(Minghui.org) Anteriormente fui arrestada y sentenciada a 5 años de prisión cuando alguien me denunció a las autoridades por esclarecer la verdad en áreas rurales. Cuando fui liberada, amigos y familiares querían que me quedara en casa y practicara sin salir a hablar con la gente sobre Dafa. Pero soy una discípula de Dafa y solo escucho al Maestro Li (el fundador de Dafa). Paso mucho tiempo estudiando el Fa.

El Maestro dijo:

“Si no tomas acción para salvar seres conscientes, no habrás cumplido tu responsabilidad como Dafa dizi y tu cultivación equivale a cero, ya que no se te permite ser Dafa dizi para tu propia perfección es que cargas con una misión monumental” (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IX).

“Todos los seres conscientes están esperando ser salvados, y puedo decirles esto muy clara y ciertamente: si los Dafa dizi no actúan para salvarles, esa gente -sin importar en qué rincón del mundo estén-si no los salvan, ellos no tendrán esperanza” (Enseñando el Fa en la reunión de NTDTV, 6 de junio de 2009, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. IX).

Por las enseñanzas del Maestro, supe que salvar a la gente es nuestra misión histórica y nuestra gran responsabilidad. No solo debo hacer las tres cosas, debo hacerlas bien. Desde el 22 de mayo de 2019 comencé a ir a los mercados por la mañana para contarle a la gente sobre Dafa. El primer día ayudé a 5 personas a renunciar al PCCh (partido comunista chino) y a sus organizaciones afiliadas. Esa noche soñé que meditaba cerca de la cima de una montaña alta. Estaba rodeada de nubes. Shifu me estaba animando. Comprendí la urgencia de salvar a la gente.

Haciendo las tres cosas bien

Las tres cosas que Shifu nos pide que hagamos son muy importantes. Tenemos que estudiar bien el Fa, enviar pensamientos rectos y salvar a la gente. No debemos dejar de hacer los ejercicios. Pero ¿cómo encontramos tiempo para hacer todas estas cosas? Duermo menos y tomo mis comidas rápidamente. Cocino suficiente comida para dos días y solo como dos veces al día. Comer es solo una cuestión de mantener mi estómago lleno.

Salgo poco antes de las 5 de la mañana hacia los mercados para aclarar la verdad. Regreso antes de las 6 a. m. para enviar pensamientos rectos. Regreso a los mercados después de enviar pensamientos rectos. Los mercados están a solo 5 minutos de casa a pie. Regreso a casa cuando cierran los mercados y estudio una conferencia después del desayuno. Luego salgo de nuevo para aclarar la verdad a la gente. Me apresuro a casa antes de las 6 p. m. para enviar pensamientos rectos. Después ceno y leo las conferencias del Maestro, el semanario de Minghui o salgo a distribuir materiales. Después de tomar una siesta, hago los cinco juegos de ejercicios.

El Maestro dijo:

“…la práctica de cultivación es la mejor forma de descansar? Ustedes pueden obtener la clase de descanso que no pueden lograr por medio de dormir” (FALUN FOFA Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica).

Extendí mi tiempo para hacer los ejercicios y reduje el tiempo que duermo.

Una vez me quedé dormida y no tuve tiempo suficiente para completar todos los ejercicios. Pensé: como no tengo tiempo, no haré la meditación sentada. Al día siguiente, cuando puse la música del ejercicio, sin importar qué botón presionaba, seguía reproduciendo la música para el quinto ejercicio. Pensé que el reproductor estaba dañado. Entonces recordé que el día anterior me salté la meditación. El quinto grupo de ejercicios no es solo para practicar la postura del loto. Me disculpé con Shifu por tener una idea equivocada. Cuando volví a poner en marcha el reproductor, las cosas volvieron a la normalidad.

