(Minghui.org) Soy arquitecta y comencé a practicar Falun Dafa en 1999. Hace unos años abrí mi propia empresa de diseño arquitectónico. Donde he podido organizar mi horario y también ser capaz de hacer las tres cosas.

Nuestro lugar de trabajo es un buen entorno de cultivación

Trabajar en diseño arquitectónico es bastante exigente, especialmente en ciudades pequeñas. Los clientes no siguen los plazos de tiempo especificados en el contrato. Tratan de ganarle el mayor tiempo posible a la empresa. Tan pronto como se firma el contrato, el cliente comienza a presionar para obtener el diseño final. A veces, el día después de que las especificaciones son proporcionadas, quieren ver un borrador del proyecto al día siguiente. Debido a la feroz competencia entre las empresas de diseño locales, no se atreven a discutir o el acuerdo podría ser cancelado.

Para satisfacer las necesidades de los clientes y mantener el costo bajo, frecuentemente terminábamos el trabajo con mucha antelación. Sin embargo, en el actual ambiente de negocios, los clientes siguen exigiendo cada vez más, presionando para que los plazos de entrega sean aún más ajustados. Al principio, no me di cuenta de que esto era para quitarme el apego a ser impaciente y a ganar dinero. Y simplemente trataba de mantenerme al día con todas sus demandas irrazonables.

Las cosas no mejoraron e incluso empezaron a tomar un mal camino. Por ejemplo, después de que hicimos horas extras y entregamos los diseños, algunos clientes siguieron pidiendo modificaciones. Después de rondas y rondas de horas extras, mis empleados estaban frustrados. De su descontento, me di cuenta de que algo andaba mal en mí. Era hora de quitarme el apego a ser impaciente y a querer obtener beneficios. A veces los clientes me amenazaban: “Si no te das prisa, me iré a otro sitio”. Dejé ir mi ansiedad. Después de abandonar mis apegos, los clientes se relajaron y las peticiones de repetidas modificaciones cesaron.

Antes de comenzar con mi empresa, algunos practicantes trataron de convencerme de que no lo hiciera: “No puedes iniciar una empresa. Eso es un apego a la ganancia. ¿No obstaculizara tu cultivación?”. Pero sentí que debemos cultivarnos en la sociedad común. Aunque el trabajo no es la cultivación, sí proporciona un ambiente para nuestra cultivación y muchos apegos pueden ser expuestos y eliminados.

Al comienzo, mi apego a hacer dinero se hizo evidente. Los clientes suelen retrasarse en los pagos y las agencias gubernamentales son notoriamente lentas. Esto se convirtió en una pesada carga y siempre me preocupaba el hecho de que no me pagasen a tiempo.

Una, vez un departamento del gobierno local me dijo que les enviara la factura dos días antes de un día de fiesta y prometieron asignar algunos fondos para pagarnos. No quería perderme este raro acontecimiento de clientes adelantando el pago, así que me apresuré a contactar con nuestro contable que me dijo que se nos estaban acabando las facturas. Al día siguiente, cuando el contable fue a reponerlas, la persona encargada no estaba y no se pudo hacer ese día. Las vacaciones comenzarían al día siguiente, así que no sabíamos cuándo nos pagarían. Me puse muy molesta. Me quejé y culpé al contable.

Poco después, ocurrió una situación similar y entonces me di cuenta de que estos incidentes estaban destinados a ayudarme a eliminar mis apegos. Decidí eliminar este apego y dejé de culpar al contable. Al día siguiente el contable me dijo que el departamento de impuestos estaba listo para ayudarnos a presentar la factura.

Aclarando la verdad en el lugar de trabajo

Después de que abrí la empresa de diseño, le aclaré la verdad a casi todos los clientes. Cuando había poco tiempo para hablar, les entregaba materiales de aclaración de la verdad y les pedí que los leyeran. También puse materiales de aclaración de la verdad en sobres. Cuando los clientes venían a buscar sus diagramas de diseño, les entregaba todo en el mismo sobre. También aprovechaba cada oportunidad para ayudarles a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus dos organizaciones juveniles asociadas, la liga juvenil comunista y los jóvenes pioneros.

Con el paso de los años ayudé a un gran número de clientes a renunciar al PCCh. Mantengo mis materiales de aclaración de la verdad actualizados y siempre están en mi escritorio.

Un día, una amiga trajo a dos ejecutivos de su compañía a mi empresa para una visita, con la esperanza de proporcionarme algunos negocios. La conversación se centró en las estrategias de diseño y no tuve la oportunidad de hablarles sobre Dafa. Cuando se levantaron para irse, uno de los ejecutivos notó una pintura en el lado del archivador, que decía Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Se sorprendió y dijo: “¿No es esto algo asociado con Falun Dafa?”. Inmediatamente dije: “¡Sí! Falun Dafa es bueno y enseña a la gente a ser amable”. Seguí hablando mientras caminábamos hacia el ascensor.

