(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en la primavera de 1999, cuando estaba en la escuela primaria. Mi madre había comenzado la cultivación en Dafa debido a una enfermedad. Un día dejó una copia de Zhuan Falun en el alféizar de la ventana. Abrí el libro y vi la foto del Maestro Li. Se me grabaron las tres palabras: Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Un poco después, cuando me iba a dormir y tan pronto como cerré los ojos, escuché el sonido ensordecedor de una hélice, como si estuviera parado frente a un avión. Era como si el sonido me envolviera, con todo a mi alrededor vibrando fuertemente. Ahora sé que era un Falun.

Mi madre se recuperó gradualmente de su enfermedad practicando Falun Dafa. En el sitio de práctica todos los días jugaba con otros niños. En casa, a menudo escuchaba las conferencias del Maestro Li y recitaba Hong Yin. Fue una época maravillosa. Al recordarla, siento como si estuviera rodeado de una luz dorada.

Antes de comprender profundamente qué era la cultivación, el partido comunista chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Dafa. El 20 de julio de 1999, con mi familia viajamos a Beijing para apelar por el derecho a practicar, pero nos detuvieron en la capital provincial. Tenía miedo, y a la vez una sensación de determinación, que no correspondía con mi edad. ¡En mi mente lo más importante era proteger el Fa!

Retomando la cultivación

Después de graduarme en la universidad, conseguí trabajo y enfrenté dificultades y sufrimientos. Luego comencé a buscar un ascenso y me enamoré. Batallaba aferrado a los apegos humanos y anduve perdido duranteunos 10 años; en depresión, sufría indefenso y estaba cada vez más demacrado e irritable. A menudo me preguntaba: "¿Así es como debería ser mi vida?".

Renuncié a mi trabajo y regresé a casa. Aún mantenía la relación de la que no podía salir. Los compañeros practicantes de mi madre intentaron aconsejarme, pero todo me entraba por un oído y salía por el otro. Entonces me invitaron a estudiar el Fa. Aunque mi madre intentaba ayudarme, al principio me resistía mucho. Mientras estudiaba el Fa y hacía los ejercicios, ella parecía aliviada. Cuando comencé a estudiar el Fa por mi cuenta y reconocí mis apegos, finalmente pude liberarme de la esclavitud de mi relación.

En mi corazón se abrió una ventana. En mi mundo, el cielo otra vez era azul. Mi corazón estaba en paz cuando cerraba los ojos. La vida se hizo más fácil y era más feliz. Sabía que, con la ayuda de Shifu, había comenzado a cultivarme nuevamente.

Tal vez el Maestro vio mi determinación para cultivarme. Siempre me sentía alentado después de meditar y estudiar el Fa. Una vez vi dos dragones flotando frente a mi cabeza cuando hacía el segundo juego de ejercicios. Llevaba una túnica taoísta y botas negras. Dos guardianes del Fa me custodiaban. Me sentí muy alentado para cultivarme.

Shifu dijo:

“(…) nosotros los cultivadores hablamos de seguir el curso natural: si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Finalmente conseguí el trabajo que soñé desde mi infancia. Prometí frente al retrato del Maestro que validaría a Dafa en esta profesión. Estaba bastante emocionado cuando comencé a trabajar.

Conocí a otros practicantes. Su amabilidad me hizo sentir que eran verdaderos practicantes y que yo tenía que mejorar mucho para cumplir con los requisitos del Maestro. Esperaba que esos días se prolongaran para siempre. Incluso al caminar, mi paso se aceleró.

Surgen sombrías nubes

Poco tiempo después fui detenido y arrestado junto con otros practicantes. Confinado entre paredes grises y puertas de hierro, por un momento dudé, asustado en medio de la oscuridad y el silencio. No sabía si al día siguiente encontraría violencia o libertad. Sin embargo, claramente podía sentir que la oscuridad desaparecía cuando un haz de luz surgía frente a mí. Sabía que era el Maestro.

Me llevaron a una celda con una ventana abierta. Era al inicio del invierno y solo tenía ropa liviana. A mi lado estaba sentado un prisionero tatuado. Sufrí mucho en ese frío y sucio lugar. Las viejas fuerzas querían usar esto para hacerme sentir "miedo" y "dificultades".

Recité el poema del Maestro:

"Un gran ser iluminado no teme a las penalidades
Su voluntad está formada de diamante
Sin apego a la vida ni a la muerte
Camina abierta y majestuosamente su sendero en la rectificación del Fa"
(Pensamientos rectos y acciones rectas, Hong Yin (II)).

Recuerdo una noche extremadamente difícil. Alrededor de las 7 p. m., cuatro o cinco policías se turnaron para interrogarme. Me acosaron y amenazaron con golpearme. A las 2 a. m. estaba en una habitación oscura y extraña en una fría silla de hierro. Escuchaba el tintineo metálico de las esposas y los insólitos gritos de gatos furiosos desde la ventana. Me di cuenta de que mi fuerza física y mis pensamientos rectos disminuían y sentía que estaba llegando al límite. Sin embargo, Shifu nuevamente me fortaleció y sobreviví a esa noche.