Clarificando la verdad

Desde el momento en que salgo por la puerta a las 5 a. m., aprovecho cada minuto para salvar a la gente. Camino junto con quienes van en la misma dirección y hablo mientras caminamos. Si la gente va en la dirección opuesta, me doy la vuelta y camino con ellos, aclarando la verdad al mismo tiempo. Algunos compran muchas cosas y les ayudo a llevar sus bolsas. Cuando les ayudo, son más receptivos a renunciar al PCCh. También recojo bolsas de plástico limpias y se las doy a los aldeanos que venden verduras en el mercado. Quedan encantados y escuchan lo que les digo. Cuando hablo con jóvenes, primero les doy el software para romper el firewall de la Internet antes de sugerirles que renuncien al PCCh.

A un anciano vendedor de verduras miembro del PCCh le aclaré la verdad varias veces, pero se negaba a escuchar. Todos los días cierra la tienda muy tarde y también me quedo hasta el final. Continué explicándole cuando no había nadie alrededor. Un día regresé a su puesto. Antes de abrir la boca él dijo: “Tengo algunas berenjenas. ¿Por qué no las compras? Dije “seguro”. Cuando le pregunté: "¿Quieres renunciar al PCCh?", él sonrió y dijo: "Renuncio". Se me ocurrió un alias y lo ayudé a renunciar al PCCh.

Voy a los mercados matutinos dos veces al día, visito todos los puestos y hablo sin parar. Hago todo lo posible por no saltarme alguna persona.

Una vez fui a una pequeña comunidad para aclarar la verdad. Vi a cuatro ancianas charlando sentadas afuera y me acerqué a ellas. Les hablé de Falun Dafa. Todas, excepto una, aceptaron renunciar al PCCh. Con mucho gusto tomaron los recuerdos con información sobre Dafa.

La mujer que no renunció al PCCh era cristiana. Le dije: “¿Sabes por qué estoy ayudando a la gente a renunciar al PCCh? Es porque ha cometido muchas malas acciones, incluida la persecución a Falun Dafa. La gente está pidiendo que se elimine. Debido a que te uniste a él, puedes estar implicada en sus crímenes. Para estar segura debes renunciar a su membresía". Ella aún dudaba. Continué: “Tú crees en Dios. El PCCh es ateo, pero juraste dar tu vida por él. ¿Cómo te verá Dios? Pensó en lo que le dije y respondió: “Por favor, ayúdame a renunciar. Soy miembro de la liga juvenil".

Cuando regresé, una anciana me jaló del brazo preguntándome: "¿Me reconoces?". Sacó un recuerdo de su bolso y dijo: "Me diste esto". Recordé que era una de las cuatro mujeres mayores a las que les aclaré la verdad. Ella recitó el poema y me dijo que le encantaba recitarlo. Pidió dos más para regalar a sus hijos. Se los di y también dos folletos. Este encuentro me hizo sentir lo magnífico que es salvar seres conscientes.

En otra ocasión en el camino conocí a una pareja de ancianos. El hombre era profesor de una escuela secundaria antes de que se jubilara. Era miembro del partido comunista. La mujer estaba enferma. Los encontré cuatro veces durante seis meses. La primera vez que les aclaré la verdad, el anciano admitió que el PCCh es malo, pero no creía en dioses, Budas o en Falun Dafa.

La segunda vez que los encontré, me evitaron. Los saludé, pero no pude decir nada más. La tercera vez el anciano estaba solo. Le di un folleto y le dije: “Falun Dafa se practica en más de 100 países. Por favor lee esto". Aceptó el folleto.

Lo volví a ver casi dos meses después. Le pregunté: "¿Entiendes después de leer el folleto?". Él sonrió y dijo: “No lo leí. Lo tiré". Le dije: “Está bien si no lo leíste, pero no debes tomarlo y luego tirarlo. ¿Sabes cuánto esfuerzo puse en hacerlo? Él estaba apenado. Explicó que quería leerlo, pero recordó que fue miembro del PCCh durante 42 años. ¿Cómo podía traicionar a la organización? Le dije: "El PCCh te ha estado engañando a ti y a todo el mundo".

