(Minghui.org) Vivo en el campo y soy analfabeta. Tuve problemas con dolores de estómago, dolor de espalda baja y calambres antes de empezar a practicar Falun Dafa. Cuando empecé a practicar, todos mis problemas de salud desaparecieron.

Cómo aprendí Falun Dafa

Trabajé como niñera en la ciudad durante muchos años. En el año 2010, la señora de la casa donde trabajaba era practicante de Dafa.

Ella me dio un colgante de Dafa y me enseñó a leer los caracteres chinos, “Falun Dafa es bueno”. “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.

Como no sabía leer y tenía que cuidar de su hijo, esta mujer me puso las cintas de audio de las lecciones del Maestro Li Hongzhi. Pensé que era muy bueno porque nos decía cómo ser bondadosos.

Le pedí a la mujer que me enseñara los ejercicios. Ella también me enseñó a leer Lunyu. Ella leía una frase, y yo la seguía. Fue asombroso, memoricé Lunyu en cuatro días.

También empecé a ir con ella cuando salía a contar a la gente los hechos sobre Falun Dafa. Empecé a hablar con la gente siguiendo su ejemplo. Mucha gente con la que hablamos estaba dispuesta a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.

A veces, cuando la persona no quería renunciar después de que ella hablara con ellos, yo entraba en la conversación, y ellos me escuchaban y renunciaban al PCCh.

También aprendí a cantar canciones escritas por otros practicantes. A veces cantaba la canción "Oda a la Gracia del Maestro". Cada vez que cantaba, la persona aceptaba la verdad de Falun Dafa y se daba cuenta de que la persecución del partido comunista chino (PCCh) estaba mal. Esa persona entonces querría renunciar al PCCh. Ahora canto la canción casi todos los días.

En ese momento, el niño que cuidaba pesaba 18 kilos, pero lo llevaba en brazos mientras hacía las tareas domésticas y cocinaba.

También salía para contarle a la gente los hechos sobre Dafa y la persecución. Sentí que estaba llena de energía y que todas mis dolencias habían desaparecido.

Mi empleador me dijo que le preguntara si había alguna palabra que no entendiera

Un tiempo más tarde fui a trabajar para otra familia para cuidar de su hijo de un año. Cuando me preguntaron cuánto quería que me pagaran, les dije que podían pagarme lo que consideraran oportuno. La mujer trabajaba en un banco y su marido era policía.

Por lo general, una niñera cuida del niño o hace las tareas domésticas, pero no ambas cosas. Nada más recoger al niño empezaba a lavar los platos y a limpiar el suelo.

Estaban encantados y dijeron que nunca habían visto una ayudante tan diligente. Me compraron ropa y me dieron un extra para agradecerme, pero me negué a aceptar ese dinero.

En esa época, recitaba poemas de Hong Yin cuando cuidaba al niño. Un día, después de recitar la primera frase de un poema, el niño recitó la siguiente.

La madre se sorprendió mucho y quiso que le recitara otro poema. Acepté y recité la primera frase. El niño entonces recitó la siguiente frase. La madre levantó a su hijo y dijo: "¡Mi hijo es un genio!".

Me dijo que podía preguntarle si había alguna palabra que no entendiera. Después de eso, esta familia no estaba en contra de que yo le contara a la gente los hechos de Falun Dafa. Solo me pidieron que anduviera con cuidado.

En ese momento, no sabía cómo leer Zhuan Falun y no enviaba pensamientos rectos muy a menudo.

Una vez fui con la familia a comer fuera. Como era temprano, fui a hablar a la gente sobre Dafa mientras llevaba el niño en brazos. Me denunciaron y un oficial de policía nos llevó a la comisaría. Envié pensamientos rectos y le pedí al Maestro que me ayudara. Cuando llegamos a la estación, el niño estaba llorando.

Cuando me preguntaron el nombre, les dije que era una niñera y que el padre del niño era un oficial de policía. Pronto vino el padre y le dijo a la policía que me dejara ir. Tuvieron que dejarme ir, aunque no querían.

Más tarde, volví con mi primera familia a trabajar. Ella me enseñó a leer Zhuan Falun.

Como a menudo estaba repleta de trabajo, me acostaba a medianoche y me levantaba a las 3 de la mañana para hacer los ejercicios.

Entonces empecé a enviar pensamientos rectos y a recitar los poemas del Maestro Li. Solo tenía una hora para salir a hablar con la gente sobre la persecución.

