(Minghui.org) Los practicantes de la Falun Dafa en Alemania celebraron una conferencia por Internet el 13 de Mayo de 2020. El tema de la conferencia fue "Agradecimientos al Maestro Li (fundador de Falun Dafa), alabanzas a Dafa", y ocho practicantes compartieron sus experiencias de cultivación. Cada uno de los que hablaron dedicó mucho tiempo a llamar a la gente en China para contarle los hechos sobre la persecución a Falun Dafa.

Compartieron muchos ejemplos de cómo aclararon la verdad a la gente en China, especialmente durante la pandemia. También hablaron de cómo el esfuerzo les permitió descubrir sus apegos y ser más compasivos.

Los organizadores de la conferencia están centrando ahora sus esfuerzos de llamadas telefónicas en las personas de China que participaron en la persecución y que trabajan en oficinas gubernamentales, instituciones judiciales, prisiones y departamentos de policía. Los practicantes que participan en el proyecto de llamadas telefónicas hablaron con todo tipo de personas a lo largo de los años y muchos con los que hablaron cambiaron de opinión y desarrollaron una actitud positiva hacia Falun Dafa después de sus llamadas.

Salvar a la gente con compasión y sabiduría

La señora Xinjing llamó una vez a un guardia de la prisión de Panjin mientras él estaba trabajando. El guardia la maldijo y le dijo: "Tengo a uno de ustedes aquí, háblale". La señora Xinjing escuchó una respiración dificultosa y una mala pronunciación y se dio cuenta de que un practicante estaba siendo torturado. Molesta y enojada, le dijo al guardia: "¡Serás castigado por lo que estás haciendo!". El guardia colgó.

La señora Xinjing se dio cuenta de que se había emocionado y perdió la calma. Pasó más tiempo estudiando las enseñanzas de Falun Dafa, consciente de que solo cuando se mejorara podría ayudar a salvar a más gente. Desde entonces, solo tenía un pensamiento antes de hacer una llamada: "Estoy aquí para ayudarte y tú tomarás el teléfono y escucharás".

Un día se sintió enferma con fiebre y quiso acostarse. Se recordó que tenía que hacer llamadas y le pidió al Maestro Li que la ayudara. Ese día más gente respondió a sus llamadas que de costumbre. Una mujer policía se alegró de hablar con ella y dijo: "Entiendo, gracias". También entendió que cuando veía a las personas como familia, se abrían a ella y decían lo que pensaban.

Más compasión trae más sabiduría

La señora Jin Feng llamó a China usando teléfonos de Internet durante más de seis años. Ella se dio cuenta por sus experiencias que la sabiduría para cambiar la mente de la gente sobre Falun Dafa provenía de su compasión y su pensamiento recto, que su compasión provenía de la eliminación de los pensamientos egoístas.

Una vez un oficial de policía comenzó a maldecirla tan pronto como explicó por qué había llamado. Ella sintió lástima por él y dijo: "¿Sabes lo importante que eres? Eres la única persona que puede cumplir con sus responsabilidades con sus padres, su esposa y sus hijos. Solo los practicantes de Falun Dafa aprecian tu vida. No estoy llamando por tu bien, sino por el bien de tu familia". Estuvo callado durante mucho tiempo y luego dijo: "Me avergüenzo de lo que te dije. Ahora lo entiendo". Antes de colgar, le dijo a la señora Jin que esperaba que volviera a llamar.

Tratar a todos como familia

Lisa estaba deprimida y no quería hacer nada cuando estalló la pandemia. El turismo en Europa se paralizó y muchas actividades importantes de Falun Dafa fueron canceladas. No había chinos en los lugares turísticos. Lisa no creía que llamar a la gente para aclarar la verdad fuera tan eficiente como hablar con la gente cara a cara. Pensó que hacer llamadas era una pérdida de tiempo, pero finalmente cambió de opinión. "Gracias al Maestro y a un practicante que me dio un número de teléfono para intentarlo, empecé a hacer llamadas".

Gradualmente se dio cuenta de que hacer llamadas telefónicas era la mejor manera de aclarar la verdad a los chinos en las circunstancias actuales. Todavía era reacia a sentarse todo el día para hacer llamadas. Tampoco podía ayudar a tanta gente a dejar el partido comunista chino (PCCh) como cuando hablaba con la gente en grupos cara a cara. Miró hacia adentro y encontró su impaciencia y su apego a la cantidad de gente que ayudó a renunciar.

Lisa habló una vez con una funcionaria pública que le dijo que su vida en China estaba bien y que no quería escucharla criticar al PCCh. Lisa le dijo que tuvo una buena vida cuando vivió en China, pero que nunca se sintió segura en esa sociedad degenerada. Además, ella estaba descontenta con toda la injusticia de la sociedad china. Luego habló de cómo la práctica de Falun Dafa la había hecho más optimista y segura. La mujer hizo muchas preguntas y Lisa las respondió todas, como si estuviera hablando con un familiar. Al final, la funcionaria renunció al PCCh.

Beneficios de participar en la Conferencia

La señora He se inspiró después de escuchar las experiencias de otros practicantes. Pensó que reunir a todos para hablar de hacer llamadas telefónicas era una buena idea. Sintió el incentivo de hacer llamadas todos los días. También creía que no tenía suficiente compasión para tratar a todos como familia. "Nuestro estado mental puede cambiar a las personas con las que hablamos", dijo.

La señora Cheng se sorprendió cuando escuchó que un practicante había ayudado a más de 20.000 personas a dejar el PCCh. "No fue fácil de hacer. Habló de cómo había respondido en diferentes situaciones. Era importante que yo lo supiera".

La señora Cheng había intentado hacer llamadas dos semanas antes de la conferencia, pero de las 30 personas a las que llamó, no había ayudado a ninguna a renunciar al PCCh. "Cuando la señora Jin Feng habló de tener compasión, realmente me inspiró", dijo la señora Cheng.

La señora Cheng llamó a una anciana al día siguiente de la Conferencia que nunca se afilió a ninguna organización del PCCh. La animó a recitar con ella "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". La mujer recitó las frases muchas veces y la señora Cheng también le explicó pacientemente a la mujer lo que significaba cada palabra. "Me conmovió mucho cuando ella recitó conmigo en voz alta por teléfono. Creo que fue mi compasión la que la animó a hacerlo".

Hacer las llamadas ayudó a la señora Cheng a darse cuenta de que todavía hay mucha gente en China esperando escuchar la verdad sobre Falun Dafa. "No podemos desanimarnos solo porque alguien nos grite o nos regañe. Tenemos que seguir adelante para asegurarnos de que entiendan la verdad".