(Minghui.org) Mi esposo seguía atentamente los informes de noticias en NTDTV cuando el coronavirus se convirtió una epidemia. No es practicante pero entendió, luego de ver los programas, por qué yo aclaraba la verdad a la gente. Sin embargo, todavía temía que el partido comunista chino (PCCh) lo persiguiera.

Las carreteras que llegan a nuestro pueblo se cerraron inmediatamente después del Año Nuevo Chino y no se permitía salir a nadie. La gente estaba asustada.

Repartiendo materiales de aclaración de la verdad durante el encierro

Estaba en casa, con todos los demás. Pero, después de varios días me di cuenta repentinamente que la gente que permanece encerrada en sus casas deben estar aburridos. Nuestros materiales de aclaración de la verdad les ofrecen esperanza y una nueva visión. Ahora que tienen mucho tiempo para leerlos, podrían estar dispuestos a renunciar a ser miembros del PCCh. Así que comencé a descargar e imprimir las revistas de Minghui.

Como casi no había gente en las calles comencé a distribuir los materiales casa por casa, dejándolos en la puerta. La impresora me dio problemas así que tuve que insertar a mano hoja por hoja en cada revista, lo cual consumía mucho tiempo. Además, yo era la única practicante de Falun Dafa en mi pueblo.

Déjenme explicarles mi situación. Tengo dos hijas, una de 18 años y la otra de 11. Leen Zhuan Falun pero no los nuevos artículos de Shifu. No hacen los ejercicios ni nada para aclarar la verdad a la gente. Mi esposo comenzó a hacer los ejercicios conmigo en la primavera del 2006, pero paró un mes más tarde, y nunca acabó de leer Zhuan Falun. Soy la única practicante de mi zona, así que es mi responsabilidad entregar los materiales a cada casa.

La situación en el área circundante se relajó pasadas unas semanas, así que copié los materiales de clarificación de la verdad en una memoria USB e hice arreglos para encontrarme con las Sras. Xia y Liu de un pueblo próximo. Les conté cuántas copias había distribuido y cómo producirlas.

Ambas son de edad avanzada y ninguna sabía cómo navegar por Internet o descargar algo. En cuanto transferí los archivos de mi memoria USB a la computadora de la Sra. Xia, comenzaron a imprimir los materiales.

Cooperaron muy bien juntas. La Sra. Xia se responsabilizó de la impresión mientras que la Sra. Liu se encargó de la distribución. Pudieron entregar los materiales a los pueblos vecinos, y hasta suministraron a otros practicantes. Hicieron un gran trabajo.

Cuando acabé de cubrir mi pueblo entero supe que necesitaba continuar. Había cinco pueblos al oeste del mío sin practicantes. Pero debido al encierro, llegar allí representaba todo un reto. Pensé en cruzar un campo por la noche, y entrar al pueblo por un costado. Le conté mi plan a la Sra. Xia y le pregunté si podía producir materiales. Inmediatamente me dijo que sí, y ambas se ofrecieron a venir conmigo. Nos encontramos en un lugar previamente acordado. Luego las tres distribuimos los materiales en el pueblo más cercano. Pudimos cubrir más de la mitad del pueblo y regresamos a casa sanas y salvas.

Identificando mis apegos durante las tribulaciones

Tuvimos que preparar los materiales para nuestro siguiente reparto. Acordamos encontrarnos en cierto lugar el 4 de marzo. Cuando llegó la Sra. Liu, me entregó un paquete de papel de tamaño A4. Lo tomé y lo puse en mi canasta. Un hombre a escasos metros comenzó a gritarnos y a caminar en nuestra dirección. Sacó su teléfono móvil y dijo que nos reportaría a la policía.

