(Minghui.org) ¡Saludos, compasivo y venerado Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Fui perseguido y encarcelado ilegalmente en un centro de detención en septiembre de 2019. Me adherí a los requerimientos de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y traté a todos con compasión, incluyendo a los guardias y a los jueces. Además de usar mis palabras y acciones para validar la bondad de Dafa, también usé cada oportunidad para aclarar la verdad. Deseaba ayudar a los guardias de la prisión y a los prisioneros a renunciar al PCCh (partido comunista chino), la liga juvenil y los jóvenes pioneros.

Capitán de guardia confirma que la "autoinmolación de Tiananmen" fue elaborada

Poco después de ser enviado al centro de detención, el guardia me llevó a la enfermería para un chequeo médico obligatorio. Le dije al médico de la prisión: "Estuve enfermo durante muchos años, e incluso estuve a punto de morir cuatro o cinco veces. Sin embargo, después de empezar a practicar Falun Dafa, todas mis enfermedades desaparecieron". Con curiosidad, el doctor me preguntó qué enfermedades tenía. Le dije: "Insomnio, rinitis alérgica, asma, enfisema, enfermedad cardíaca pulmonar, dolor de garganta persistente, gastritis crónica, obstrucción intestinal, espondilosis lumbar y cervical, y depresión mental". El guardia enroscó sus labios con incredulidad: "¡No creo que Falun Dafa haya curado todo eso!". El doctor dijo: "Es posible. Algunas personas dicen que los ejercicios de qigong son beneficiosos".

El guardia se rió, mientras me acompañaba a la salida. Todos los prisioneros deben tener la cabeza rapada, pero yo me negué a que me raparan. El guardia dijo: "Todos los reclusos deben ser afeitados. ¿Por qué se niega?". Yo respondí: "No violé ninguna ley al practicar Falun Dafa. No es ilegal y no cometí ningún crimen. No soy un criminal". En ese momento, un hombre de mediana edad entró a la habitación. El guardia le dijo: "Señor, él se niega a ser afeitado". Cuando el capitán de la policía preguntó por qué, repetí lo que le dije al guardia. El capitán me dijo: "No lo acusamos de violar la ley o de cometer un crimen. No se proporciona champú aquí. ¿No se sentirá incómodo con el pelo sucio?".

Cuando oí su explicación, acepté que me afeitaran. Escuché al capitán de la policía exclamar: "¡Este PCCh es demasiado malo! Incluso arrestan a la gente buena que practica qigong. ¡Están realmente acabados!". Un joven guardia respondió: "Pero, ¿qué hay del incidente de autoinmolación de la Plaza de Tiananmen?". Su capitán inmediatamente dijo: "¡Es una mentira! Yo estaba presente en la Plaza de Tiananmen ese día. ¡Todo fue elaborado!".

Aclarando los hechos con la aprobación del jefe de la prisión

Luego me escoltaron al bloque de celdas donde conocí al jefe de la prisión. Me preguntó mi edad y por qué estaba allí. Le expliqué que estaba encarcelado por practicar Falun Dafa. Preguntó incrédulo: "¿El PCCh considera a los practicantes de Falun Dafa como criminales? Cuénteme más".

Le dije: "Solía estar muy enfermo, hasta el punto de casi morir un par de veces. La medicina china y occidental, los remedios tradicionales, incluso rezar a los dioses y adorar a Buda, todo eso lo hice, pero mis enfermedades seguían empeorando. Entonces empecé a practicar Falun Dafa y mis enfermedades desaparecieron. Falun Dafa enseña a la gente a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Además de mejorar la moralidad, muchos practicantes se han curado de sus enfermedades. Debido a que más de cien millones de personas lo practicaban, el exjefe del PCCh se llenó de celos. Inició la brutal persecución en julio de 1999, y fabricó el incidente de autoinmolación de Tiananmen. Fui arrestado por decirle la verdad a la gente". El jefe de la prisión respondió: "Ya veo. Mañana puede contarle a todo el mundo esta verdad". Mi espíritu se elevó. ¡Shifu me trajo aquí para salvar a estos seres conscientes!

