(Minghui.org) El Partido Comunista Chino (PCCh) lanzó la persecución contra Falun Dafa (también llamado Falun Gong) dos años después de que comencé a practicarlo.

A pesar del creciente horror que experimentaban los practicantes de Falun Dafa en aquel momento, nada podía hacer vacilar mi creencia en Dafa, ya que estaba profundamente arraigada en mi corazón. Al escuchar la devastadora noticia de que los practicantes estaban siendo arrestados y torturados, a finales de 2000, decidí ir a Beijing para apelar por Falun Dafa. Esta fue la primera vez que me detuvieron ilegalmente y me enviaron a un centro de lavado de cerebro.

Sabía que tenía que caminar bien mi camino de cultivación, aunque no tenía una idea clara de cómo lograrlo. Dedicaba todo el tiempo del que disponía a estudiar el Fa, con las únicas excepciones del tiempo que invertía en mi trabajo y en las tareas domésticas.

En ese entonces, solo se producía localmente una pequeña cantidad de materiales de aclaración de la verdad; la mayoría de los materiales la suministraban los practicantes de otra ciudad.

Quería iniciar un sitio de producción de materiales en mi casa. Aunque era una 'analfabeta' en materia de computadoras, creía que no me resultaría demasiado difícil aprender a usar una computadora y una impresora. Así que, con la ayuda de otro practicante que apoyaba en asuntos técnicos, establecí un sitio de producción de materiales en mi casa.

La primera vez que visité el sitio web Minghui, las lágrimas brotaron de mis ojos al ver la imagen de Shifu en la primera página. Me sentí muy orgullosa cuando pude enviar tarjetas de felicitación a Shifu en nombre de los practicantes locales.

Nuestro sitio de producción de materiales ha estado funcionando con éxito durante los últimos 14 años.

Reparando impresoras

Cada vez que experimentábamos problemas con la impresora, teníamos que llevarla a un practicante en otra ciudad para que la reparara. El practicante estaba muy ocupado y nos preguntó si podíamos conseguir un practicante local que aprendiera a hacerlo. Sin embargo, nadie parecía dispuesto.

La siguiente vez que llevé a reparar la impresora, me fijé cómo lo hacía el Sr. Li.

Cuando regresé a casa, dejó de funcionar otra impresora. Parecía tener el mismo problema que la impresora que había reparado. El Sr. Hao me animó: "¿Por qué no lo intentas? Si no funciona, podemos llevarla de todas maneras a la ciudad".

Recordaba cómo había desarmado el Sr. Li la máquina, así que hice lo mismo y luego le hice la misma reparación que él había hecho.

Después de terminar, coloqué todas las piezas de nuevo en su lugar y cerré la cubierta; la impresora funcionaba perfectamente. Esta experiencia me animó mucho. Sabía que Shifu me estaba ayudando.

Comencé a hacer más reparaciones cada vez que era necesario y pude resolver muchos de los problemas yo misma, sin molestar a nadie.

Los practicantes de otras áreas también me llamaban, a veces, cuando tenían problemas con sus impresoras.

Antes de ir a la casa del practicante, me aseguraba de estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos. Sostenía pensamientos rectos, y hablaba con la máquina: "Eres el arma del Fa de un practicante. Ya que te encuentras con interferencias y tienes problemas para eliminarlas, estoy aquí para ayudarte. Debemos trabajar juntas para salvar a los seres conscientes y cumplir nuestra misión".

Procuraba que el practicante me viera cómo reparaba la máquina. Le explicaba lo que estaba haciendo, dónde solían ocurrir otros problemas y cómo solucionarlos.

Desde hace tres años, no he dejado de ir a las casas de otros practicantes en algunos condados vecinos, para ayudarlos.

Todo funciona bien cuando me cultivo bien

A medida que se crearon más sitios de producción de materiales en los hogares de los practicantes, me encontré cada vez más ocupada ayudándoles a empezar la producción y a reparar sus máquinas. Sin embargo, todavía me las arreglaba para encontrar tiempo para estudiar el Fa, que es lo más importante para que todo funcione bien.

Más tarde, compramos equipo adicional para producir los libros: Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y El Propósito Final del Comunismo.

Una practicante imprimió los Nueve Comentarios y luego los trajo a mi sitio. Juntas, hicimos 500 copias del libro. Trabajamos mucho y duro durante los calurosos meses de verano sin poder abrir las ventanas por razones de seguridad. En la habitación la temperatura era sofocante debido al calor adicional de las impresoras, pero no podíamos detener la producción. Nuestros esfuerzos fueron recompensados cuando vimos a las personas que ansiaban el producto terminado, anhelando conocer la verdad.

Nuestros practicantes asumen grandes responsabilidades y peligros en la salvación de los seres conscientes, así que nunca me atrevo a aflojar en mi cultivación. No importa lo que haga, el estudio del Fa es mi prioridad, ya que es la base para hacer las tres cosas bien.

Mejorar el xinxing ayuda a resolver problemas

Cuando salgo a arreglar las máquinas de los practicantes, siempre me pregunto si me estoy validando o me estoy cultivando.