Más tarde, mi amiga le dijo a uno de mis empleados que me dijera: “Dile a tu jefa que no debe hablar de Falun Dafa cuando la gente venga a tratar sobre diseño. La conversación fue bien, pero cuando nuestro ejecutivo salió de vuestra empresa, cambió de opinión”. Después supe que este ejecutivo acababa de dejar su puesto como jefe de departamento del gobierno para trabajar en esa compañía. La propaganda del PCCh le había lavado el cerebro y no podía aceptar los hechos.

Ellos decidieron dar su proyecto a una empresa diferente. Me dije, que era mi responsabilidad y misión aclarar la verdad. No podía dejar de hacerlo por miedo a perder un cliente. Ayudar al Maestro en la rectificación del Fa y en la salvación de los seres conscientes es el propósito de mi venida a este mundo. Me sentí triste por este ejecutivo; había perdido una oportunidad de ser salvado.

Tuve unas cuantas pruebas más como esta, pero nunca dudé. La mayoría de las personas apreciaban conocer los hechos y yo sabía que serían bendecidas.

Un director ejecutivo de una empresa de desarrollo inmobiliario renunció al PCCh y a sus organizaciones afiliadas con mi ayuda. Le dije que recordara y pronunciara las nueve palabras- “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Él estaba feliz y le dijo a su conductor: “Cada mañana cuando suba al auto, recuérdame que recite las nueve palabras”. Fue bendecido y su negocio comenzó a expandirse.

Una de sus empleadas fue asignada para trabajar en nuestra empresa. Le conté los hechos sobre Falun Dafa y la persecución, y ella renunció al PCCh. Un día, sintió que algo andaba mal en su cuerpo. Fue al hospital y el examen mostró que tenía un tumor maligno en su vientre. El tumor que estaba en una etapa avanzada, ya se había desprendido. No necesitó cirugía o tratamiento de radiación. Después de tomar algunos medicamentos, estaba bien y todavía está sana.

Además de ser bendecidos después de aceptar renunciar al PCCh, muchas personas a las que le aclaré la verdad han cosechado beneficios inmediatos. Un promotor inmobiliario vino una vez a mi oficina con su ayudante para tratar un proyecto de diseño. Él estaba resfriado y se sentía muy enfermo. Se quedó encorvado en el sofá, inclinándose de izquierda a derecha, y siguió suspirando. Viendo que le costaba mucho trabajo estar sentado, le dije que recitara sinceramente: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”. Lo hizo y en pocos minutos, se sintió mejor y comenzó a participar en la conversación. Para cuando se fueron, parecía una persona diferente. Estaba lleno de energía e impaciente por ver la oficina de ventas del nuevo complejo.

Cuando me reuní con él al día siguiente se había recuperado completamente de su resfriado. Le pregunté si pensaba que recitar las nueve palabras ayudaba. Dijo: “¡Sí, eso marcó la diferencia! ¡Son muy efectivas!”. Cuando sus socios de negocios se enfermaban, él les decía: “¡Solamente di, ‘¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-benevolencia-Tolerancia es bueno!’ ¡Es tan sorprendente y verdaderamente poderoso!”.

Negando la interferencia en todos los frentes

En el segundo semestre de 2015 un practicante vino a hablar sobre la producción de rótulos autoadhesivos. El equipo para hacer las pegatinas era voluminoso. Me preguntó si estaba bien instalarlo en mi empresa. Acepté inmediatamente y él lo instaló. A partir de ese día, asumí la responsabilidad de suministrar rótulos autoadhesivos a los practicantes locales. A veces estos carteles tenían una gran demanda y se necesitaban con urgencia. Tuve que imprimirlos durante la noche para no retrasar los esfuerzos de los practicantes en la salvación de los seres conscientes. Si no era conveniente para él pasar a retirarlos, se los entregaría yo.

Al principio, la impresora de chorro de tinta solía bloquearse. Leí cuidadosamente el manual de usuario y le dije a la maquina: “Es tu bendición trabajar con los practicantes durante el periodo de la rectificación del Fa. Recuerda, ‘¡Falun Dafa es bueno!’ Asimílate a Dafa y tendrás un buen futuro”. La máquina estaba conforme. Trabajó duro, y nunca se rompió. Estuvo muy ocupada durante el Año Nuevo Chino. Se producían pinturas de Año Nuevo, caligrafía china con el carácter de “Bendiciones”, y carteles autoadhesivos sin parar.

Tuve el gran honor de ayudar a transmitir estos mensajes a mis compañeros practicantes y a través de ellos, a decenas de miles de hogares. Las pinturas y las obras de caligrafía se volvieron más elaboradas y hermosas cada año. Los practicantes me dijeron: “La gente los aprecia. Algunos piden varios. Cerca del Año Nuevo Chino, la gente busca a los practicantes de Dafa para obtener estas obras de arte. Hay quienes caminan por los mercados de granjeros con la esperanza de encontrarse con los practicantes y obtener las últimas ilustraciones”.

