(Minghui.org) Me gustaría compartir acerca del mejoramiento de mi xinxing y la eliminación de los apegos mientras aclaro la verdad usando el teléfono celular, así como al realizar otros proyectos.

Eliminando el apego al interés personal

Para que el proyecto de telefonía celular se desarrollara sin problemas, necesitábamos comprar una gran cantidad de tarjetas SIM. Esto requería que el comprador pagara mucho dinero por adelantado y también correr el riesgo de ser denunciado a la policía por el vendedor.

Yo no podía permitirme pagar las tarjetas por adelantado, así que le pedí a otra practicante, Lian (alias), que comprara las tarjetas SIM de mi ciudad.

Una vez, Lian compró más de 20 tarjetas con un valor nominal de 100 yuanes cada una. Sin embargo, el saldo real de cada tarjeta era solo de tres yuanes.

Tuve una discusión con ella. Le pedí que devolviera las tarjetas al vendedor ya que no sería capaz de cobrar el dinero a otros practicantes. Ella estaba reacia porque le había dicho al vendedor que era una practicante de Falun Dafa. Ella tenía un problema de seguridad si regresaba ya que el vendedor podría denunciarla a la policía.

Después de dejar la casa de Lian, miré hacia dentro y encontré mi apego al beneficio personal. Le pedí que devolviera las tarjetas porque en realidad era yo quien no quería sufrir la pérdida. Quería que se arriesgara y que me devolviera el dinero. No pensé en su seguridad en absoluto.

Más tarde, otra practicante me devolvió una tarjeta sin ningún motivo, y se la reembolsé sin quejarme. Sufrí la pérdida financiera, pero mejoré en la cultivación.

Eliminando el apego a la ansiedad

En otro proyecto de aclaración de la verdad, colaboré con la practicante Hui (alias). No hablamos por teléfono debido a problemas de seguridad. Nos llevó mucho tiempo reunirnos ya que vivíamos muy separadas. Entonces acordamos contactarnos por correo electrónico.

A veces Hui no respondía a mis correos electrónicos hasta los cinco días. Esto me impacientaba. Me di cuenta de que era el momento de deshacerme de mi ansiedad.

Una vez, Hui tardó más de 10 días en responder a mis correos electrónicos. Durante esos 10 días, ya no estaba tan ansiosa como antes, pero tenía muchos pensamientos negativos hacia ella. Seguí rechazando estos pensamientos, y gradualmente me tranquilicé. Hui respondió a mi correo electrónico en el momento en que me calmé.

Eliminando el apego al yo

Soy la hija mayor de mi familia. Soy una persona práctica y aprendo rápido. Mis hermanos y hermanas menores me escuchaban cuando eran pequeños, al igual que mis padres. Esto me hizo ser egocéntrica, y no aceptaba las sugerencias de los demás. Si escuchaba opiniones diferentes, respondía para demostrar que tenía razón. Era consciente de este apego, pero parecía que no podía deshacerme de él.

En otro proyecto, varios practicantes me dieron algunas sugerencias sobre la selección de contenidos. Al principio, insistí en mi opinión. Pensando que mi elección era la mejor, y el contenido que había seleccionado era el más completo.

Sin importar lo que otros practicantes dijeran, no acepté sus sugerencias. Sentí que tenía la última palabra de todos modos. Incluso pensé que los otros practicantes estaban siendo quisquillosos.

Más tarde, Qing (alias) me ofreció sus sugerencias de nuevo, pero aun así la rechacé. Ella estaba molesta y ya no quería participar en este proyecto.

Miré hacia adentro y encontré mi apego al yo. Pensé que era superior a Qing. Después de que me di cuenta de mi apego, adopté su propuesta. Resultó ser razonable y funcionó bien.

Desde entonces he considerado seriamente las sugerencias de otros practicantes. Qing volvió más tarde y continuó apoyando este proyecto.

Cada vez más practicantes participaron en el proyecto y éste se hizo más efectivo. Mucha gente sabía la verdad sobre Falun Dafa y algunos incluso obtuvieron el Fa a través de nuestro proyecto.

Otro incidente también me ayudó a eliminar el apego al yo. Descubrí que había un grupo eficiente trabajando en un proyecto en una ciudad vecina, y quise obtener su ayuda para nuestro proyecto.

Les envié un correo electrónico pidiendo su ayuda y aceptaron. Sin embargo, no respondieron a mis correos de seguimiento cuando se trataba de los detalles.

Comprobé mi correo electrónico dos veces al día. Estaba ansiosa y luego empecé a quejarme. Me quejé a mi hija, e inmediatamente me di cuenta de que tenía el apego del resentimiento. Mi hija dijo que no solo tenía ese apego, sino que también era egocéntrica. Ella dijo que yo quería que todos me escucharan y que hicieran todo lo que yo decía. Decidí deshacerme de mi apego al yo.

Después de que dejé ir mi apego, los practicantes de la ciudad vecina pronto respondieron a mis correos electrónicos.

Eliminando el apego a la competencia y discutir

Encontré mi apego a discutir cuando interactuaba con mis familiares. Una de mis hermanas menores solía practicar Falun Dafa. Después de que la persecución comenzó, ella dejó de cultivarse debido al miedo. Entonces mi padre empezó a practicar Dafa y en dos meses sus canas se volvieron negras. Tampoco necesitó más sus muletas.

Después de presenciar esto, mi hermana quiso reanudar la práctica. Sin embargo, mi madre, que también era practicante, falleció poco después. Mi hermana dejó de practicar otra vez debido a la muerte de mi madre. También comenzó a hacer comentarios negativos sobre los practicantes.

Quería hablar con ella, pero siempre me interrumpía. Discutíamos cada vez que hablábamos.

Mi familia y la de mi hermana se reunieron en un restaurante y hablamos de la situación en Hong Kong. Mi hermana repitió la propaganda que había escuchado del partido comunista chino (PCCh). Le dije que el PCCh era la causa del caos en el mundo y volvimos a discutir.

Después de volver a casa, pensé en la discusión que tuve con mi hermana y no encontré mi problema. En cambio, pensé que a mi hermana le habían lavado el cerebro. Sin embargo, empecé a tener hipo cuando hice los ejercicios. Sentí como si algo me ahogara. Me di cuenta de que tenía el apego a competir y a discutir.

La sensación de incomodidad desapareció inmediatamente después de que encontré mi apego. Entonces me sentí relajada.