La Sra. Lin frecuentemente tenía problemas porque se atascaba el papel en su impresora. Después de que solucionaba el problema, volvía a producirse. Me culpaba cada vez que pasaba, diciendo que le estaba ocasionando retrasos en su trabajo. Su actitud me hacía sentir desequilibrio en el corazón. Aparte del problema técnico, sabía que en mi interior tenía un problema de xinxing.

Miré hacia adentro y me di cuenta de que me gustaba escuchar elogios.

Shifu nos dijo:

“Escucha como si no oyeras— 

Sin perturbar el corazón” (En el Dao, Hong Yin).

Cuando encontré mi problema, fortalecí mis pensamientos rectos: estoy aquí para cultivarme, y  no debo dejar que nada ni nadie me conmueva.

Ese día, fui a hablar con la Sra. Lin. Le conté los apegos que encontré en mí. Ella también abrió su corazón.

Con la experiencia que fui acumulando durante el proceso de aprender cómo reparar máquinas, realmente llegué a apreciar mi misión sagrada y mis responsabilidades. Todas mis habilidades provenían del Fa. Por lo tanto, mientras los practicantes me necesitaran, haría todo lo posible para cooperar con ellos, eliminando mi ego.

Una vez, fui a la ciudad a reparar unas impresoras. De paso, le dije a la practicante de allí: "Quiero aprender a instalar el sistema operativo y quiero comprar dos computadoras portátiles".

"Encontraste a la persona adecuada", dijo alegremente. "Déjame llevarte a conocer a alguien".

Fuimos a la casa de otra practicante, que por casualidad tenía dos computadoras portátiles que ya no necesitaba. Ella sentía que Shifu había arreglado todo aquello para nosotros. También me enseñó a instalar el sistema operativo.

He aprendido muchas cosas nuevas en mi camino de cultivación y asumí nuevos roles para ayudar en los proyectos de Dafa y apoyar a otros practicantes, todo bajo la protección benevolente de Shifu.

Sin embargo, mi corazón se movía fácilmente cuando me encontraba con dificultades, especialmente cuando intentaba planear las cosas con pensamientos humanos.

Shifu nos explicó:

“Te digo que esto no tiene la menor importancia y es un apego si piensas demasiado en ello. Si fijas mucho el pensamiento en eso, ¿no estás apegado a la búsqueda? La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu; si tienes este deseo, ya está bien. Pero el que realmente hace esto es el shifu, tú no puedes hacerlo en absoluto” (Primera Lección, Zhuan Falun).

Una vez que logré eliminar mi apego a planear las cosas de una manera muy detallada y mi apego al tiempo, pude observar cómo Shifu había hecho arreglos perfectos para mí y sentir, realmente, que mi nivel estaba siendo elevado.

En la primavera de 2015, me preguntaron si podía reparar tres impresoras. Eran bastante caras. Mi apego al resentimiento estalló y comencé a quejarme de que los demás no cuidaban los equipos.

Después de calmarme, me pregunté por qué me sentía así.

Shifu nos dijo:

“Cuando no puedes curar la enfermedad, bajas la cabeza y te sientes abatido, ¿acaso no es esto el efecto de tu corazón de fama y beneficio?” (Segunda Lección, Zhuan Falun).

Sabía que no estropearon las máquinas intencionalmente, así que debía abandonar mis apegos y hacer las cosas que se suponía que debía hacer.

Con pensamientos rectos, fui a la casa del practicante para arreglar las impresoras. Encontré los problemas por los que las máquinas habían dejado de funcionar correctamente, pero no me conmoví. Simplemente seguí enviando pensamientos rectos. Tres horas más tarde, la primera de las máquinas imprimió muy bien las páginas de prueba. Estaba muy emocionada y empecé a pensar que podía usar el mismo método para reparar a las otras impresoras al día siguiente. Sin embargo, negué aquel pensamiento de inmediato, ya que comprendí que no se trataba de un asunto técnico, sino más bien de una cuestión de cultivación.

Perdieron la vida

En el otoño de 2017, un practicante que ayudaba con los problemas técnicos falleció. El Sr. Liang, quien era responsable de comprar cartuchos, también falleció. Asumí, en silencio, sus responsabilidades.

Una vez, en mi camino de regreso de un sitio de producción de materiales, de repente sentí un fuerte peso en mis hombros y mis ojos se llenaron de lágrimas. Le dije al Maestro: "Shifu, me siento indefensa. Lucho para sobrellevarlo".

Después de regresar a casa, me desahogué llorando. Mi esposo temía que no pudiera soportar todo esto, y dijo: "Todas estas, son tus pruebas". Sabía que Shifu lo estaba usando para darme una pista.

Shifu nos dijo:

“La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu; si tienes este deseo, ya está bien" (Primera Lección, Zhuan Falun).

Poco después, algunas personas vinieron a verme para decirme que disponían de más tiempo libre, y se ofrecieron a ayudarme.

Conclusión

He tenido muchas experiencias en mi camino de cultivación durante los últimos 20 años. Sé que no podría haberlo logrado sin los esfuerzos cuidadosos de Shifu. Shifu me ha dado la sabiduría para hacer todas las cosas que he aprendido y logrado, para ayudar a salvar a los seres conscientes.

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias!