(Minghui.org) Saludos Maestro y compañeros practicantes:

Vivo en el sur de Francia. Desde niño, preferí vivir una existencia aislada. Cuando estaba con otras personas, me surgía un sentimiento de inferioridad. Un día, alguien dijo que me parecía a un mejillón que se cerraba en cuanto lo tocaban. Este complejo de inferioridad se manifestaba a menudo cuando me sentía herido, cuando tenía dificultades en el trabajo, cuando no me iba bien con los proyectos de Dafa o cuando otras personas no se ponían de acuerdo conmigo. Yo era una persona insociable, siempre ofendida y triste.

Mirando hacia adentro para encontrar la naturaleza de la envidia

Desde que comencé a practicar Falun Dafa, trataba de mirar hacia adentro tanto como me era posible. Cuando mis emociones y apegos se veían expuestos, miraba hacia adentro y analizaba las causas. Me di cuenta de que esta introversión era otra manifestación invisible de orgullo. Por mi apariencia, algunas personas podrían haber dicho que yo era tranquilo y bondadoso. Pero, de hecho, mi corazón nunca estaba tranquilo y a menudo me molestaban los pensamientos negativos y las quejas. Lo llamé una manifestación invisible de orgullo, porque tanto la introversión como el orgullo eran el resultado de sentir desequilibrio en el corazón.

Después de leer Zhuan Falun una y otra vez, me di cuenta de que tanto subestimarme como sobreestimarme me llevaba a la envidia.

El Maestro nos dijo: 

"... cuando no eliminan el corazón de contender, también producen fácilmente el corazón de envidia" (Séptima lección, Zhuan Falun).

¿Qué es el apego a contender? Entiendo que es una manifestación del apego a la competitividad cuando envidias a los demás o los desprecias. Es fácil desarrollar la envidia cuando nos comparamos con otros.

Por ejemplo, yo observaba lo bien que lo hacían otros practicantes cuando aclarábamos la verdad sobre Falun Dafa a la gente. Me comparaba con ellos para ver si yo era igual de bueno. No tiene nada de malo comparar el efecto que producimos al explicar los hechos, con el fin de poder aprender unos de otros y hacerlo mejor la próxima vez. Pero siempre me afectaba negativamente cuando lo hacía. Si veía que otros practicantes podían aclarar la verdad a más gente que yo, desarrollaba un complejo de inferioridad y me sentía envidioso. Si yo lo hacía mejor que otros practicantes, me sentía orgulloso e incluso los despreciaba. Esta forma de pensar era algo muy arraigado en mí desde hacía mucho tiempo, y no la descubrí hasta que miré hacia dentro y saqué la raíz de mi envidia.

El Maestro nos enseñó:

"Este problema del corazón de envidia es muy grave porque involucra directamente el asunto de si podemos cultivar la Perfección o no. Mientras la envidia no se elimine, todos los corazones que la persona cultivó y refinó se vuelven muy frágiles. Aquí hay una regla: si el hombre, en el transcurso del xiulian, no elimina el corazón de envidia, no puede obtener el Fruto Recto, absolutamente no puede obtener el Fruto Recto" (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Entonces, ¿cómo surge la arrogancia o la inferioridad? Ese complejo de inferioridad me hacía que no me atreviera a expresarme, me hacía perder la confianza y me impedía sentir alegría o entusiasmo por las cosas. ¿Por qué me había sentido perturbado por este estado de ánimo durante tanto tiempo?

Me di cuenta de que la razón por la que la envidia pudo dominarme durante tanto tiempo era que mi mente se preocupaba por el llamado "yo". Este yo no era el verdadero yo, no era mi alma principal. Con el tiempo, este yo formó sus propios conceptos basados en sus experiencias felices y desafortunadas de la vida. Se había hecho más fuerte con el tiempo. Quería llamar la atención y que le atendieran. Quería escuchar elogios y ser envidiado. Quería presumir. Sabía qué hacer para que los demás le tuvieran envidia. Cuando se reían de mí o me ignoraban, se sentía abrumado, su mundo imaginario se derrumbaba, así que se aislaba y se sentía derrotado.

El yo se preocupaba por cómo me veían los demás. Así, en la superficie, se mostraba como timidez y falta de confianza. Este yo estaba lleno de todo tipo de miedos. Era inestable, y no tenía una visión tranquila y clara del futuro.

Como no puede ser de otra manera, en cuanto empecé a practicar Dafa, todos los aspectos relacionados con la envidia han sido expuestos poco a poco para ser eliminados. Mi verdadera alma recuperó el control de mí, y descubrí por qué había venido a este mundo.

