(Minghui.org) A finales del año pasado una mujer de 80 años murió de un infarto después de sufrir el acoso incesante de las autoridades, debido a su fe en Falun Dafa.

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una antigua disciplina espiritual y de meditación que persigue el partido comunista chino desde 1999.

La Sra. Sima Shufen, de la ciudad de Luoyang, provincia de Henan, fue arrestada el 13 de diciembre de 2019. La policía saqueó su casa y confiscó sus libros de Falun Dafa, su computadora y su impresora. Aunque fue liberada poco después, la policía la amenazó con encarcelarla si no renunciaba a Falun Dafa.

Un grupo de agentes regresaron a su casa el 27 de febrero de 2020, grabó un vídeo y registró la vivienda.

En marzo, el director del comité residencial local usó la epidemia como excusa para evitar que la Sra. Sima saliera a la calle. Ella tenía que presentarse ante ellos cada vez que salía de compras y tenía que regresar dentro del tiempo permitido. Los funcionarios también revisaban las cosas que había comprado antes de dejarla volver a casa.

Tanto el acoso como el saqueo de su hogar traumatizó profundamente a la Sra. Sima. Sufrió un ataque al corazón a mediados de marzo y murió el 25 de marzo de 2020.

Perseguida anteriormente

La Sra. Sima solía trabajar en una fábrica que hacía tuberías de metal. El trabajar intensamente y durante largos periodos la dejó con muchas dolencias. Después de que comenzó a practicar Falun Dafa en 1996, experimentó una rápida mejoría en su salud.

Debido a que apeló por su derecho a practicar Falun Dafa en Beijing, la arrestaron el 30 de diciembre de 2002. La policía intentó extorsionarle 10.000 yuanes. Después de que se negara a pagarlos, presentaron su caso a la fiscalía y, posteriormente, fue sentenciada a cuatro años de prisión.

La policía volvió a registrar su casa el 28 de junio de 2013. Confiscaron sus libros de Falun Dafa, su computadora y su impresora. Permaneció detenida en la comisaría durante cinco horas.

La policía la acosó dos veces más, primero en septiembre de 2015 y luego en mayo de 2017. Obligaron a su hijo a vigilarla y a impedirle que estudiara los libros de Falun Dafa, que hiciera los ejercicios o que se pusiera en contacto con los practicantes locales.