(Minghui.org) Mi madre comenzó a practicar Falun Dafa en 1997. Dada su influencia, empecé también a cultivarme, en 2004.

Después de practicar Falun Dafa, mi madre se recuperó de sus problemas de salud. Estaba en la secundaria y no entendía de qué se trataba la cultivación. Pero era algo bueno, porque mi madre había recuperado su salud. Leía libros de Dafa y veía cintas de video de Dafa con mi madre, pero no entendía la cultivación. Hacía la meditación sentada, y una vez me senté por más de 40 minutos. Mi madre me elogió por tener buena calidad innata. Pero las piernas me dolieron tanto, que lloré durante mucho tiempo.

Experimentando la persecución

En julio de 1999, comenzó la persecución. Creo que los niños de todas las familias de los practicantes de Dafa pasaron por un período terrible, y yo no fui una excepción. Estaba asustada todo el tiempo. Tenía miedo cuando oía el sonido de los coches de policía fuera de mi casa, pasos en las escaleras, golpes en la puerta, y tenía miedo de que mi madre fuera arrestada, porque ella estaba listada como una de esas personas "importantes" en ese momento. A menudo, la policía venía a acosarnos y saquear nuestra casa.

En una ocasión, dos policías vinieron a saquear la casa cuando estaba sola. Escondí los libros de Dafa antes de que entraran. Porque sólo era una niña, ellos no hicieron nada. Querían que encontrara los libros de Dafa. Les dije que no teníamos y se fueron pronto. Cuando mi madre llegó a casa, dijo: "Protegiste los libros de Dafa, tu buena obra será recompensada". Me alegró oír eso. A veces, la ayudaba a escribir algunas carteles de aclaración de la verdad, y ella salía a colocarlos.

En 2001, mi madre fue detenida ilegalmente en un campo de trabajo forzado durante un año. Fue un año difícil para mí. Ese verano mi padre nos llevó a mí y a mi hermano a visitar a mi madre en el campo de trabajo forzado de Masanjia. Caminamos durante mucho tiempo. Había tierra de ambos lados de la carretera, y no vimos a nadie más. A lo lejos había algunos edificios y la gente cultivaba verduras en los patios. Seguimos caminando un largo camino y pasamos por un hogar correccional juvenil, que parecía estar abandonado. Finalmente, llegamos a la entrada.

Allá estaba mi madre, que vi muy delgada, acompañada de una guardia que nos dijo que sólo podíamos verla durante 15 minutos, porque se había negado a renunciar a su fe. Lloré y lloré y no dije nada. Mi madre también lloró cuando nos vio. Sabía que mi madre lo pasaría mal allí, así que si decía algo, eso aumentaría su estrés.

En 2003, leí todos los libros de Dafa de mi madre una vez. Entonces pensé que yo también debería cultivarme. Pero mi madre fue arrestada de nuevo, y mi corazón se hundió. Según las leyes del régimen comunista, para el segundo arresto iba a ser condenada. Mi madre inició una huelga de hambre en el centro de detención, para mostrar que se oponía a la persecución. Después de 11 días, el centro de detención se preocupó por su estado, y no quiso ser responsable si algo le sucedía, así que le dijeron a mi padre que llevara a mamá a casa.

Mi padre la llevó a casa y la acostó en la cama. Se veía muy débil. Me senté a su lado y pude oler algo muy agradable, pero no lo podía describir. Era muy fragante. Era el día más caluroso de la temporada, y mamá no se había bañado durante 11 días. ¿De dónde venía este perfume? Le pregunté. Dijo que era porque Shifu la estaba cuidando. ¡Me quedé atónita y me dije a mí misma que quería cultivarme!

Obteniendo, estudiando y memorizando el Fa

Durante el Año Nuevo Chino de 2004, aprendí los cinco ejercicios de acuerdo con los videos de enseñanza de Shifu y, desde entonces, he sido una cultivadora genuina.

Mi padre se opuso firmemente a mi cultivación porque vio con sus propios ojos cuán brutalmente el partido estaba persiguiendo a los discípulos de Dafa, y tenía miedo. Mi novio también se opuso firmemente. Incluso me agarró por el cuello y me amenazó para renunciar a Dafa. Pero, poco a poco, todo pasó. Después de que mi novio y yo nos casamos, él también comenzó a practicar.

Poco después de empezar a cultivarme, memoricé el Fa. Debido a que estaba a punto de graduarme y estaba tratando de adaptarme a un nuevo trabajo, no tenía suficiente tiempo para estudiar el Fa. Empecé a memorizar 10 páginas al día y ya no me sentía cansada después de las 11 p.m. A partir de entonces, con la excepción de unos años, seguí memorizando el Fa.

Me había graduado de una universidad, y me di cuenta de que cuando recitaba un libro común lo recordaba durante mucho tiempo. Pero recitar los libros de Dafa era diferente. A veces, tan pronto como podía recitar una parte, la olvidaba rápidamente. Por supuesto, esto no era un problema y seguía adelante. Así como dijo un practicante, cuando nos quedamos atorados en cierta parte, significa que no nos hemos armonizado con el Fa en esa área en particular. Al memorizar el Fa, obtuve una mejor comprensión del Fa. Sentí que mis pensamientos estaban elevados. Cada vez que me encontraba con un problema, los principios del Fa apropiados aparecían en mi mente, y el problema se resolvía rápidamente.

