(Minghui.org) Debido al coronavirus, los pueblos y zonas residenciales de los alrededores de Beijing han sido recientemente bloqueados. Carteles como, “Prohibida la entrada a los no residentes” están colocados en las puertas exteriores, vigiladas por guardias de seguridad. No sabía cómo entraría y distribuiría materiales de aclaración de la verdad.

Sin embargo, estaba decidida a aclarar la verdad a la gente. Cuando fui al pueblo, los accesos estaban bloqueados, solo dos puertas estaban abiertas. Cinco guardias de seguridad con chaquetas rojas estaban plantados en frente de una puerta. Me percaté que uno estaba hablando por teléfono. No me preocupe y atravesé la barricada, nadie me detuvo.

Otro día, fui a una zona residencial con un compañero practicante, dos guardias de seguridad con chaquetas rojas estaban vigilando la puerta. Un anciano atravesó la puerta en un triciclo, me di cuenta de que no llevaba máscara, los guardias de seguridad no lo detuvieron, incluso uno lo saludó. Cuando el otro practicante y yo entramos, nadie nos detuvo.

El otro día fui a otra zona residencial, cuatro guardias de seguridad estaban plantados allí. Uno estaba tomando la temperatura a la gente, seguí a una familia de tres personas hasta la puerta y extendí mi brazo para que me tomaran la temperatura. El guarda dijo, “Hecho” después de tomarme la temperatura, entré dentro sin ningún problema.

Recientemente he distribuido unos 200 ejemplares de aclaración de la verdad, me pareció que era bastante seguro. Todos llevan máscaras y los guardias de seguridad no se atreven a pedir a la gente que se las quite, por lo que no pueden saber quién no es residente. No pueden reconocer a la gente ni siquiera con las cámaras de seguridad, de hecho, actualmente es más seguro distribuir materiales.

Muchos practicantes podrían pensar que es difícil entrar en un pueblo o en una zona residencial, pero esta no ha sido mi experiencia. Los guardias de seguridad pueden tomarte la temperatura o pedirte tu dirección o tu número de móvil, pero no lo comprueban.

Deseo que más practicantes hagan lo posible para salir y repartir materiales de aclaración de la verdad. Este es un momento crucial para salvar a más personas. La gente acepta más fácilmente la verdad y quiere ser salvada. Cuando se cerraron las zonas por primera vez, muchos practicantes no supieron que hacer, así que estoy compartiendo lo que hice con ustedes.

Por favor, no dejes que la ansiedad o el miedo te hagan quedarte en casa. Sal, usa tu sabiduría y salva a las personas que se supone que debes salvar.

“¡He estado esperando esto!”

Por un practicante de Falun Dafa en la provincia de Hebei, China.

Antes de que el coronavirus se convirtiera en una epidemia, la gente comenzó a entrar en pánico. A aquellos que vivían fuera de mi pueblo se les prohibió la entrada. Todas las entradas al pueblo estaban bloqueadas, a excepción de una puerta. Los guardias de seguridad estaban plantados en la puerta y tomaban la temperatura a la gente. Los ciudadanos tienen que registrarse cuando entran o salen. No se permite a nadie reunirse o visitar a los demás, cuando la gente sale de sus casas tienen que llevar máscara. Las calles que antes eran bulliciosas se han vuelto desiertas.

La grave situación nos muestra que es urgente salvar a seres conscientes. Salimos del pueblo con las bicicletas a través de pequeños caminos, salimos a salvar a los seres conscientes durante las vacaciones del Año Nuevo Chino.

Una calurosa tarde, montamos en nuestras bicicletas y salimos a salvar a la gente, no pudimos entrar en un pueblo en particular así que buscamos a gente en los campos. Vimos a dos ancianos sentados fuera de su casa, les dimos materiales de aclaración de la verdad y les dijimos cómo mantenerse a salvo durante la epidemia. Uno de ellos pidió más folletos, le di un pequeño recuerdo con la frase “Falun Dafa es bueno”, "Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno”. Sonrió y dijo: “¡He estado esperando esto!”.

Dijo que no estaba afiliado al partido comunista chino (PCCh) ni a ninguna de sus organizaciones. Le dijimos que recordara las dos frases y que sería bendecido.

Fuimos a otro pueblo y nos encontramos a un anciano que ya conocía la verdad sobre Falun Dafa y la persecución, le di un ejemplar del último número del Semanario de Minghuiy le pedí que lo pasara después de leerlo. Me preguntó si teníamos algún DVD, la otra practicante encontró uno en su mochila, dijo que lo pasaría cuando lo hubiera visto.

Nos animó a entrar en el pueblo, dijo: “pueden entrar ya que los guardias no vigilan la puerta de cerca”. Le dijimos que estábamos preocupados, “No importa” dijo: “¡Están salvando a gente!” ¡Gracias Maestro por tus arreglos benévolos!