Al día siguiente, el jefe de la prisión me dijo: "Ahora, le puede decir a todos la verdad". Le conté a todos cómo aclaré los hechos de la persecución a un líder del condado mientras estaba encarcelado en otro lugar. Este líder del condado me creyó y posteriormente recibió muchas bendiciones. Después de escuchar mi historia, la mayoría de los prisioneros aceptaron la verdad, y algunos aceptaron inmediatamente renunciar al PCCh. El jefe de la prisión dijo: "Siempre he respetado a su Maestro y a Falun Dafa. Nunca me he opuesto a su práctica".

"Después que me liberen, voy a leer a Zhuan Falun"

A menudo me recordaba que debía prestar atención a mis palabras como hechos y asegurarme que se ajustaran a las normas de un practicante de Dafa. Dejé que otros tomaran prestada mi ropa cuando el clima se volvió frío y compartí mi comida. Como resultado, los otros prisioneros me respetaban.

El jefe de nuestra prisión era muy educado, además tenía un posgrado. Era exvicepresidente de una compañía, que fue encarcelado bajo cargos de abuso de drogas y una estafa de MLM que involucraba cientos de millones de yuanes. Debido a que era miembro del PCCh, comprendió claramente qué tan corrupto es el PCCh, y aceptó renunciar al partido. Sin embargo, el estilo de gestión del PCCh y la cultura del partido permanecían arraigados en él. Trataba a las personas de manera diferente, dependiendo de su percepción de estatus social. También tenía un temperamento agresivo, y a menudo regañaba y golpeaba a los demás. Todo el mundo le daba la espalda.

En contraste, era muy amable conmigo y se negaba a dejarme hacer ciertas tareas o deberes. A veces añadía algunas palabras cuando yo aclaraba los hechos de la persecución. Siempre que practicaba los ejercicios, les decía a los demás que se pusieran delante para que los guardias no me vieran.

A menudo cantaba canciones de Dafa. Un día, el jefe de la prisión me dijo: "Mañana no encenderán la televisión, así que debe enseñarle a todos a cantar esas canciones de Falun Dafa". Canté algunas canciones y le pedí que escogiera una. Él dijo: "La canción 'Despertar' es apropiada. Enséñale a todos a cantarla".

Los guardias me pusieron grilletes en los pies porque me negué a usar el uniforme de la prisión. Cuando vio esto, el jefe de la prisión pidió apresuradamente a su segundo al mando que me trajera un nuevo par de calcetines y me hizo ponérmelos para proteger mis tobillos. También ordenó a dos prisioneros que me ayudaran, porque tenía problemas para moverme. Me levantaron suavemente de la cama.

También me advirtieron: "Sus tobillos se hincharán tanto que no podrá caminar". Pensé: "Soy un practicante de Dafa, esto no va a suceder".

Inicialmente pensé: "Esto es bastante bueno, tengo gente ayudándome día y noche. Nunca había disfrutado de tal trato antes. "Pronto entré en razón. Soy un practicante de Dafa y estoy encadenado; ¿cómo podría practicar los ejercicios? ¿Y si se negaran a quitarme los grilletes? Decidí hacer una huelga de hambre para protestar. Le dije al jefe de la prisión y él me dijo: "Deje de traerse dificultades a usted mismo. ¡Su protesta es inútil! Después de tres días, la oficina de seguridad pública lo enviará al hospital y le dará de comer por la fuerza. No les importa, aunque muera por su alimentación forzada. Para el PCCh, los humanos valen menos que los animales. ¿Por qué invitar el sufrimiento?".

Continué rechazando la comida al día siguiente. En este punto, el guardia le encargó en secreto al jefe de la prisión que se asegurara de que estuviera bien atendido. El jefe de la prisión instruyó así a los prisioneros: "Declararemos una emergencia. Todos deben turnarse para cuidarlo. Dos personas estarán de guardia en cada intervalo, con cambios de turno cada hora. Si surge algún problema, los asignados al turno serán responsables".