Shifu nos aconseja estudiar las enseñanzas juntos, pero como trabajaba fuera de la ciudad y no tenía muchas oportunidades de conectarme con otros practicantes, volvía a mi ciudad natal en los días festivos, para que pudiera estudiar el Fa con otros practicantes. Todavía recuerdo la primera vez que me uní al grupo de más de 10 practicantes, cuando me tocó leer, no pude evitar reír. Esto continuó durante mucho tiempo. Tal vez mi lado que sabía estaba muy feliz, así que sólo quería reírme. Debido a que no participaba en el estudio grupal con frecuencia, atesoraba mucho la oportunidad.

Luego conocí a una practicante cerca de donde trabajaba y estudié con ella. En mayo del año pasado, estudié con ella en su casa, luego íbamos a la casa de otro practicante y continuamos estudiando. Me di cuenta de que la forma en que leía había cambiado. Mi voz se había vuelto más suave y silenciosa. Era muy calmada.

En el mundo actual, donde los valores morales están decayendo rápidamente, nos encontramos con gente común todo el tiempo. Sin la limpieza continua de Dafa, es muy fácil quedar atrapados en los pasatiempos y búsquedas. Así que, durante los últimos 15 años, nunca he viajado a ninguna parte ni he visto una película. Sin embargo, muchas veces siento que tengo pensamientos humanos. Cuando me comparo con practicantes que son muy diligentes, veo una gran diferencia.

Desarrollando resentimiento

Mi suegra me ayudó a elevar mi xinxing. Hace muchos años, cuando conocí a la madre de mi novio por primera vez, pensé: "Oh. ¡No me cae bien!". En realidad, en ese momento me quedé sorprendida. Tenía poco más de 20 años y nunca antes había sentido eso por nadie. En ese momento no era una cultivadora.

Después de empezar a cultivarme, me di cuenta de que reaccioné de esta manera porque ella y yo teníamos una relación predestinada.

Mi esposo y yo no tuvimos hijos durante varios años después de casarnos, lo que preocupaba a mi suegra. Me pidió que fuera a ver a un médico. En ese momento, me estaba cultivando. Le dije que no tenía problemas de salud y no necesitaba ver a un médico. Pero ella pensaba lo contrario. Preguntó por qué no teníamos hijos.

Mi esposo y yo pedimos dinero prestado y se lo dimos a mis suegros para comprarse una casa y mudarse a la ciudad. Cada vez que íbamos a su casa a almorzar, ella mencionaba tener hijos. Me quedaba callada en la superficie, pero me sentía incómoda por dentro. Sabía que, siendo cultivadora, no debería tener conflictos con nadie, así que trataba de evitar verla.

Mi hijo nació en 2014. Mi padre ya había fallecido y mi madre estaba experimentando yeli (karma) de enfermedad. Era un reto para ella cuidar de sí misma, así que mi suegra ayudó a cuidar de mi hijo.

Cinco días después de que mi hijo naciera, mi madre vino a vernos junto con un pariente. Mi suegra quería que mamá se quedara y ayudara, pero yo sabía de su situación, así que le dije que se fuera a casa con el pariente, lo que molestó a mi suegra quien sentía que sólo pensaba en mi madre, y que no era considerada con ella, que siempre estaba fatigada.

Antes de que mi madre se fuera, me dio $10.000 yuanes para contratar a alguien que me ayudara. Pero mi suegra no quería que gastara el dinero en eso, así que se molestó. Me quedé en casa dos veces después de dar a luz, e hizo una gran escena. Nunca había sido regañada por nadie desde que era una niña, así que me resultó muy difícil de aguantar. Pero no lo mostré en mi cara y lo soporté.

Mi padre acababa de morir, y mi madre tenía serios problemas de salud. Estaba preocupada por ella. Además de eso, mi bebe recién nacido lloraba y se molestaba sin parar, y mi suegra nunca estaba satisfecha con nada de lo que hacía.

No podía hacer ninguna de las tres cosas, lo que me ponía tensa. Tan pronto como el bebé comía, ensuciaba su pañal. Mi suegra no me dejaba usar pañales desechables, porque le preocupaba que tuviera un sarpullido. Así que estaba lavando pañales incluso en medio de la noche, ya que a mi suegra no le gustaba ver pañales sucios.

Antes de que naciera mi bebé, solía levantarme tarde. Ahora tenía que despertarme con frecuencia para amamantarlo y cambiarle el pañal. Casi no dormía y estaba muy cansada. Cuando el bebé tenía unos meses, le dije a mi suegra: "Quiero dejar de amamantarlo. Sigue queriendo leche y nunca es suficiente". Mi suegra no estuvo de acuerdo. Dijo que amamantar era mucho mejor que la leche en polvo.