Le expliqué cómo el PCCh organizó la farsa de la autoinmolación en la Plaza de Tiananmen para difamar a Falun Dafa. También le dije que sería bendecido si renunciaba al PCCh. No dijo nada. Sabía que lo estaba pensando. Respondió: "Lo que dijiste es correcto". Le dije: “Entonces déjame ayudarte a renunciar a tu membresía. Te daré un alias". Dijo: “No es necesario. Usa mi nombre real". Dije: “Eso es aún mejor. No sabía que eras tan valiente". Sonrió y parecía feliz.

Aclarando la verdad en mi ciudad natal

Para salvar a más personas, me alejé más para aclarar la verdad. A veces iba a pueblos. Otras veces iba a los mercados de los alrededores.

Planeaba ir al mercado de mi ciudad natal para aclarar la verdad. Tuve un sueño. Un grupo de demonios se paró frente a la entrada de mi ciudad natal y dijo: "Te estábamos esperando". Cuando desperté, pensé que muchos demonios querían hacerme daño. Mejor no iría. Debería ir a lugares cercanos a mi casa para aclarar la verdad.

Mis pensamientos rectos se fortalecieron a través del estudio del Fa. Los mercados en mi ciudad natal son enormes y ahí hay pocos practicantes. Si los seres negativos estaban tratando de asustarme, con mayor razón debería ir.

 El Maestro dijo:

“…con el Maestro y el Fa aquí, ¿a qué le pueden temer?” (FALUN FOFA Exponiendo el Fa en Sidney).

"Los Dafa dizi son la esperanza del futuro, los Dafa dizi cargan la responsabilidad histórica de salvar a las multitudes de seres” (Al Fahui de Japón).

En la mañana del siguiente día de mercado en mi ciudad natal, envié pensamientos rectos y subí a mi bicicleta. En el camino envié pensamientos rectos. Después de pasar medio día en el mercado ayudé a 25 personas a renunciar al PCCh. Una persona tomó varios folletos y dijo que me ayudaría a repartirlos. De camino a casa, ayudé a 4 personas a renunciar al PCCh. Nada interfirió ese día. El sueño era solo las viejas fuerzas interfiriendo con mi salvación de la gente. Las personas me agradecieron por hablarles sobre Dafa.

Con frecuencia iba a los mercados de mi ciudad natal y me comunicaba con los practicantes de la zona. Trabajamos juntos para aclarar la verdad a la gente.

Cultivar bien para salvar a más personas

El Maestro dijo:

"Mientras se cultivan bien, hagan bien el trabajo de salvar a los seres conscientes” (Al Fahui en Francia).

Mientras aclaro la verdad a la gente, trabajo duro en mi cultivación. Hago todo lo posible por no enfatizar, discutir o explicar cosas cuando siento que me tratan injustamente. Cuando compro verduras, trato de no escoger ni regatear con el vendedor.

Una vez le explicaba las cosas a un hombre mayor y accedió a renunciar al PCCh.

Su esposa tenía un puesto y vendía cebolletas. Solo le quedaba un manojo de un yuan. Una mujer llegó a comprar, pero solo quería medio manojo. La anciana quería darle la mitad de lo que quedaba, pero la cliente quería escoger ella misma, tomó todas las cebollas buenas y pagó medio yuan. La anciana refunfuñó: “Solo quedan las podridas. ¿Quién querrá comprarlas?". La clienta me miró y dijo: "Puedes vendérselas" y se fue. La anciana preguntó: "¿Comprarías esto?". Pensé: como practicantes, ¿no deberíamos sufrir pérdidas a sabiendas?”. Le respondí que no había problema y le di un yuan. Ella no tenía cambio. Le dije que estaba bien. Me aseguró que me compensaría al día siguiente. Le dije que no se preocupara, que podía irse a casa temprano pues ya había vendido todo. Ella dijo: "Si todos se comportaran como tú, qué lindo sería eso". Se mostró especialmente receptiva cuando le aclaré la verdad y de inmediato accedió a renunciar al PCCh.

