(Minghui.org) Mi hija es una joven practicante de Falun Dafa que cursa sexto grado, y tenía muchos deberes que hacer últimamente.

Anoche, luego de terminar algunas de sus tareas, comenzó una redacción. Aunque normalmente escribe con lentitud, anoche no sucedió así. La miraba de reojo mientras hacía sus tareas y vi que se sentía muy emocionada.

“¡Es como si alguien me dijera qué tengo que escribir!”, exclamó. “Las palabras fluyen constantemente”.

Me alegré mucho por ella, hasta que vi la redacción titulada: "Yo: tu videojuego favorito".

Cómo son infectados los jugadores

Leí su trabajo cuando lo terminó. Estaba redactado en primera persona, como si hablara el videojuego.

Ante todo quiero agradecerle a los seres humanos que me alimentan. “No tengo un cuerpo real”, decía el videojuego, “solo diferentes plataformas que puedo poseer. Puedo seguirte sin problemas desde tu computador a tu móvil y tu iPad”.

Aunque leía los artículos de los compañeros practicantes en Minghui.org y las lecciones del Maestro relacionadas con este punto, mi hija no entendía realmente por qué Internet podía llegar a ser tan peligroso para los cultivadores.

Me dijo que sentía como si hubiese alguien a su lado, diciéndole lo que debía escribir. Nunca pensó en este asunto en el momento que escribía su redacción. Me contó que recibió mucha información en ese momento y que no alcanzó a escribirla toda.

La redacción continuaba diciendo: "Cuando abres nuestras aplicaciones con el dedo, inserto incontables tubos, llamados 'adicciones', en los puntos de acupuntura de tu cuerpo".

Me quedé un poco perpleja, ya que no lo había visto desde esta perspectiva. Inmediatamente le envié la redacción a mi hermano menor usando el móvil de mi marido.

Mi hermano creía mucho en Dafa cuando era un niño, aunque tenía poco autocontrol y estuvo invirtiendo su tiempo en los video juegos por más de diez años, lo que impactó negativamente sus estudios y le provocó un fuerte temperamento. Se volvió difícil para él llevarse bien con la gente.

Afortunadamente, el Maestro le arregló un buen trabajo después de graduarse. Era un trabajo fácil aunque lejos de casa. Podía vivir y comer aún si estuviese viviendo en un hotel cinco estrellas. Le resultaba un inconveniente vivir lejos de las grandes ciudades porque las conexiones de Internet no eran buenas para jugar a los videojuegos como quería.

En nombre de toda mi familia, me gustaría agradecerle al Maestro este arreglo tan considerado.

Aún así, mi hermano encontró algunos videojuegos pequeños mientras se quejaba de que el lugar era muy remoto. Internet seguía afectándolo bastante.

Mi hija escribió en su ensayo:

“Cuando estás luchando con excitación contra otros jugadores, muchos colores brillantes y líquidos cristalinos fluyen a través de estos tubos y se introducen en los cuerpos de los jugadores. Cuando se combinan en el entramado virtual que conforma la pantalla del juego, se convierten en diferentes colores oscuros: azul oscuro, negro, gris, etc. La mayoría de estos líquidos son enviados directamente a nuestras bocas, se convierten en nuestra comida y son un ingrediente importante para generar nuevas partes del juego. Otra pequeña fracción se extiende a todos los rincones de la pantalla para crear una experiencia visual más inmersiva".

Las escenas descritas en la redacción podían ser del Maestro, que se valía de una joven practicante para revelar directamente la raíz de la adicción a los juegos online de mi hermano.

Internet arruinaba mi cultivación

El ensayo de mi hija fue también un recordatorio para mí. Mi estado de cultivación era particularmente malo durante ese tiempo y estaba bastante envuelta en los pensamientos de la gente común. No hacía las tres cosas que un discípulo de Dafa debería hacer. En vez de eso, estaba constantemente con mi teléfono, mayormente haciendo compras por Internet.

Cuando mi hija estaba escribiendo su ensayo, yo estaba revisando descuentos y rebajas en Internet. Aunque no siempre compraba cosas, me satisfacía mirar todos aquellos productos de lujo. Cuando me iba a la cama, veía siempre esas cosas flotando detrás de mis ojos y me mantenían despierta.

Incluso no podía calmar mi mente al enviar pensamientos rectos y no quería hacer los ejercicios. También decidí dejar en suspenso por un tiempo un pequeño proyecto de aclaración de la verdad que había emprendido.

Desarrollé problemas físicos. Ambas rodillas y la cadera, estuvieron doliéndome por más de un mes y no podía moverme libremente. Siempre creí que era causado de mis apegos, como el miedo, la búsqueda de comodidad, la pereza y lujuria. Sin embargo, estaba ignorando las trampas de Internet.

Actúa como una droga que fortalece los apegos que aún no hemos eliminado, alejándonos cada vez más rápido de la razón y de la naturaleza humana. Con el pasar del tiempo, esto puede hacer que el practicante renuncie a su camino de cultivación y sea atraído de nuevo a las filas de la gente común.

Luego de reconocer el peligro que supone Internet, debemos reunir el coraje para apartarnos completamente de él. Los demonios en otras dimensiones pueden ver claramente nuestros apegos y controlar Internet para mostrarnos las cosas que nos gustan, despertando nuestros intereses y llevándonos por mal camino.

Pero habremos perdido un tiempo precioso y el control de Internet sobre nosotros se habrá fortalecido. Cuando acabemos por darnos cuenta de que algo anda mal, eliminar esta adicción puede resultarnos muy difícil.

Internet no solo daña a los jóvenes a quienes les gusta jugar videojuegos sino que afecta a cualquiera que use la computadora, teléfono móvil u otros dispositivos electrónicos. La gente común no conoce estos efectos, pero los practicantes no podemos dejarnos embrollar en este asunto.