(Minghui.org) Mientras cursaba su maestría en el Reino Unido en 2004, la Sra. Shi Ningyao se sorprendió al ver a un practicante de Falun Gong meditando en una calle muy transitada. Le impresionó lo tranquilo que parecía el practicante a pesar del ajetreo circundante.

En su universidad, buscó a Falun Gong en Internet. Habiendo crecido en el régimen comunista ateo de China, le habían enseñado a creer que las creencias espirituales era "anticuadas" y "supersticiosas". Todo lo que vio en el Reino Unido contrastaba con la persecución de la que había sido testigo y la propaganda que calumniaba a Falun Gong que había leído en China.

Estaba intrigada y leyó las enseñanzas de Falun Gong para conocer más sobre la práctica. Las enseñanzas abrieron un nuevo mundo ante sus ojos. Su visión del mundo cambió. Se sintió segura y con los pies sobre la tierra. Estaba decidida a seguir los principios de verdad, benevolencia y tolerancia por el resto de su vida. Entendió por qué tanta gente practica Falun Gong en China y resiste la persecución a pesar del riesgo de ser arrestada.

La Sra. Shi pudo haberse quedado en el Reino Unido después de graduarse, pero decidió regresar a China para compartir su historia con aquellos que estaban siendo engañados por el régimen comunista y se les impedía aprender sobre algo tan hermoso.

Hasta ese momento, la vida había sido fácil para ella, por lo que nunca pudo imaginarse lo que le esperaba a su regreso a China. La policía la encontró y le preguntó en qué actividades de Falun Gong había participado en el Reino Unido y qué practicantes en el Reino Unido había conocido.

Después de ser liberada, su madre le dio una bofetada en la cara. Siempre había sido la niña favorita en los ojos de sus padres, y ellos querían lo mejor para ella. Habiendo vivido ellos mismos numerosas luchas y campañas políticas, sus padres sabían lo peligroso que podía ser enfrentarse a la tiranía del régimen comunista y esperaban que un poco de "amor duro" hiciera que su única hija dejara de practicar Falun Gong.

Dejaron de apoyarla financieramente antes de que tuviera la oportunidad de empezar a buscar trabajo.

La Sra. Shi no podía entender por qué sus padres tenían tanto miedo de aprender solo los hechos más básicos sobre Falun Gong -el miedo en ellos era tan profundo que no podían soportar escuchar ni una palabra sobre ello.

Se mudó y comenzó su propia vida. Sin conexiones, no le fue fácil encontrar un trabajo decente, a pesar de su maestría en el Reino Unido. Hizo trabajos esporádicos para mantenerse y trató de difundir información sobre Falun Gong.

El 4 de julio de 2009, fue arrestada. La policía la interrogó durante la noche. Después de que los oficiales se durmieron, ella escapó de la estación de policía.

Se las arregló para encontrar un hotel que no insistió en ver su identificación para que se registrara. Se sentó y se conectó a su cuenta de redes sociales para enviar un mensaje. Cuando salió un momento, vio un coche de policía aparcado fuera del hotel. Se dio cuenta de que su actividad en Internet había sido rastreada. Afortunadamente, escapó por segunda vez.

Durante esos pocos años, aunque tuvo algunas oportunidades de salir de China, decidió quedarse y continuar sus esfuerzos para hablar en nombre de su fe.

Su vida difícil y solitaria solo la hizo más fuerte; se transformó. De ser una joven consentida, egocéntrica y arrogante se convirtió en una cálida, generosa y considerada persona.

Su transformación también suavizó la resistencia de sus padres. Cambiaron gradualmente su punto de vista y se volvieron más receptivos a que practicara Falun Gong. Ella los visitaba a menudo y compartía sus experiencias con ellos.

El 8 de octubre de 2017, fue arrestada nuevamente. Esta vez, no pudo escapar y fue sentenciada a cinco años en la prisión de mujeres de la provincia de Liaoning.

Si bien no se sabe lo que está sufriendo en este momento en la prisión, su coraje y perseverancia siguen inspirando a más practicantes a hablar en favor de su fe.