(Minghui.org) Mi esposo desarrolló tos y fiebre durante la pandemia. Él no es practicante, y estaba muy preocupada. No sabía qué hacer. Le dije que recitara: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Dijo que ya había estado recitando estas dos frases de Dafa una y otra vez. También lo pedí a Shifu que le ayudara a recuperarse. Sin embargo, esta vez sus síntomas eran tan graves que me pidió que le comprara medicinas. Le pregunté por qué no compró medicinas cuando experimentó síntomas aún más graves, y por qué esta vez estaba asustado. Dijo que se debía a la pandemia: "¿Cómo puede uno no asustarse?".

Desarrolló una tos aún más severa, y no podía dormirse. Tuvo que sentarse erguido en la sala de estar, y ninguna medicina le ayudó. En ese momento, pensé en lo que dijo Shifu:

“Esa no es una enfermedad, ¿cómo podrían funcionar?” (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Entonces me di cuenta de que su tos era falsa, posiblemente porque yo no lo había hecho bien. Las viejas fuerzas se aprovecharon de ello.

Miré hacia adentro y pensé: "¿Qué hice mal?”. Recordé que había dicho algo malo. En la tercera noche del Año Nuevo Lunar, habiendo estado ocupada con algunas cosas de gente común, no estudié bien el Fa, y las nociones humanas dominaban mi mente. Critiqué a mi hijo mayor, y en consecuencia peleé con él. Entonces, mi esposo también discutió conmigo. Me sentí infeliz, y le dije: "Si no cultivas tu habla, sufrirás". Mi marido contestó que, si había hecho algo malo, lo toleraría. En consecuencia, surgió la tribulación. En ese momento, ni siquiera me había dado cuenta, así que no esperaba que le causara semejante problema.

Le dije a Shifu: "Me doy cuenta de que he hecho algo malo. Por lo tanto, mejoraré mi camino de cultivación, y estudiaré bien el Fa. Seré estricta con mi cultivación y el habla". Envié pensamientos rectos y eliminé completamente la interferencia y la persecución de las viejas fuerzas, para que no se aprovecharan de la brecha.

Al quinto día, mi marido seguía tosiendo. Me despertó a medianoche y me dijo que oyó a alguien que le decía: "¿Me estás escuchando? Si me escuchas, ya no toserás". Mi esposo le dijo: "Sí, te escucho".

Fue increíble, ya que mi marido dejó de toser. Su fiebre desapareció y se recuperó por completo. Tiró la medicina. Toda nuestra familia le agradece a Shifu por su compasión. Mi esposo dijo emocionado una y otra vez: "Shifu es grandioso. Dafa es súper poderoso. Nunca olvidaré la misericordia y la bondad de Shifu para salvarme".

Ahora, mi esposo escucha las lecciones de Shifu casi todos los días, y me apoya cuando estoy trabajando en proyectos de Dafa.

Durante esta pandemia, dedicamos tiempo para aclarar la verdad y despertar a los seres conscientes. Mi marido ya no discute conmigo. Gracias, Shifu.