(Minghui.org) Chang Shan-He, de 76 años, comenzó a practicar Falun Dafa en el 2000. Se jubiló hace 20 años, y desde entonces ha estado distribuyendo información de Falun Dafa a las personas alrededor del mundo.

Recordó: “Practiqué Tai Chi por 25 años en un esfuerzo por mejorar mi salud. Pero no dejaba de sufrir tres enfermedades. Sin embargo, después de empezar a practicar Falun Dafa, en un corto período mi gota, mis dolores musculares y los osteolitos cervicales (espolones óseos), desaparecieron. ¡Entonces decidí dejar de practicar Tai Chi!

“Me tomó seis meses leer Zhuan Falun (el libro principal de Falun Dafa). En mi primera lectura supuse que el libro enseñaba cómo ser una persona buena y bondadosa. Pero después descubrí que el libro estaba en realidad revelándome el sentido de la vida, así ¡como el verdadero propósito de la vida!”.

Cuando Chang se enteró de que había cumplido los requisitos mínimos para solicitar la jubilación, llevaba un año practicando Falun Gong. Pensó: “¡Falun Dafa es tan bueno! Si me puedo jubilar ¡Con los cheques mensuales de mi pensión podré participar en conferencias de intercambio de experiencias, aclarar la verdad, y ayudar a la gente a entender la belleza de Falun Gong!".

Con el apoyo de su familia, Chang comenzó a usar una buena parte de su pensión mensual para comprar materiales de aclaración de la verdad, como DVD, volantes, periódicos, folletos, y marcadores de libros.

"La mayoría de la gente valoraría mucho que su médico de cabecera le curara sus enfermedades", afirma Chang. "Practicar Falun Gong me permite no solo ser una mejor persona, sino también estar libre de enfermedades. Así que, por supuesto, ¡las palabras no pueden describir cuánto lo aprecio!".

“Además, tomo el dinero ligeramente y lo uso para que tanta gente como sea posible conozca esta práctica espiritual. Es una gran tarea para hacer”.

Donde quiera que va, lleva consigo una bolsa plástica con materiales informativos bien diseñados y bien escritos sobre Falun Dafa.

Chang Shan-He demostrando uno de los ejercicios de Falun Dafa

“Aprovecho cada oportunidad y le doy a conocer Falun Dafa a cada persona con la que me encuentro”, asegura.

“El Maestro Li dice que cada persona con la que nos encontramos tiene una relación predestinada. Así que es importante dejarles saber sobre Falun Dafa y la persecución en China. Esto es lo que todas las personas han estado esperando escuchar durante muchas eras”.

Aprendiendo idiomas extranjeros para aclarar mejor la verdad

No es fácil saludar a los extranjeros antes de empezar una conversación con ellos sobre Falun Dafa. “Cuando al principio comencé a hablarle a las personas sobre la práctica, no era muy bueno haciéndolo. Por lo tanto, a menudo me sentía avergonzado cuando me encontraba con cierto rechazo”.

Luego Chang pensó: “Estoy haciendo la cosa más recta en el mundo. Por lo tanto ¡no hay nada que temer!”. Con fuertes pensamientos rectos, todos sus pensamientos egoístas y sus miedos, se desvanecieron.

Desde que viaja regularmente a través del mundo hablándole a la gente sobre Falun Dafa, inevitablemente se encuentra con personas que hablan diferentes idiomas.

“Le pedía a los practicantes locales que me enseñaran cómo saludar a las personas en su idioma”, explica Chang. “Cuando las personas me escuchan saludarlos en su dialecto local, miran sorprendidos y felices, y están mucho más receptibles a aceptar mis volantes y saber la verdad sobre Falun Dafa”.

Chang ha clarificado la verdad en Italia, Suiza, Suecia, Francia, Indonesia, Tailandia, Japón, Hong Kong, Canadá, Estados Unidos y Saipán, situada en las Islas Marianas del Norte.

“Mi corazón es diferente al de la gente común”, señala Chang. “Cuando llegué al museo del Louvre en París, me di cuenta que algunos practicantes estaban muy ocupados, mientras que otros carecían de recursos financieros para pagar los folletos relacionados con Dafa”.

“Desde que tengo ambos, la pensión y el tiempo, siempre estoy dispuesto a distribuir materiales, tocar los tambores en los desfiles locales de Falun Dafa, participar de diferentes exhibiciones de Dafa y, en general, ayudar donde y cuando sea que me necesiten. Esto es exactamente lo que he estado haciendo durante los últimos 20 años”.

“Algunas veces, cuando estaba delante de los carteles de Falun Dafa, me daba cuenta de que algunos turistas chinos tenían miedo de aceptar los volantes o las revistas que repartimos”.

Por eso, preparó abanicos de papel para los calurosos meses de verano, y bolsas de regalo durante el Año Nuevo Chino. Cuando se los entregaba a los turistas chinos, se sorprendían y se alegraban.

Cuando se encuentra con niños, les da juguetes que algunos practicantes no necesitan más, y materiales relacionados con Dafa a sus padres. Ambos, adultos y niños, ¡quedan muy agradecidos a Chang!