La razón de esta persecución

Una pista en mis sueños me mostró la razón por la que estaba siendo perseguido: la lujuria. En el sueño, vivía en una hermosa casa grande con muchos seres bellos. Sin embargo, por mi lujuria fui expulsado de la casa. Estaba parado afuera a punto de llorar, pero no brotaron las lágrimas. Estaba tan avergonzado que no podía alzar la cabeza para ver a quienes confiaron en mí. Sus miradas estaban frescas en mi mente, con tristeza, desilusión, repugnancia, etc. Al despertar, lamenté haber alimentado la lujuria. Decidí eliminarla y purificarme.

La siguiente vez que me interrogaron, le dije a la policía la verdad sobre Dafa. Les hablé sobre la belleza de Dafa y cómo cambió mi vida. Al principio, la mayor parte de agentes de policía odiaban a Dafa porque creían en la propaganda del partido. Pensaban que la practicaban ancianos y personas de clase baja. Pero ese día se encontraron con practicantes que eran estudiantes universitarios y jóvenes con buena educación y grandes personalidades, todos practicando Dafa. Tenían curiosidad y nos admiraban.

Traté de mantener la calma mientras hablaba sobre la preciosidad de Dafa. Poco a poco, comenzaron a escuchar y empezaron a cambiar. Se volvieron más educados, incluso hasta llegaron a protegerme. Al ver cómo cambiaron, estaba asombrado por la magnificencia del Maestro. Pronto fui liberado.

El Maestro aparece y da esperanza

Después de regresar a casa, inmediatamente comencé a cooperar con mis compañeros practicantes para rescatar a mis familiares encarcelados injustamente. Contraté a un abogado, me comuniqué con la policía, impedí sesiones judiciales ilegales, etc.

Sin embargo, cuando eliminaba una capa de "miedo", otra capa me invadía, así que estudié el Fa intensamente y envié pensamientos rectos. El proceso de rescate fue arduo y complicado. Las dificultades y la desesperanza eran dos grandes obstáculos. El proceso de cooperación con los practicantes locales fue realmente como el de Guan Yu, superando cinco pruebas y matando a seis generales [un pasaje de la historia china sobre superar todas las dificultades]. Debido a mi firme creencia en Dafa, rompí capas tras capas preparadas por las viejas fuerzas.

El esfuerzo realizado en este rescate hizo que todos los practicantes locales trabajáramos juntos como un solo cuerpo y disolvió el ambiente de persecución. Aclaramos la verdad a todas las agencias y departamentos relacionados con el rescate. Más y más practicantes se nos unieron. Con el Maestro fortaleciéndonos, nuestras acciones fueron positivas. Sin embargo, la emoción interfirió conmigo y perturbó mi capacidad de concentrarme al estudiar el Fa.

Recuerdo que una vez llegué a casa alrededor de la 1 de la mañana y estaba lloviendo. Exhausto, me quedé sentado en el auto. De repente, un pensamiento llegó a mi mente: “¿Por qué tengo que sufrir tanto? Desearía que nadie tuviera que sufrir". Entonces me di cuenta de que algo no estaba bien. ¡Estaba albergando sentimentalismo hacia mi familia! ¿Cómo podría eliminar la persecución de las viejas fuerzas con esos sentimientos? Necesitaba pensamientos rectos, no sentimentalismo. Solo las vidas sin el Fa se sienten solas e impotentes. ¡Yo tengo al Maestro!

Miré por la ventana. Ahí estaba el Maestro. Con su alta figura de pie bajo la lluvia me miró con compasión, como diciendo: "Niño, no tengas miedo. Shifu está aquí”.

Dafa trae belleza y luz a nuestra familia

Shifu dijo: "Después que abandonen los apegos de la gente común, Dafa traerá buena fortuna a los discípulos" (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica).

Poco después, encontré un buen trabajo. Aunque todavía tenía dificultades, estaba en el camino correcto: mejorando mi nivel profesional, formando relaciones kármicas y sentando las bases para el futuro.

La persecución a mi madre perturbó a nuestra familia. Los familiares nos menospreciaban pensando que la cultivación solo ocasionaba discriminación y dolor. Algunos familiares nos trataban con lástima, pensando que la cultivación nos hacía daño.

Tenía muy buenos ingresos, más de lo que ganaban muchas personas mayores. Debido a la cultivación, parecía más joven y tenía más energía que otros de mi edad. Con el tiempo, nuestros parientes cambiaron sus actitudes. Se dieron cuenta de que Dafa nos dio buena fortuna. Nuestro nivel de vida mejoró. A veces ayudamos a nuestros familiares y dejaron de calumniar a Dafa frente a nosotros. Todo esto fueron bendiciones del Maestro.

Finalmente, me gustaría citar el Fa del Maestro para alentar a todos:

“No importa lo que sea, siendo Dafa dizi, quiero decirles a todos, ustedes tienen que saber de qué gran importancia es vuestra responsabilidad, esto no es para nada un juego de niños. Este asunto ya está en el final, yo estoy tan ansioso que no va más, pero ustedes no lo toman con importancia, pero al final incluso si lloras ya es muy tarde. Todo en el mundo humano estaba arreglado con un propósito, son tantas cosas para inducir los apegos humanos, para que no te dejen ser salvado, ¡¿si no te consideras un cultivador, también te irás con esto?! ¡Tú eres la esperanza de los seres conscientes, tú eres la esperanza de las vidas allí!” (Fahui de Nueva York 2016).

¡Gracias Maestro por permitirme ingresar a la cultivación de Falun Dafa!