Cuidando de nosotros mismos

El Maestro nos explicó:

"Cuando el hombre salta afuera de este qing, nadie es capaz de tocarlo, los corazones de la gente común ya no pueden moverlo y el qing se reemplaza con la misericordia, que es algo más noble" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Con el tiempo, mejoré gradualmente mi estado de cultivación, y mi comprensión del Fa se profundizó. Empecé a preocuparme por los demás. Ese yo/ego también se debilitó. Tengo una comprensión más clara de mi interior que se compone de las nociones humanas. Recuperé mi verdadero yo.

Entonces, ¿deberíamos seguir preocupándonos por nosotros mismos? Nos preocupamos por nosotros mismos para poder validar el Fa y salvar más seres conscientes. ¿Cómo es ese 'preocuparnos por nosotros mismos' entonces? Por ejemplo, organizamos nuestro tiempo sabiamente para poder hacer los cinco ejercicios y estudiar las enseñanzas del Fa.

Tratando a mi nieto con compasión en lugar de sentimentalismo

Mi nieto tiene casi tres años. Me siento muy feliz siempre que estamos juntos. La inocencia del niño es muy conmovedora. Al mismo tiempo, me doy cuenta de que puedo jugar un papel positivo o negativo cuando estoy con él.

Esto también me llevó a un sentimentalismo excesivo por mi nieto. En varias ocasiones, me sentía vacío porque no podía verlo. Tenía que tener cuidado de no desarrollar nuevos apegos, tenía que comportarme bien. Tenía que estar alerta.

No hace mucho, tuve que elegir entre estar con él toda la tarde o participar en una actividad de Dafa. Tenía menos oportunidades de verlo debido a las reglas de aislamiento de la pandemia del coronavirus. Finalmente decidí participar en el evento, aunque algo molesto. Después de un tiempo me di cuenta de que estaba alimentando una especie de nuevo apego. Me pregunté: "¿Él (mi nieto) también está triste por mi partida?". Parecía triste cuando me fui. Obviamente, cuando me fui, tanto mis pensamientos como mi estado le afectaron también.

Así que es mi responsabilidad tomar este qing a la ligera, porque es bueno tanto para mí como para él. Viendo esto claramente, sentí que ya no estaba en deuda con mi apego, y me relajé.

La sociedad humana entera está inmersa en este sentimentalismo. Como cultivador, debo mirar el qing desde un reino superior, asimilarme al Fa y deshacerme de mi apego al qing.

No estar apegado a las formas acostumbradas de aclarar la verdad

Recientemente, empecé a dudar de que estaba haciendo bien las tres cosas, aunque había hecho mejoras sólidas durante los últimos años. Objetivamente hablando, tengo el Fa en mi corazón, y paso varias horas en la computadora todos los días haciendo proyectos.

Me pregunté por qué tenía este pensamiento, ya que había estado ocupado participando en varios proyectos importantes de Dafa.

Me di cuenta de que estaba un poco perdido cuando no podía salir y aclarar la verdad a la gente debido a la pandemia del coronavirus. La mayoría de la gente estaba dispuesta a escucharme y a responderme positivamente. Siempre regresaba a casa relajado y me sentía lleno de energía.

Me preocupaba porque quería ver resultados rápidos. Al final me di cuenta de la importancia de hacer los proyectos con una mentalidad de cultivador. Se requiere cooperación, paciencia, modestia y perseverancia para hacer los proyectos en la computadora. Estas mentalidades son lo más importante si quiero ayudar al Maestro a salvar a los seres conscientes.

Me di cuenta de que, en la actualidad, incluso si no podemos distribuir folletos y aclarar los hechos en la calle, todavía podemos comunicarnos con la gente por otros métodos, como las redes sociales, correos electrónicos, correo directo y teléfono.

Entiendo que el Maestro no nos dice específicamente qué hacer, pero me da una pista cuando debo rectificar, especialmente cuando hago las cosas con el corazón de buscar resultados o presumir.

El Maestro nos enseñó:

"Los verdaderos Dafa dizi todos tienen energía, y ellos mismos son los que eliminan el ye, eliminan las bacterias; son los emisarios que salvan al final, y en medio de salvar a las personas y aclarar la verdad todos sabrán hacerlo racionalmente" (Raciocinio).

Gracias Maestro y compañeros practicantes.

(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación en Internet 2020 en Francia)