El hombre es de mi pueblo. Cuando había tratado de aclararle la verdad, no solo se negó a eschucharme, sino que también me insultó. Incluso se negó a tomar los materiales que le ofrecí. Envié pensamientos rectos para eliminar cualquier entidad negativa que lo estuviera controlando. Después de que le hablamos durante un rato, finalmente, dijo que no llamaría a la policía. Sin embargo, continuó insultándonos. Le pedí a la Sra. Liu que se marchara.

Mas tarde, cuando decidí irme aquel hombre me alcanzó. No dejaba de insultarme y de amenazarme con denunciarme a la policía. Traté de ignorarlo. Finalmente le dije: "Adelante", pero insistió en seguirme. Le pregunté: "¿De qué servirá denunciarme?”. Trató de arrebatarme mi canasta, hasta que finalmente se la llevó. Mientras él se dirigía a la oficina del pueblo, yo corrí a casa.

Tan pronto llegué a casa, le dije a mi esposo que alguien me había denunciado, así que llevó rápidamente mi impresora y los libros de Dafa a la casa de su madre para esconderlos. No dejaba de enviar pensamientos rectos. Después de un rato, el jefe del pueblo lo llamó y le dijo que nos presentáramos en su oficina. Cuando llevaba más de 20 minutos enviando pensamientos rectos, recordé lo que Shifu nos dijo:

"Recuerden: Siempre que ocurra un problema, allí es donde necesitas esclarecer los hechos" (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).

Así que fui a la oficina del pueblo. Tan pronto como entré, saludé a todos. El jefe del pueblo me preguntó si tenía que reportarme a la policía. Le indiqué que yo no había hecho nada malo. Luego le expliqué que ese hombre me insultó, me amenazó y me arrebató mi canasta. El hombre que me denunció se encontraba furioso y gritó que era yo quien me había metido en este problema. Después de que lo cuestionara, no dijo nada más. Aún así, acto seguido me amenazó y dijo que me denunciaría cada vez que me viera.

El jefe del pueblo dijo que ya que el PCCh no nos permitía practicar Falun Dafa deberíamos obedecer. Contesté que la constitución china garantiza la libertad de religión. Que el PCCh nos perseguía. Me respondió que me dejaba ir por esta vez, pero que la próxima vez no me protegería. Le dije que continuaría practicando, ya que Falun Dafa era verdaderamente maravilloso. Coincidió con lo que le dije. Le dio el papel a mi esposo y me pidió que me fuera a casa.

Cuando llegué a casa no me podía calmar. Aunque envié pensamientos rectos, todavía no podía calmarme. También tenía dificultades en enfocarme mientras leía el Fa. Comencé a recitar el Fa, y tan pronto comencé a hacerlo, sentí que mi estado de cultivación mejoró. Era hasta capaz de escribir dos párrafos del Fa de memoria.

Mi esposo regresó a casa del trabajo y le preparé la comida. Mientras estaba copiando el Fa, lo escuché hablar por WeChat. Mencionó que alguien me había denunciado. ¡Cuando escuché aquello, inmediatamente, me sentí desequilibrada! Me olvidé de todo lo referente a mantener el xinxing y comencé a descargar mi enojo con él. No me respondió nada. Sin embargo, cuando me calmé, me dio una cachetada.

Me di cuenta que esto había ocurrido porque tenía un apego al resentimiento. Resentimiento hacia el hombre que me reportó. En lugar de eliminar aquel apego, me había dejado llevar por el al punto de enojarme con mi esposo. Por esta razón no podía enfocarme cuando leía las enseñanzas, o enviaba pensamientos rectos, y siempre me sentía agitada.

Cuando reflexioné sobre por qué fui reportada, consideré dos posibilidades. Una era que cuando estamos haciendo la cosa más recta, como es clarificar la verdad a la gente y salvarla, esto asusta a los elementos negativos en otras dimensiones. Así que manipulan a la gente para que interfieran con nosotros.

La otra razón era que todavía no había eliminado mis apegos, tales como la lujuria. Tras este incidente he decidido eliminar mis apegos, para que no vuelvan a interferir con mi habilidad de salvar a la gente.