En ese momento, mi madre también necesitaba cuidado, y a menudo quería ir a visitarla. Pero, si lo hacía, molestaba a mi suegra porque tenía que cuidar de su nieto sola. Ella le dijo a mi esposo: "¿Tu suegra está enferma? No lo creo. ¡Ella simplemente no quiere cuidar de su nieto!”. Mi marido trató de explicarle, pero ella no le creyó y dijo: "Si tu esposa quiere ir, bien, que se lleve al niño con ella. No voy a cuidar de él”.

Tenía que ir a trabajar y sólo tenía un día libre a la semana. Si me llevaba a mi hijo, tenía que cuidarlo. ¿Cómo tendría tiempo para mi madre? Al final, sólo fui a ver a mi madre dos o tres veces antes de que falleciera, y no pude verla por última vez. El día en que mi madre fue incinerada, mi suegra me llamó mientras estaba en el crematorio para decirme que tenía que regresar a casa para alimentar al bebé. A partir de ese día, le guardé un profundo rencor.

Después de que mi madre falleció, sentí que mi corazón se cerró, y me alejé de todos, especialmente de mi suegra. Realmente me molestaba. Sabía que, como cultivadora, tenía que ser tolerante. Pero no podía soltar mi rencor contra ella. En la superficie, me mantenía callada, sin importar lo que ella dijera, pero el resentimiento en mi corazón era enorme. Los cultivadores tienen energía, y sabía que ella sentía mi resistencia, y ella tampoco estaba contenta conmigo.

Cuando el bebé tenía tres meses, nos mudamos a la casa de mi suegra para que ella pudiera ayudar a cuidarlo. Una vez nos echó por un pequeño asunto. Realmente no quería soportarlo más. Si cometía un error, podía arreglarlo. Pero no había cometido ningún error, y ella me regañó sin ninguna razón, lo que me molestó. Tenía ganas de tener una gran pelea con ella.

Cambiando las nociones, mejorando el xinxing

Sentía que no podía soportarlo más, pero en el fondo de mi corazón, sabía que no podía luchar con ella. Soy una cultivadora, y no debería tener conflictos con la gente, no debería alejar a la gente que debería ser salvada. En mi mente, había una voz que decía: "Cuando el conflicto llegue al extremo, se extinguirá. Esto es crucial. Sobrepasa el pasado. Si no puedes dejarlo ir ahora, la tribulación continuará".

Así que regresé a la casa de mi suegra. Ella todavía era insistente y dominante, pero su comportamiento parecía mejorar. Me consideré una cultivadora y no peleé con ella. Poco a poco, mi resentimiento hacia ella se desvaneció, y ya no me quejé con mi marido.

El año pasado, leí un artículo inspirador en el sitio web Minghui, sobre una pareja en que ambos eran practicantes. El marido no hacía ninguna tarea de la casa y la esposa estaba molesta. Una noche, soñó que estaba subiendo una colina empinada. Ella estaba de pie sobre los hombros de su marido, y él dijo que la llevaría a la cima de la montaña, incluso si él tenía que pagar por ello con su vida. Inmediatamente, pensé en mi suegra y en mi marido. En el mundo humano, independientemente de quién estuviera bien o mal, estaban aquí para ayudarme a mejorar mi carácter. ¡Me sentí avergonzada con Shifu y los seres conscientes! ¡Todo lo que un cultivador encuentra está destinado a mejorar su carácter! ¡Sin embargo, había considerado estas pruebas familiares como una injusticia personal! A partir de entonces, dejé de lado las nociones de la gente común y consideré todo lo que encontré como oportunidades para mejorarme a mí misma.

Así, cambié mis nociones humanas. Sin embargo, en la práctica genuina, las pruebas se repiten. Ahora soy capaz de controlarme para no ser movida por mi mentalidad humana. Poco a poco, pude dejar mi apego emocional a mi madre. Ya no guardo rencor contra mi suegra y soy capaz de considerar las cosas desde su perspectiva. Le demuestro que me preocupo por ella. Ella también ha cambiado aceptando quién soy y me demuestra que le agrado.

Durante más de 10 años, siempre sentía que me caía mal porque teníamos una relación predestinada de nuestras vidas anteriores. Apenas el año pasado me di cuenta de que la aversión había sido causada por mi yeli (karma) de pensamiento. Mi verdadero yo está lleno de los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y no tiene malos pensamientos.

Ahora, cuando uso la mente de una cultivadora y miro hacia atrás en todo lo que solía hacer con respecto a mi suegra, veo que cada pequeña cosa, por peor que podría haber parecido en ese momento, era en realidad para mi mejora.

La cultivación continua me ayuda a ver la inmensa compasión de Shifu. Durante los últimos 15 años, ya sea que me comporté como una persona común o como una cultivadora, a diferencia de otros practicantes, no mejoré en mi cultivación rápidamente, pero a menudo pude encontrar mis problemas en medio de los conflictos. Mejoré poco a poco. Gradualmente, me rectifiqué y me consideré a mí misma una verdadera discípula de Dafa.