(Minghui.org) Mi esposa empezó a practicar Falun Dafa en 1996. Cuando el partido comunista chino (PCCh) empezó a perseguir la práctica en julio de 1999, mi esposa fue a Beijing para apelar. Posteriormente, se convirtió en un objetivo de la persecución en nuestra área.

Fue arrestada numerosas veces y enviada a centros de lavado del cerebro y campos de trabajos forzados. Cada vez que llegaba la policía, yo escondía rápidamente los libros de Falun Dafa y el retrato del Maestro. Cuando forzaban la entrada, yo les bloqueaba la puerta e impedía que entraran a la casa. Les gritaba: “Todos los practicantes de Falun Dafa son buenas personas. Se supone que ustedes protegen a las personas en lugar de perseguir a la gente buena. Están cometiendo un crimen. Nunca les dejaré entrar”.

Sé que Falun Dafa es bueno. Cuando alguien repite la propaganda del PCCh y habla mal de Falun Dafa, le digo: “Falun Dafa es excelente. Mi esposa es practicante. Está muy sana. No ha tomado ninguna medicamento en veinte años. También es muy considerada con mis padres”.

Apoyo mucho a mi esposa en su cultivación, y el resto de practicantes vienen a mi casa a hacer los ejercicios. A menudo salgo con mi esposa a distribuir información sobre Falun Dafa para que más gente pueda conocer la verdad sobre los hechos. Como salen de noche, me preocupaba su seguridad así que decidí unirme y ayudarlos.

Durante muchos años mi esposa me invitó a practicar con ella, pero yo no podía dejar de fumar, de beber y de jugar al Mah Jong.

El Maestro me cuida

Una noche a eso de las once, de pronto sentí un dolor en el pecho. El dolor era insoportable. Sentía como si me estuvieran arrancando el corazón. Le dije a mi esposa que no podía tolerar el dolor y le pedí que me llevara al hospital.

Mi esposa dijo: “Sé que crees en el Maestro y en Dafa. Di ahora mismo: 'Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'”.

“Creo”, afirmé. Así que dije en voz alta: '”Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.

Mi esposa también repitió las palabras en voz alta. Luego, le pidió al Maestro que me salvara. El dolor disminuyó. Me relajé y dormí. Cuando me desperté a la mañana siguiente, me sentía bien; como si no hubiera pasado nada.

En otra ocasión, tosí muy fuerte durante mucho tiempo, al punto que no podía respirar y me desmayé. Mi esposa me contó más tarde que ella y mi sobrina no lograban hacerme reaccionar. Pensaron en el Maestro y en voz alta dijeron: “Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Entonces recuperé la conciencia. ¡El Maestro me había salvado otra vez! Es verdad que cuando una persona practica, la familia entera se beneficia.

La gente empezó a entrar en pánico cuando estalló el brote de coronavirus durante el Año Nuevo Chino. ¿Por qué yo estoy tan tranquilo? Siempre uso un amuleto con las palabras: “Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'”. Sé que el Maestro me protege. No albergo nada de temor en mi corazón.