(Minghui.org) Dos días después de que toda la ciudad de Wuhan fuese puesta en cuarentena debido al virus PCCh, las comunidades de nuestra área también fueron puestas en cuarentena. La gente tuvo que registrarse con sus tarjetas de identidad para recibir un pase que les permitiera salir o entrar.

Fui a visitar a un practicante en otra comunidad local, pero me detuvieron a la entrada. Cuando el guardia de seguridad me pidió que mostrara mi pase, le dije que no lo tenía.

Me dijo que podía registrarme para recibir uno, pero me negué. Explicó que el proceso de registro era simple, que solo requería un nombre y un número de teléfono. Aun así, no quería registrarme. Al final, me dio un pase y no tuve que registrarme. Desde entonces puedo visitar a este practicante libremente.

He estado entrando y saliendo de mi comunidad todos los días, pero un día un guardia me preguntó: "Nunca te he visto antes. ¿Vives en esta comunidad?"

Sentí que el Maestro me estaba indicando a través de él que la gente no podrá ver a los practicantes caminando por el camino hacia la divinidad. El Maestro dijo:

“Con el gong liviano, algunas personas pueden ir de un lugar a otro por lo alto, incluso algunos pueden entrar en otros espacios”. (Sexta Lección, Zhuan Falun)

Recité en silencio las palabras del Maestro mientras salía para aclarar la verdad, pero a veces aún tenía miedo. Sentí que el Maestro me estaba animando a través de la pregunta del guardia. El Maestro dijo:

“Las viejas fuerzas no se atreven a oponerse a nuestro esclarecimiento de la verdad o a que salvemos a seres conscientes. La clave es no dejarles que se aprovechen de las lagunas en su estado mental cuando hacen cosas”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Boston, 2002)

Un día, noté que había el doble de guardias en la puerta de nuestra comunidad cuando volvía a casa. Un guardia y una guardia estaban revisando los pases. Cuando me acerqué a ellos, la barrera de la puerta se levantó automáticamente. La mujer preguntó: "¿Tienes un pase?"

El hombre me preguntó: "La barrera se levantó. ¿La has abierto tú?"

Sin pensarlo, murmuré que sí. El hombre dijo: "Ella tiene el pase".

Algunas veces también le aclaré la verdad a los guardias y les dije que recordaran "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" y serían bendecidos.

Cuando la epidemia comenzó, mi familia intentó impedir que saliera para aclarar la verdad. Le pedí ayuda al Maestro. Necesito cumplir mi misión de salvar a la gente y nadie puede interferir o detenerme. Dejaron de querer retenerme en casa.

Todos los días salgo y entro libremente a la comunidad. El guardia levanta la puerta para mí y yo asiento con la cabeza para agradecerle.

El Maestro dijo:

“Con los dizi repletos de pensamientos rectos, el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”. (Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin II)

El Maestro ha arreglado todo para nosotros. Solo necesitamos tener una fe completa en el Maestro y en el Fa y superaremos cualquier dificultad o tribulación.