Le compré tomates a un anciano. Cuestan 1.80 yuanes. Le di 2 yuanes. Quería darme un poco de cilantro para compensar el cambio. Rechacé su oferta. Cuando quiso poner los tomates en una bolsa, saqué mi propia bolsa y le di todas las bolsas de plástico adicionales que tenía. Dijo alegremente: "Eres una buena persona, pensando en los demás todo el tiempo". Le dije: "Ya que piensas que soy una buena persona, déjame decirte, es porque practico Falun Dafa".

Le hablé de la persecución y de lo maravilloso que es Dafa. Cuando le pedí que renunciara al PCCh, felizmente aceptó.

Un hombre a su lado escuchaba nuestra conversación. Le pedí que también renunciara al PCCh. Justo cuando me iba, el hombre a quien le compré tomates me pidió que le hiciera un favor. El dueño del puesto junto al que vende cebollas había dejado su báscula. Como él no iría al mercado el día siguiente, me pidió que se la devolviera al propietario al otro día. Acepté ayudarlo y tomé la báscula. Justo cuando me iba, el dueño regresó a buscarla. El vendedor de tomates dijo: “Es una buena persona. Le pedí que se la llevara y que te la trajera mañana". El vendedor de cebollas nos agradeció y estaba a punto de irse cuando lo detuve. Le clarifiqué la verdad a él y a su compañero. Ambos renunciaron felizmente a sus afiliaciones al PCCh. Dije: “¿No es esto una bendición disfrazada? No regresaste por tu báscula. Viniste para ser bendecido". Todos reímos.

Seres conscientes bendecidos después de conocer la verdad

Una mañana vi a una mujer de unos 50 años vendiendo verduras. Me le acerqué y le pregunté: "¿Sabes sobre renunciar al PCCh?". Hizo una reverencia e hizo el gesto de heshi (dos palmas juntas frente al pecho). Sacó un recuerdo y dijo: "Nos conocimos antes". Ella me dijo dónde y de inmediato recordé. Dijo que fue atropellada por un coche poco después de que le di el recuerdo. Su bicicleta estaba dañada, pero ella estuvo bien.

Me dijo: “No le causé problemas a la persona que me golpeó. Me dio 100 yuanes para reparar la bicicleta y fue a visitarme. Pensé, ¿no estoy protegida por el amuleto? Debo darte las gracias por dármelo". Ella quería darme verduras y cacahuates, pero me negué y le pedí que le agradeciera al Maestro de Falun Dafa.

Conocí a una mujer joven en su segundo año en la universidad. Después que le expliqué las cosas, aceptó renunciar al PCCh. Le dije que recordara que Falun Dafa es bueno, le di un recuerdo y el software para romper el cortafuegos de Internet. Ella me dijo que tuviera cuidado. Luego hizo el gesto de heshi y se inclinó 90 grados. Le dije que le agradeciera a Shifu. Ella asintió con la cabeza, caminó una docena de metros y miró hacia atrás. Una vez más hizo heshi y se volvió a inclinar. Caminó unos pasos y de nuevo volteó, repitiendo el gesto. Me conmoví hasta las lágrimas. Me hizo darme cuenta de lo sagrado que es salvar a la gente.

Conocí a un hombre de unos 50 años y le aclaré la verdad. Me pidió que pusiera atención a la seguridad. La próxima vez que lo vi, le conté más detalles sobre la persecución y cómo se practica Falun Dafa en todo el mundo. Me pidió materiales para aclarar la verdad. Le di varios folletos y un USB con más información. Después de leer los materiales entendió completamente la verdad.

