(Minghui.org) Nací en el área costera de la provincia de Shandong, tengo 66 años. La revolución cultural comenzó antes que terminara la escuela elemental, y mis padres fueron perseguidos por su trasfondo familiar.

Cuando tenía 13 años, tuve que trabajar con la tierra. Luego, trabajé como obrero. Este tipo de trabajo, no era para mí, así que me fui a la casa de mi tía en el noreste de China, cuando me casé. Mi suegra era muy agresiva, y no tenía nadie con quien hablar. Nuestro hijo nació cuando mi esposo estaba afuera de la ciudad, y mi suegra no era de mucha ayuda.

Un vecino me dio una copia de Zhuan Falun, y mi tianmu se abrió. Luego, experimenté ye de enfermedad. Sabía que Shifu me estaba limpiando mi cuerpo. No me preocupé por ello y continué hacienda los ejercicios. Me recuperé en poco tiempo. Shifu me limpió mi cuerpo y eliminó mis enfermedades.

Comportandome como una practicante

Conseguí un trabajo en un hospital comunitario para 50 pacientes en 1997. Tenía que cambiar las sábanas y limpiar las habitaciones y uniformes, un trabajo que era para dos personas. Me pareció que se estaban aprovechando de mí y renuncié. Me quedé en casa por dos años.

El director del hospital me llamó de nuevo para trabajar en 1999. En ese intermedio había comenzado a practicar Dafa, ya no sería quisquillosa con los trabajos. Trabajé muy duramente y no me quejé, ya que fuera o no mi responsabilidad.

Una de mis responsabilidades era llevar Blades de agua caliente a diferentes pisos. Una vez se me cayó el agua caliente en las piernas y me quemé. Aunque me dijeron que ponga pomada, no quise. Tampoco me tomé las dos semanas que los demás se toman cuando se lastiman apenas. En vez estudié el Fa y me recuperé en unos cuantos días.

Considerando las necesidades de los pacientes

El partido comunista chino lanzó la persecución a Falun Gong en 1999. Entendí que el comportamiento de un practicante dejaría expuestas las mentiras.

Cuando un paciente en sus 90 defecó en la cama, sus niños no sabían que hacer. Me pareció que sus hijos nunca habían cuidado un paciente, y tampoco querían rebajarse a limpiar la cama de su padre. A pesar de que no era mi trabajo, lo limpié a él y la cama.

Sus hijos miraron y agradecieron mucho. Dijeron que iban a escribir una carta de agradecimiento por lo que hice, pero les dije que no era necesario. Les expliqué que practicaba Falun Dafa y que estaba siguiendo las enseñanzas de mi maestro sobre cómo ser una buena persona. Esto les dio una oportunidad a los niños de ver cómo es realmente un practicante de Falun Dafa.

Otro paciente, un joven con daño cerebral congénito, estaba en estado vegetativo. Después de que fue operado en un hospital grande, fue transferido a nuestro hospital. Sus padres, ambos en sus 70, gastaron todos sus ahorros en su tratamiento. Cuando ya no les quedaba casi nada, tuvieron engrudo de mijo todos los días.

Sentí pena por ellos, así que les compartí mi comida. Les ayudé a cuidar del joven cuando era necesario. Se conmovieron y dijeron: “¡Falun Dafa es bueno!” Me contaron que su sobrino era policía, y que le dirían que los practicantes de Falun Dafa era buena gente realmente.

Aclarando la verdad

Una mujer de edad mediana no podía hablar después de un derrame. Su esposo a menudo me pedía que lo ayude a cuidarla. Le di algunos folletos de aclaración de la verdad. Me contó que era policía pero que no había perseguido a los practicantes de Falun Gong – estaba a cargo de los registros residenciales. Le pedí que compartiera los materiales con sus colegas, y aceptó.

Unos días después, me contó que uno de sus colegas vio su nombre en una lista de perseguidores en uno de los folletos. Estaba estremecido y se preguntaba cómo había llegado su nombre allí. Dijo que no perseguiría más a los practicantes en el futuro.