Después de algunas deliberaciones, me di cuenta que no debería crear problemas para todos. Les dije: "No hay necesidad de cuidarme así. Ya estoy protegido por Shifu. Estas esposas y grilletes de tobillo no me pueden hacerme daño". A pesar de haber usado esas esposas por más de cinco días, y de haber ayunado por tres días, pude caminar fácilmente y con constancia. Los grilletes tampoco me dejaron marcas en la piel ni me causaron ningún dolor. Todos estaban asombrados.

El jefe de la prisión me dijo esa noche: "Por su comportamiento y sus palabras, he aprendido lo que significa ser verdaderamente recto. Después de mi liberación, debo leer Zhuan Falun yo mismo".

Falun Dafa me protege

Me negué a gritar los lemas del PCCh, a memorizar las reglas de la prisión o a estudiar la propaganda. Cuando se transmitieron los ejercicios de la prisión por el altavoz, en lugar de eso, practiqué los ejercicios de Falun Dafa. Envié firmemente pensamientos rectos en los cuatro tiempos globales para eliminar todos los factores de maldad en el centro de detención, para que los seres conscientes aceptaran la verdad y supieran que Falun Dafa es bueno.

Al principio, usé el uniforme del centro de detención, pero luego me di cuenta que era un practicante de Dafa, no un criminal. ¿Por qué debo usar el uniforme de la prisión?

Recordé las enseñanzas de Shifu:

“’Soy dizi de Li Hongzhi, no deseo otros arreglos ni los reconozco’; entonces ellos no se atreverán a hacer eso. Por lo tanto, todo puede ser resuelto. Cuando realmente pueden hacer eso, no sólo diciéndolo, sino poniéndolo en acción, Shifu definitivamente intercederá por ti” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).

La frase "poniéndolo en acción" aparecía repetidamente en mi mente, y sabía que Shifu me iluminaba y me animaba. Decidí quitarme el uniforme durante la inspección de guardia.

Un día, dos subdirectores, un capitán y tres guardias visitaron la prisión para realizar una inspección. Aproveché la oportunidad. Mientras los prisioneros gritaban consignas, empecé a quitarme la ropa. Tiré el uniforme de la prisión al suelo y les dije a los guardias:

“Soy dizi de Li Hongzhi, no deseo otros arreglos ni los reconozco” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).

Uno de los guardias me agarró del cuello y levantó el puño amenazante. Ante mi calma y firmeza, bajó la mano y me empujó. Los otros guardias se miraron en silencio. Se alejaron después que uno de los subdirectores dijo: "¡Vamos!". Después, el jefe de la prisión me preguntó: "¿Todavía quiere usar el uniforme?". Le respondí firmemente: "No. Ya me lo quité, no lo volveré a usar".

Un día, el guardia encargado de la vigilancia obligó a todos los de mi unidad de prisión a ponerse de pie como castigo por mi rechazo a usar el uniforme. También dirigió la cámara de vigilancia de nuestra unidad carcelaria a la pantalla principal, para que los líderes y el personal de la prisión pudieran ver cómo nos castigaban. Le dije: "Estoy dispuesto a asumir la responsabilidad de mis acciones. Sin embargo, lo que hice no tiene nada que ver con ellos. No debería castigarlos". El guardia inmediatamente instruyó: "Todos los demás siéntense". Después de estar de pie un rato, me di cuenta que soy un practicante de Dafa y no un prisionero. ¿Por qué debo seguir sus instrucciones? Me senté. Sorprendentemente, el guardia que vigilaba nuestra unidad nunca dijo nada.

El guardia vino y le dijo a nuestro jefe de la prisión que la cámara de vigilancia de la unidad de la prisión ahora estaba proyectando la pantalla principal del departamento provincial de seguridad pública. Pensé: "Esta es una buena oportunidad para enviar pensamientos rectos a corta distancia para erradicar todos los factores malignos que persiguen a Dafa en el departamento provincial de seguridad pública del PCCh". Me concentré y envié poderosos pensamientos rectos. Un poderoso campo de energía rodeó instantáneamente mi cuerpo y una ola de calor me envolvió. Las enseñanzas de Shifu seguían apareciendo en mi cabeza:

"Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno".

