible y sistemática sustracción forzada de órganos perpetrada por China es desde hace mucho tiempo, considerable y ha estado ocurriendo a gran escala. Los grupos más atacados son los prisioneros de conciencia, las minorías religiosas y étnicas, en particular los practicantes de Falun Dafa, pero también los musulmanes uigures y otros grupos".

"El Tribunal Independiente para la Sustracción Forzada de Órganos de Prisioneros de Conciencia (comúnmente conocido como Tribunal de China), presidido por uno de los más distinguidos abogados de derechos humanos, el eminente Sir Geoffrey Nice, QC, que trabajó en el Tribunal Penal Internacional de las Naciones Unidas para la ex Yugoslavia como fiscal principal en el juicio de Slobodan Milosevic, emitió su sentencia final en marzo de 2020".

"El Tribunal de China es el primer tribunal del mundo que ha realizado un análisis jurídico independiente de los testimonios y pruebas disponibles en relación con la responsabilidad penal del Estado chino y sus funcionarios en lo que respecta a las denuncias de sustracción forzada de órganos".

"Entre sus conclusiones, el tribunal concluyó que 'la Comisión de Crímenes contra la Humanidad contra Falun Dafa y los Uigures ha sido probada más allá de toda duda razonable...´ [que] La sustracción forzada de órganos se ha realizado durante años en toda China a una escala significativa y que los practicantes de Falun Dafa han sido una –y probablemente la principal– fuente de suministro de órganos".

Señalaron: "Como nación libre y democrática, comprometida con salvaguardar el orden basado en normas internacionales y las normas de derechos humanos internacionalmente reconocidas, le corresponde al gobierno canadiense tomar medidas firmes y decisivas para condenar el comportamiento reprobable por lo que se aprobó la ley de Sergei Magnitsky".

La carta incluía una lista con los nombres de los funcionarios chinos responsables de la continua persecución a los practicantes de Falun Dafa.

Senadores: El comportamiento tiránico del PCCh se ha convertido en un hábito extremadamente peligroso

El senador Thanh Hai Ngo y otros dos senadores presentaron una carta al Primer Ministro el 23 de junio. La carta fue firmada por otros once senadores. En la carta se pedía al gobierno canadiense que impusiera sanciones contra funcionarios chinos y/o de Hong Kong, de conformidad con la Ley Magnitsky, "a la luz de la violación a los derechos humanos, de los principios de justicia fundamental y del estado de derecho en relación con las protestas en curso en Hong Kong y la persecución sistemática de las minorías musulmanas en China".

Los senadores que firmaron la carta son: Denise Batters, Linda Frum, Diane F. Griffin, Mobina S.B. Jaffer, Michael L. MacDonald, Yonah Martin, Mary Jane McCallum, Marilou McPhedran, Denis Patterson, Don Plett y Carolyn y Stewart Olsen.

"El confinamiento masivo en campos de concentración de unos 2 a 3 millones de uigures y otras minorías musulmanas, así como la intensificación de la brutalidad policial, los atroces abusos de los derechos humanos y las crecientes maniobras de la República Popular China (RPC) para derrocar la democracia de Hong Kong hasta su completa destrucción, han perturbado enormemente el orden internacional basado en normas.

"La RPC está violando descaradamente sus obligaciones internacionales en virtud de la Declaración Conjunta Sino-británica de 1984, un tratado internacional que ha sido registrado en la Secretaría de las Naciones Unidas. Como tal, Canadá, en su calidad de Estado miembro de las Naciones Unidas, junto con la comunidad internacional, tiene el interés y la responsabilidad de defender el orden internacional basado en normas, pero también los valores de los derechos humanos, las libertades fundamentales, la democracia y el imperio de la ley".

"Desafortunadamente, el comportamiento tiránico de la RPC hacia los hongkoneses, uigures y otras minorías musulmanas es solo el último de un patrón continuo que se ha convertido en un hábito extremadamente peligroso ya que está perpetrando constante y despiadadamente actos horrendos y totalmente inhumanos hacia otros grupos. Por ejemplo, las continuas persecuciones a los tibetanos están bien establecidas y documentadas, y han estado ocurriendo desde hace décadas".

Los ciudadanos canadienses también son objetivos en la persecución del PCCh

En la carta, los senadores declararon: "Canadá no ha sido inmune a la campaña de influencia e intromisión incesante de China en sus asuntos e instituciones internas. Bajo los patrocinios del Departamento de Trabajo del Frente Unido, está bien documentado el establecimiento de organizaciones afiliadas al gobierno chino, como los Institutos Confucio.

"Los ciudadanos canadienses también han sido objetivos en la extralimitación y el despotismo del régimen del PCCh, no solo en el extranjero con la detención ilegal de nuestros valientes canadienses, entre ellos nuestros dos Michaels [Kovrig y Spavor] que ahora han sido acusados formalmente [en China] de espionaje, sino también aquí en nuestro suelo, con el acoso y la intimidación de nuestros chinos canadienses a través de las redes del Frente Unido simplemente porque se oponen a la dictadura de China".

Los senadores declararon que, por estas razones, el gobierno canadiense debería sancionar a los funcionarios chinos responsables del acoso y la persecución.

Adjuntos:

Carta 1 (294 KB): El senador Thanh Hai Ngo y otros dos senadores presentaron la carta al Primer Ministro el 23 de junio. La carta fue firmada conjuntamente por otros once senadores.

Carta 2 (536 KB): El senador Thanh Hai Ngo, el senador Leo Housakos, el exsecretario de Estado canadiense David Kilgour de Asia y el Pacífico, y el abogado de derechos humanos David Matas escribieron conjuntamente al primer ministro Trudeau el 16 de julio.