Una tarde, cuando estaba lista para irme, un grupo grande de personas llegaron por haberse intoxicado con comida. Algunos vomitaban, otros tenían diarrhea. Ofrecí quedarme para ayudarlos. Les di agua, les coloqué la intravenosa con Suero, y los ayudé a ir al baño. Me quedé hasta las 10 p.m. Estaba muy agradecidos. Algunos querían darme dinero, otros comida, pero rechacé todo.

El director del hospital me dijo en secreto que eran de la estación de TV. Me dijo que no dijera nada sobre Falun Gong. Pensé para mí misma que definitivamente tenía que hablarles sobre Falun Gong si era de la estación de TV. Cuando intentaron darme dinero de nuevo, lo rechacé y les dije que practicaba Falun Dafa, que Falun Dafa es bueno, y que la auto-inmolación de Tiananmen, era una farsa. Al principio estaban asustados y no querían escuchar. Después de unos días en el hospital, ellos me dijeron: “Eres una buena persona. ¡Muy buena!”

Cuando trajeron un hombre paralizado en sus 80, sus hijos vinieron para cuidarlo. Les aclaré la verdad. Su hijo me dijo que era jefe de una comisaría. Le dije que no persiguiera a Falun Gong. Me insultó y se negó a escuchar hablarle de Falun Gong. Sin importar cómo le explicara no me dejaba hablar.

Me dije a mí misma que dejaría que mi comportamiento lo influenciara ya que no aceptaba a Dafa. Siempre que necesitaban ayuda, ofrecí ayudarlos. No solo a ellos, trataba a todos los pacientes por igual. Los pacientes y sus familiares, todos comentaban que yo era una persona buena y genuina. Esto dejó una buena impresión en el jefe de policías, y dejó de estar en contra de Dafa.

Una pareja de ancianos de Mongolia Interior, estaban haciendo turismo cuando la mujer tuvo que ser hospitalizada por una hemorragia. Les dije que Falun Dafa era bueno. El hombre dijo que era soldado y que no estaba en contra de Dafa. Para el momento cuando le dieron el alta a la señora, no tenían más dinero. Nadie excepto yo los quería ayudar. El hombre estaba tan conmovido y me preguntó si quería venir a cenar cuando él pagara la cena para todo el personal del hospital. Le dije que practicaba Dafa y que no me aprovecharía de otros. Se conmovió y no supo qué decir.

Resolviendo resentimientos

Shifu dijo:

“En la religión budista se dice que los seres humanos viven precisamente de acuerdo con el principio de la retribución del yeli. Si le debes, él viene a cobrarse la deuda, si se lleva más de lo que debía obtener, te devolverá el sobrante la próxima vez. Si un hijo no trata a sus padres con devoción filial, en la próxima ronda esto ocurrirá a la inversa; de este modo, va turnándose una y otra vez.” (Zhuan Falun)

Después de estudiar Dafa, entendí que quizás mi suegra no me trataba bien porque yo no la traté bien en vidas previas. Así que dejé de odiarla. Mi esposo solía darle dinero y regalos a sus padres. Cuando me enteré, estuve días peleándome con él. Después de estudiar Dafa, me reconcilié con mi suegra y mis dos cuñadas. Durante las fiestas, llevaba regalos cuando visitaba a mi familia política. Dejé de objetar cuando mi esposo les daba dinero a mi suegra.

Muchas veces había decenas de personas para la cena y no había suficiente espacio en la mesa. Esperé hasta que todos terminaran de comer. Después de la cena, todos se iban a jugar al mahjong. Me dejaban para lavar los platos, limpiar la cocina, y preparar otra comida. No me quejaba.

Mi actitud genuina conmovió a mi suegra. Me hizo un chaleco de lana, algo que nunca había hecho antes. Mi suegra me dijo que le diría a su nieto que se busque una esposa como yo en el futuro. Supe que tenía buenos pensamientos hacia Dafa.

Tengo muchas historias de mi camino de cultivación para contar. Muchas veces no lo hice bien y me sentí deprimida. Pero ahora simplemente escucho las enseñanzas de Shifu hago bien las tres cosas.