Además de los carteles autoadhesivos, también imprimí folletos de aclaración de la verdad para que los practicantes los distribuyan. Al principio, cuando era una “fecha sensible” del PCCh, es decir, alrededor de ciertos aniversarios en los que el PCCh estaba especialmente preocupado por su control del poder, los compañeros practicantes me pidieron que tuviera cuidado. Algunos me avisaron de que ciertos departamentos del PCCh estaban rastreando la fuente de los suministros. Esto llegó a preocuparme un poco, preguntándome si debía pedir ayuda a los practicantes de fuera de la ciudad, inmediatamente me di cuenta de que este pensamiento era erróneo. ¿No era este mi apego al miedo?

El Maestro dijo:

“…sólo teniendo el corazón sin conmover serán ustedes capaces de manejar todas las situaciones” (Eliminen sus últimos apegos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

“Reflexionen calmadamente acerca de cuántos apegos tienen En cuanto se deshagan de la mentalidad humana, el mal naturalmente desaparecerá” (No estén tristes, Hong Yin (II)).

Me di cuenta de que estas eran pruebas para mi cultivación. Si puedo evitar ser interferida, esta falsa impresión desaparecerá.

Ignoré los “movimientos” del PCCh; solo continué haciendo lo que debía. En mi oficina hay un cuadro con el mensaje “Falun Dafa es bueno” y una caligrafía china donde dice “Bendiciones”. Todos los que entran en mi oficina pueden verla. Podía sentir el poder inmenso del Fa emanando en rayos dorados de estas obras de arte, desintegrando cualquier mal pensamiento. También puse un pareado de Dafa fuera de la puerta de mi casa. Cuando estaba colocando la coplilla, añadí un pensamiento para impedir que alguien con malas intenciones pudiera alcanzar la puerta e hiciera daño. Hace unos años, la policía local lanzó una campaña de “llamar a la puerta”. La puerta principal de nuestro edificio no estaba cerrada con llave. Los oficiales tocaron el timbre, y cuando nadie respondió, simplemente se fueron.

Después de presentar la demanda en 2015 contra Jiang Zemin (el exlíder del PCCh quien inició la persecución contra Falun Dafa en 1999) algunos policías vinieron a mi empresa para acosarme. Después de aclararles los hechos mientras los acompañaba afuera, seguían tergiversando la verdad. Afirmaron que mi capacidad para gestionar mi negocio era todo merito del PCCh. Yo respondí: Tanto el tamaño como el éxito de mi empresa se debe todo al duro trabajo que he realizado”. El PCCh. no me dio un céntimo. Si quieres soluciones de diseño, eres bienvenido aquí. Si estas pensando en perseguir a los practicantes de Dafa, no es necesario que vuelvas”. Ellos no regresaron.

En otra ocasión, un funcionario de la oficina 610 y el jefe de una oficina de administración vinieron a pedirme información de mi registro. Me negué a cumplir. En cambio, les aclaré la verdad sobre Falun Dafa. Aceptaron renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas y no regresaron.

Nuestros pensamientos afectan a nuestro entorno

Últimamente me he dado cuenta de que la perspectiva de uno es un reflejo de su corazón. La materia y el espíritu son lo mismo. Si desarrollamos malos pensamientos, generamos negatividad, que a su vez afecta negativamente a nuestro entorno. Cuando nos encontramos con problemas, debemos evaluar las cosas en base al Fa.

Un hotel cercano a nuestra empresa estaba siendo remodelado. Había escombros y polvo por todas partes. Mientras estaba de pie junto a la impresora envié pensamientos rectos: “¡Escuchen el viento y el polvo! Todos ustedes son seres vivos. Recuerden que ¡Falun Dafa es bueno! Si quieres asimilarte a Dafa. Esta oficina es para producir materiales de aclaración de la verdad y para salvar a los seres conscientes, así que vas a cooperar. No soplen en el cuarto y no se acerquen a los materiales”.

Al día siguiente, hubo un repentino cambio de clima. Comenzó una tormenta y la lluvia golpeó fuertemente las ventanas. Me apresuré a la habitación de la imprenta para cerrar las ventanas. Me sorprendió ver que las gotas de lluvia no entraban en la habitación; solo las pantallas estaban mojadas. Me maravillé de la magnificencia de Falun Dafa, y agradecí a la multitud de seres conscientes y a la miríada de cosas que se habían asimilado a Dafa

Como profesional en el campo de la tecnología, con ingresos anuales de millones de yuanes. Me gustaría decirle a los demás a través de mi experiencia personal que como practicantes de Falun Dafa, con los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia guiando nuestras acciones, con la sabiduría y el entendimiento que Dafa nos otorga, y con nuestra firme creencia de anteponer primero a los demás, no solo podremos hacer un buen trabajo, sino también superarnos.

¡Gracias, Maestro!