(Minghui.org) Estoy en mis 40 y tengo una tienda en una ciudad donde vendo incienso para la gente que presenta sus respetos a los fo y dioses. Perdí un bolso con dinero y cosas de valor el año pasado. Gracias al Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa, lo recuperé.

Una anciana que es practicante de Falun Dafa encontró el bolso e hizo un viaje especialmente para devolvérmelo. Aunque fue hace un año atrás, todavía recuerdo lo que pasó. Nunca olvidaré ese día maravilloso. Estoy eternamente agradecido al Maestro Li enseñarle a la gente a ser honesta.

Estaba andando en mi motocicleta ese día para comprar mercadería. No sé qué pasó, pero perdí el bolso que llevaba. En este tenía mi identificación, celular, pulsera de oro, y unos 7000 yuanes. Estaba muy enojado y recorrí el camino que hice en reversa para buscarlo. Pensé: “Se acabó. Nunca más recuperaré mi bolso. La gente simplemente ya no es honesta – no hay estándares morales. Quien sea que lo encuentre se alegrará. ¿Qué esperanzas tengo de recuperarlo? Solo me puedo culpar a mí mismo por tener mala suerte”.

Esa misma tarde, una mujer en sus 70 guiada por una persona de la aldea vino a mi tienda. Tenía una discapacidad en la pierna y estaba en silla de ruedas. Tenía una apariencia bondadosa y saludable. Sacó una tarjeta de identificación y preguntó si era mía. Me dijo que había encontrado mi bolso y me pidió que fuera con ella a recuperarla.

Yo estaba muy contento. Me dijo que practicaba Falun Dafa y seguía los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Su Maestro le enseñó a ser considerada hacia los demás, así que cuando encontró mi bolso, el primer pensamiento que tuvo fue que su dueño debe estar preocupado. Sabía que tenía que devolverlo. Así que se llevó el bolso a su casa.

Su hijo vio lo que había en el bolso y se negó a devolverlo. Eran pobres y realmente podrían haber usado el dinero. Dejó el bolso en el segundo piso y se fue. Como ella era discapacitada, nunca había subido las escaleras. Con gran dificultad, subió las escaleras y tomó el bolso. Encontró la identificación y buscó su dueño con la dirección. Uno de sus parientes que vive en la aldea la llevó hasta mi tienda.

Su historia me conmovió. Admirado, derramé algunas lágrimas.

La seguí a su casa. Era una propiedad venida abajo y con apenas algunos muebles. Me devolvió el bolso y me preguntó si faltaba algo. Todo estaba allí: dinero, pulsera, y celular. Ella dijo: “Lo siento, la tarjeta del celular no está. La busqué por todos lados. Tal vez mi hijo tenía miedo de que te llame para que vengas a buscar el bolso, así que la sacó y la tiró”.

Le dije: “Gracias. Si alguien más lo hubiera encontrado, nunca lo habría recuperado. Realmente no sé cómo agradecerle. ¿Le puedo dar un regalo?” Ella dijo: “Trabajas duro en tu negocio para ganarte la vida. Yo solo hice lo que un practicante de Falun Dafa tiene que hacer.” Se negó a recibir nada.

Al regresar a mi casa, me sentí mal y le compré algunos regalos. Pero sin importar cuánto le rogara, se negaba a aceptarlos. No tuve más opción que dejar los regalos y salir corriendo.

Hablando de creencias, soy un budista. Me pregunté a mí mismo: “Si yo me encontrara con algo así ¿habría ido tan lejos como esa practicante de Dafa para hacer lo que corresponde?” La respuesta es que no soy tan virtuoso como ella. Antes, me he encontrado con practicantes que me explicaron sobre Falun Dafa y limpiaron las mentiras propagadas por el régimen comunista, así que tenía una buena impresión de esta práctica espiritual. Pero desde ese día, después de ser testigo de la bondad de esta señora, tengo el mayor de los respetos por Falun Dafa y el Maestro Li.

No sé cómo puedo alguna vez pagar a Dafa por cómo me ha bendecido. En esta ocasión del cumpleaños del Maestro Li, me gustaría desearle un Feliz Cumpleaños. Festejo la grandeza de Falun Dafa. Gracias, practicantes de Falun Dafa de buen corazón.