La siguiente vez que nos vimos, me pidió mi número de contacto para poder comunicarse en caso de que necesitara información sobre Dafa. Él dijo: “Hermana, estaré alerta mientras le pides a la gente que renuncie al PCCh. Si causan problemas, les diré que no le pongan las cosas difíciles a una señora mayor. No tengas miedo de hablar. Te protegeré". Le agradecí por su amable pensamiento.

Aclarar la verdad a las personas en persona es como vagar por la sociedad. El Maestro dijo:

“Vagar es algo bastante sufrido; yendo a pie en la sociedad mendigando comida, se encuentra con toda clase de personas que se burlan de él, lo injurian o se aprovechan de él, puede encontrarse con toda clase de situaciones” (Octava Lección, Quien refina gong es quien obtiene el gong, Zhuan Falun).

Esta es en realidad una gran oportunidad para dejar ir los apegos. Me digo que no me moveré sin importar la situación en la que me encuentre. Solo tener un pensamiento en la mente: esclarecer la verdad y salvar a la gente. En el proceso, eliminé muchas nociones humanas como la vanidad, el miedo a la crítica, la impaciencia, etc.

También dejé materiales de aclaración de la verdad en departamentos de pequeñas comunidades, pegué mensajes en lugares públicos, distribuí software para romper el cortafuegos de Internet, preparé y usé billetes con frases impresas sobre Falun Dafa. El año pasado logré que casi 3,000 personas renunciaran al PCCh. Sé que Shifu lo ha arreglado todo. Es tal como dijo el Maestro:

"La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu” (Primera Lección, Por qué refinar gong no hace crecer gong, Zhuan Falun).

“El xiulian es el pilar fundamental, y salvar a la gente es nuestra responsabilidad. Estas dos cosas deben hacerse bien” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015).

Falun Dafa es asombroso

Aunque todavía estoy muy atrasada para alcanzar los requisitos del Fa, Shifu me ha animado mucho. Una vez le aclaraba la verdad a una pareja de ancianos frente a un centro comercial. Ambos renunciaron al PCCh. Sin embargo, la mujer dudó cuando le di un amuleto. Su esposo lo tomó y dijo: "¿De qué hay que temer?". Lo guardó en el bolsillo de su camisa y se fue a dar un paseo. Seguí hablando con la esposa.

Al poco tiempo el hombre regresó y le dijo emocionado a su esposa: “¿Cuánto tiempo hace que me zumban los oídos? ¿Cuántas pastillas he tomado sin mejorar? Pero ahora estoy bien". Preguntó: "¿Es cierto que Dafa puede resolver problemas de salud?". Sonreí y le dije: “No sabía sobre tu problema de oído. Tampoco sé si estás mejor o no. Solo tú lo sabes". Con alegría exclamó: “Estoy bien. Puedo oír con claridad". Seguía agradeciéndome.

Otra pareja de unos 40 años esperaba un taxi. Les hablé de Dafa y aceptaron renunciar al PCCh. De repente, el hombre exclamó: "¡Me dejó de doler la cabeza!". Me dijo que iban al hospital para un chequeo. Estaban llenos de alegría. Después de agradecernos a Shifu y a mí, decidieron ir al hospital. Les pedí que le dijeran a la gente lo que acababan de experimentar para que más gente supiera lo maravilloso que es Dafa. Ellos sonrieron y estuvieron de acuerdo.

Una vez regresé de aclarar la verdad en la ciudad. Monté mi bicicleta. Eran más de las 5 de la tarde y el cielo estaba encapotado. Oscuras nubes pasaban sobre mi cabeza y parecía que estaba a punto de llover. Pensé: déjame llegar a casa antes de que llueva. Aceleré y justo cuando llegué a casa, comenzó a llover. Las palabras no pueden expresar mi gratitud a Shifu.

Debo caminar con más firmeza y decisión el camino ayudando a Shifu en la rectificación del Fa. Espero comportarme como una practicante, no ser afectada por nada de lo que suceda en el mundo humano, cumplir mi misión y seguir al Maestro a casa.