Todos pensaban que el guardia a cargo de mi unidad de prisión era el más agresivo de todos los guardias. Tenía un aspecto desagradable, una apariencia agresiva y tenía mal carácter. Los otros dijeron que él personalmente le dio un cepillo de dientes a un anciano convicto por asesinato. Esto me demostró que todavía tenía un corazón bondadoso.

Cuando pasó por nuestra unidad carcelaria le dije: "Escuché que le dio a ese anciano convicto un nuevo cepillo de dientes. ¡Usted es realmente una persona amable!". Una ligera sonrisa apareció de repente en su cara. Él contestó felizmente: "Soy una persona amable, ¿no?".

El tercer día después de empezar mi huelga de hambre para protestar por estar encadenado, me llamó a su oficina y me invitó a sentarme. "Hoy, hablemos como si fuéramos amigos". Tal declaración de él no tenía precedentes. Dijo: "No hablaré de trabajo, y usted no hablará de Falun Dafa. ¿Qué le parece?".

Le respondí: "Estoy encarcelado por practicar Falun Dafa. Aparte de hablar de Falun Dafa, ¿qué más puedo decir?". Él sonrió y dijo: "¡Usted hace los ejercicios de Dafa todos los días, pero no puede seguir haciendo los ejercicios todo el día!". Él pensó que yo estaba haciendo los ejercicios cuando estaba enviando pensamientos rectos. Traté de corregirlo: "Los ejercicios requieren más de dos horas para completarse. Esta posición (lo demostré con la palma de la mano en posición vertical) no es una posición de ejercicio. Esta (demostré el loto con mis manos) es un gran loto". El guardia sonrió y agitó su mano: "Muy bien, lo entiendo".

Hablé en voz alta, porque el micrófono de su escritorio transmitía nuestra conversación afuera, permitiendo que cualquiera que pasara escuchara mis palabras. Mientras hablábamos, cinco o seis guardias entraron. Finalmente, su subdirector entró y dijo: "Quítele las esposas".

Uno de los guardias sonrió y llevó al subdirector a la puerta. Después de cerrarla, giró hacia mí y dijo: "Háblenos de Falun Dafa". Les dije sobre Falun Dafa y por qué el PCCh perseguía a los practicantes. Mientras hablaba, ellos seguían haciendo preguntas. Respondí a cada pregunta y les aconsejé que recordaran: "Falun Dafa es bueno. Verdad, Compasión y Tolerancia es bueno".

Como ya era casi la hora del almuerzo, los guardias empezaron a irse. El guardia a cargo de nuestra unidad de prisión me invitó a tomar un vaso de agua. Me negué y dije que no tenía sed. Él exclamó: "¡¿Qué puedo hacer para que la beba?!". Le respondí: "Déjeme hacer los ejercicios de Dafa libremente". Él aceptó inmediatamente.

De repente preguntó: "¿Cuál fue la frase que dijo antes?". Le respondí: "Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno. Falun Dafa es bueno". Él dijo: "Lo tengo. ¿Beberá ahora?". Tomé la botella de agua y me bebí unos cuantos sorbos. Entonces él preguntó: "¿Y volverá a comer?". Acepté y él dijo felizmente: "Bien, recuerde mantener su palabra". Le dije: "¡Lo prometo! Pero a cambio deberá decirle al resto que no interfiera cuando hago los ejercicios".

El guardia estuvo de acuerdo y me quitó las esposas. Luego se puso en cuclillas para abrirme las esposas del tobillo. De repente levantó la cabeza y preguntó: "Verdad-Benevolencia, ¿y qué más?". "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. Falun Dafa es bueno". Él respondió felizmente: "¡lo recordaré!".

(Minghui 17.ª Conferencia para compartir experiencias de cultivación de practicantes de Falun Dafa de China continental)