(Minghui.org) Cuando mi amigo Chen llamó recientemente a sus padres en China, se sorprendió al enterarse cuánto sabían sobre Grand Princess, un crucero que recientemente atracó en aguas de California debido a casos sospechosos de coronavirus a bordo. Sus padres tenían una gran cantidad de información sobre la situación, incluyendo cuántos pasajeros y miembros de la tripulación estaban a bordo, cuántos habían sido examinados y cuántos casos de COVID-19 fueron confirmados.

"Todos nuestros vecinos están hablando de esto: la situación del coronavirus en los Estados Unidos es realmente mala", agregó su padre.

Chen preguntó sobre la situación actual en China. "Todo está bajo control, gracias a la transparencia informativa del gobierno", respondió su padre. "Lo sé todo". Dijo que el crédito debería ser para el partido comunitario chino (PCCh) por sus esfuerzos para contener y controlar el virus.

Chen le contó a su padre sobre un caso del que había oído hablar de un exvecino que vivía en el complejo residencial de una universidad china. "Alguien en la universidad fue infectado con coronavirus y murió antes de ser enviado al hospital".

Chen le preguntó a su padre si este caso estaba incluido en las cifras oficiales.

"¿Cómo puedo saber?", respondió su padre, agregando que el gobierno había emitido una política que las personas que difundían rumores sobre el coronavirus enfrentarían consecuencias.

Cuando escuchó esto, Chen explicó a sus padres, dos profesionales altamente educados, que “la transparencia de la información se basa en la veracidad y la precisión. Si deseo verificar la información de virus relacionada con el crucero en California, podría llamar a la compañía de cruceros o a las agencias de salud en California. Del mismo modo, debería poder comunicarse con la universidad o con el departamento de salud local para obtener más detalles sobre ese caso en particular".

"Pero no podemos hacer eso", interrumpió su madre. "La gente cuestionaría por qué estamos preguntando al respecto; no me gustaría meternos en problemas".

"Si ese es el caso", respondió Chen, "entonces la llamada transparencia informativa que describieron en realidad se alimenta de cualquier propaganda que el gobierno quiere que la gente sepa". Sus padres se callaron.

"No quiero meterme en problemas"

Chen me dijo que había tenido conversaciones similares con sus padres antes. Su padre no le creyó en absoluto cuando dijo que practicantes inocentes de Falun Gong estaban siendo perseguidos en China por su creencia en la Verdad-Benevolencia-Tolerancia y que algunos incluso habían perdido la vida debido a la tortura.

Unos días después, Chen encontró un caso reportado en Minghui.org. Se trataba de una joven en el barrio de su padre que murió mientras estaba detenida después de menos de 10 días de ser arrestada por practicar Falun Gong. La madre de la practicante fue amenazada para que no llore ni le diga a los demás cuando se le ordenó recoger las cenizas de su hija.

El padre de Chen negó que hubiera persecución, y mucho menos muertes, de practicantes de Falun Gong. Chen lo retó a verificar el caso ya que la joven vivía cerca. Su padre dijo que lo investigaría, pero no hizo nada incluso después de un mes. Finalmente admitió que no tuvo el coraje de verificar el caso. "Es lo que es. Solo soy una persona común; no quiero meterme en problemas".

Diferentes opiniones suprimidas

Según los Defensores de los Derechos Humanos de China, una organización sin fines de lucro con sede en Washington, D.C., los funcionarios chinos arrestaron al menos a 325 residentes entre el 22 y el 28 de enero solo por difundir información sobre el coronavirus en China. La mayoría de ellos fueron acusados de "difundir rumores", "crear pánico" o "intentar perturbar el orden social". Fueron castigados con detención, multas o educación disciplinaria.

Fang Bin, residente de Wuhan, tomó videos relacionados con la epidemia de coronavirus y los publicó en YouTube el 25 de enero de 2020, dos días después del cierre de la ciudad. El 1 de febrero, tomó imágenes de video en cinco hospitales, incluido uno que transfirió 8 cadáveres en 5 minutos, y lo mostró nuevamente en YouTube.

Fang fue arrestado esa noche a las 7 p.m., por agentes de policía vestidos como profesionales de la salud, informó el Los Angeles Times el 3 de febrero en un artículo titulado “Filmó cadáveres de víctimas de coronavirus en China. Entonces la policía irrumpió en su casa". Más tarde, Fang fue liberado debido a la presión del público y de los informes de los medios de comunicación extranjeros, pero fue arrestado nuevamente el 10 de febrero y se desconoce su paradero.

Durante una reunión en el distrito de Minhang, Shanghai, el 28 de febrero, el secretario del partido, Ni Yaoming, se refirió a la censura de información del PCCh como una "guerra en el Internet" que "promueve las políticas gubernamentales", "monitorea la opinión pública en el Internet" y "controla estrictamente la información en el Internet".

Según los expertos, mientras que el coronavirus se ha extendido a más de 100 países, la propaganda del PCCh ha cambiado su estrategia de la siguiente manera: 1) desviando la atención de los ciudadanos chinos a la propagación del coronavirus fuera de China; 2) alardeando sobre la capacidad del PCCh para controlar la epidemia; y 3) trasladando la culpa a los EE. UU. difundiendo teorías de conspiración de que el virus realmente se originó en los EE. UU.

No es de extrañar que los padres de mi amigo Chen fueran inducidos a creer que el PCCh ha hecho un gran trabajo controlando la epidemia.