(Minghui.org) La cifra oficial de muertes por el nuevo brote del coronavirus ya ha sobrepasado las producidas por el virus SARS de hace 17 años, pero muchos expertos alertan que el número real podría ser mucho mayor.

Según una entrevista exclusiva de un reportero encubierto de la Gran Época, un alto funcionario del crematorio de Wuhan reveló que el número diario se ha disparado desde el 22 de enero, alcanzando un máximo de 127 cuerpos el 3 de febrero.

El funcionario añadió que era unas cuatro o cinco veces el número habitual de cuerpos. Se quejó de que están muy faltos de personal y han tenido que trabajar casi todo el día para terminar.

Otras cuatro funerarias de Wuhan también informaron del aumento de ingresos, basados en llamadas secretas y las declaraciones de los empleados del crematorio.

Se informó que las autoridades locales están restringiendo los kits de diagnóstico a los hospitales con el fin de controlar el número de nuevas infecciones confirmadas. A muchas personas con síntomas se les dijo que se fueran a casa y que se pusieran en cuarentena, sin haberles hecho nunca la prueba.

Chen Bingzhong, un exfuncionario del Ministerio de Salud de China, dijo a la Gran Época que la epidemia está fuera de control y Wuhan está en una situación muy peligrosa.

El 1 de febrero, el medio de comunicación Tencent mostró brevemente una cifra de muertos de 24.589 y 154.023 casos de infección, en su “Rastreador de Situaciones Epidémicas”. Las cifras no se mantuvieron por mucho tiempo antes de ser cambiadas para que coincidieran con la versión del gobierno. Pero muchos sospechan que hay alguien detrás filtrando las cifras reales de muertes y de infectados.

Por muy alto que sea el número real de muertes, el régimen comunista está fortaleciendo el control de la información a medida que el coronavirus continúa propagándose. Todo el personal médico tiene prohibido hablar, llamar por teléfono, enviar mensajes de texto, enviar correos, escribir en blogs, chatear sobre el desarrollo de la epidemia y cómo están tratando a sus pacientes. Cualquier “soplón” se enfrenta a un tiempo de prisión de entre tres y siete años.

A continuación, se muestra una breve cronología con la respuesta del gobierno a la epidemia. Está claro que las autoridades conocían el brote mucho antes, pero su tardía respuesta (“para mantener la estabilidad social”) les ha hecho perder la oportunidad de contener el virus, lo que ha resultado en una propagación exponencial del mismo a nivel global.

El 8 de diciembre del 2019, se registró el primer caso de coronavirus en Wuhan.

El 30 de diciembre del 2019, Li Wenliang, un oftalmólogo de Wuhan, envió un mensaje a un chat de grupo formado por exalumnos de la escuela de medicina, advirtiéndoles sobre un nuevo virus similar al SARS.

El 1 de enero del 2020, Li y otros siete médicos fueron arrestados por “difundir rumores”. Este incidente fue emitido en hora pico en la televisión estatal CCTV (Televisión Central de China).

El 3 de enero, la policía amonestó al Dr. Li por publicitar información falsa en Internet. Le advirtieron que se enfrentaría a un nuevo juicio si continuaba con las actividades ilegales.

El 8 de enero, el Dr. Li fue infectado con el coronavirus por una paciente.

El 10 de enero, el Dr. Li empezó a toser y a tener fiebre.

El 11 de enero, la Comisión Municipal de Salud de Wuhan, emitió un comunicado conforme ningún personal médico había contraído el coronavirus y que no había evidencia de la transmisión de la enfermedad de humano a humano.

El 19 de enero, Li Gang, director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Wuhan, dijo: “La epidémica puede ser prevenida y controlada”.

También el 19 de enero, el vecindario de Baibuting en Wuhan organizó la fiesta de Año Nuevo. Más de 40.000 familias asistieron al evento. Los funcionarios de la ciudad dijeron a los periodistas durante el evento, que no se esperaba que el nuevo coronavirus fuera contagioso y que el riesgo de transmisión entre humanos era bajo.

El 20 de enero, Zhong Nanshan, experto en sistema respiratorio y jefe del equipo de la comisión de salud que investiga el brote del nuevo coronavirus, confirmó la transmisión del virus entre humanos y que algunos miembros del personal médico habían sido infectados. Poco después, el número oficial de casos de infección aumentó dramáticamente.

El 21 de enero, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. confirmaron el primer caso en el estado de Washington.

Alrededor de la misma época, la Oficina de Información del Consejo de Estado de Beijing realizó su primera conferencia de prensa sobre el brote.

El 23 de enero, el gobierno de Wuhan anunció el cierre de la ciudad. En dos días, 15 ciudades más en la provincia de Hubei también fueron cerradas. Zhou Xianwang el alcalde de Wuhan, dijo a los periodistas que debido a los viajes de vacaciones, medio millón de personas había abandonado Wuhan antes del cierre, pero que nueve millones de residentes seguían viviendo en la ciudad.

El 27 de enero, en respuesta a las críticas sobre la tardía reacción de la ciudad sobre el virus, Zhou dijo en una entrevista a CCTV que el gobierno local debía esperar la autorización de Beijing antes de revelar información sensible.

El 29 de enero, El Centro de Control y Prevención de Enfermedades Chino y también el de Hubei publicaron un artículo en el New England Journal of Medicine (NEJM) titulado, “Dinámica de transmisión temprana en Wuhan, China, de la nueva neumonía infectada por el coronavirus”.

El artículo concluía que “hay pruebas de que la transmisión entre humanos por contacto próximo se viene produciendo desde mediados de diciembre del 2019”.

El 7 de febrero, el Dr. Li Wenliang , el médico que lo denunció, murió a causa del virus, tenía 34 años.