(Minghui.org) El 10 de marzo de 2020, Xi Jinping, líder del partido comunista chino (PCCh), visitó la ciudad de Wuhan, devastada por el virus, cinco días después de que el vice premier Sun Chunlan la visitara y fuera interrumpido por varios residentes que le gritaron: "¡Falso, falso! ¡Todo es falso!".

Muchos ven la visita sorpresa de Xi a Wuhan como un espectáculo político para promocionarse, salvar la cara del partido, e impulsar el relato de que el brote de coronavirus se detuvo y que la gente está a salvo para volver al trabajo.

Según un artículo publicado por Forbes el 17 de marzo, titulado "El coronavirus causa un dramático colapso de la economía china", la producción industrial, un indicador de la actividad manufacturera, minera y de servicios públicos, cayó un 13,5% en enero y febrero en comparación con el mismo período del año pasado y es "la primera caída importante desde el final de la revolución cultural, en 1976".

Desesperado por rescatar la economía, el PCCh está presionando fuertemente para reabrir fábricas y empresas, a pesar de que la epidemia aún no cesa. Mientras tanto, también está utilizando los medios de propaganda estatales para cambiar el relato sobre el coronavirus para glorificarse a sí mismo y a su sistema totalitario, así como para culpar sobre el origen del virus de Wuhan al extranjero.

Durante una conferencia el 6 de marzo, Wang Zhonglin, el secretario del partido en Wuhan, pidió la "educación de la gratitud" por parte de los residentes locales al PCCh por sus esfuerzos en el manejo del brote. Sus observaciones provocaron la reacción de muchos chinos.

En "Nuestra vida es tan dulce como la miel", un artículo de fondo publicado en el diario del pueblo el 29 de febrero de 2020, los medios de comunicación estatales chinos están presionando para que se publiquen más artículos que alaben al PCCh por sus "exitosos esfuerzos" para contener el virus, mientras que el relato de los casos de infección recientemente confirmados son todos "importados" de países como Irán, Italia y Corea del Sur, donde la epidemia está explotando.

En la provincia de Shandong, muchos barrios han estado reuniendo información de los habitantes en las últimas semanas y se preguntan si tienen parientes que hayan regresado del extranjero recientemente. Algunos de los parientes fueron obligados a entrar en cuarentena. La vigilancia sanitaria de los habitantes, sin embargo, es mucho más descuidada. Algunos empleados del barrio ya no toman la temperatura de las personas cuando entran y salen.

Según The Epoch Times, en las últimas semanas, muchos pacientes con coronavirus fueron despedidos de los hospitales temporales de Wuhan, sin que se les hiciera una tomografía computarizada o pruebas de ADN para confirmar si todavía son portadores del virus. Un médico lo llamó "recuperación política", no "recuperación médica".

Según un corresponsal de Minghui, después de que la mayoría de la gente de un pueblo de Wuhan se infectara con el coronavirus, en lugar de proporcionarles tratamiento médico, el gobierno aisló todo el pueblo. Cada pocos días, enviaban oficiales a llamar a las puertas de los habitantes. Los oficiales se marchaban si escuchaban a la gente hablando dentro. Si nadie respondía a la puerta, entraban y comprobaban si la familia había muerto. Sacaban los cadáveres y los arrojaban directamente a las fosas que habían cavado antes.

En la prisión de Jining, en la provincia de Shandong, más de 200 presos dieron positivo al coronavirus en un día hace unas semanas, pero los casos oficiales de infección antes o después de eso eran todavía cero.

Además del aumento de la censura en Internet y las noticias de propaganda, el PCCh continúa desarrollando su sistema de vigilancia masiva y recolectando grandes datos de cada ciudadano.

En muchas ciudades, entre ellas Dalian (provincia de Liaoning), Hangzhou (provincia de Zhejiang), Xi'an (provincia de Shaanxi) y algunas partes de la provincia de Hubei, las autoridades adoptaron un permiso electrónico para los residentes locales.

Todo aquel que opte por el permiso electrónico tiene que registrarse en WeChat, la plataforma de medios de comunicación social única y presentar sus datos personales al comité de residencia o a la administración de la propiedad para su aprobación. Después de su aprobación, estas personas pueden visitar libremente cualquier vecindario local con el permiso electrónico. Toda la información de su ubicación será rastreada por la aplicación.