Al estudiar las enseñanzas del Fa, me di cuenta de que tenía que mirar hacia adentro y cultivarme. Cuando la hija de mi patrón decía que yo estaba equivocada, rápidamente lo admitía y me disculpaba. ¡Estaba tan feliz de aprender a ser tolerante!

Deshaciéndome de los mensajes que difamaban a Falun Dafa

Cuando estaba trabajando de niñera, a menudo salía a pasear con el bebé y cada vez que veía un eslogan difamando a Dafa, me deshacía de él sin dudarlo.

Un día, me enteré de que había un mensaje difamando a Dafa en el tablón de anuncios de la oficina del seguro social. Otros practicantes no se atrevieron a ir a quitarlo. Pensé que no podía permitir que envenenara el pensamiento de la gente, así que pinté encima del texto durante el día.

El mensaje apareció de nuevo más tarde. Le pedí al Maestro que me protegiera para que las cámaras de vigilancia y la gente no me vieran y usé un cuchillo para cortar el tablero.

En otra ocasión fui a un banquete en un hotel y vi un cartel con calumnias frente al hotel. Estaba muy disgustada. Por la noche lo tapé con pintura.

Había una pancarta difamando a Dafa en una plaza muy concurrida. La corté con un palo de bambú con una hoz atada en la parte superior mientras la gente iba y venía.

A menudo colgaba carteles de "Falun Dafa es bueno" mientras llevaba al bebé. Le pedí al Maestro que me indicara a dónde ir y los colgaba en todas partes.

Regresé a mi ciudad natal para el Año Nuevo Chino. Muchas personas fueron al templo en ese momento, así que decidí ir allí para decirle a la gente la verdad. Cuando le conté a una mujer sobre la belleza de Falun Dafa, ella no estuvo de acuerdo y dijo que había un aviso colocado cerca que decía que Dafa no era bueno. Encontré el aviso y lo quité sin dudarlo. Había mucha gente alrededor, pero nadie se fijó en mí.

Recitando los poemas del Maestro y cantando las canciones de Dafa mientras hablaba con la gente

Cuando trabajaba en la ciudad, a menudo llevaba en brazos al niño que cuidaba cuando salía a hablar con la gente. Hablé con los jardineros y con la gente que esperaba en las estaciones de autobuses. Recitaba los poemas del Maestro y cantaba canciones compuestas por practicantes de Dafa. La gente estaba encantada de escuchar.

Una vez, cuando estaba hablando con una persona frente a un gran supermercado, un transeúnte comenzó a denunciarme. Entonces recité:

“La gran obra, cinco mil años
El escenario principal está en la Planicie Central
Vida tras vida reencarnándose en la rueda
Los papeles actuados, hay amargos y dulces
A menudo me pregunto por qué la Luna es redonda
¿Cuán lejano es el camino de la vida?
¿De dónde vine yo?
¿Por qué es peligroso el mundo secular?
El Fa completa el Cielo y la Tierra
Se vino al mundo para establecer la relación predestinada
Esperando el Fa en la reencarnación
Reduciendo el ye en medio de la amargura
En el fin de la catástrofe los dioses vendrán
La salvación resuelve la relación predestinada previa
Vida tras vida, por este deseo
El amargo sufrimiento aguantado por miles de años
No se debe ser negligente con la oportunidad predestinada
Obtener o perder, en un instante”.
(La oportunidad predestinada – un instante, Hong Yin III)

Esa persona se esfumó.

Mi marido me ayuda a mejorar

El año pasado, volví a mi ciudad natal en el campo. Como trabajaba en la ciudad todo el año, no sabía cómo cuidar de los árboles frutales de mi familia.

Mi marido me maldecía y me golpeaba por esto. Una mañana, recité el poema del Maestro:

“Cultivador practicante
Busca tú mismo los errores
Elimina todo tipo de corazones humanos
No te quedes atrás en grandes pruebas, pequeñas pruebas, no pienses en caer
El que tiene la razón es él
El que está equivocado soy yo
¿Por qué contienden?”
(Quién tiene razón, quién no, Hong Yin III)

Me di cuenta de que tenía demasiadas nociones ordinarias. Después de eso, dejé de discutir con mi marido.

A veces mi marido iba a cortar bambú y con una rama me golpeaba los pies hasta que se ponían azules. Mi vecina me vio los pies y me preguntó por qué no me defendía.

Le conté lo que el Maestro nos ha enseñado:

“No devolvieron el golpe ni insulto a su agresor”. (Exponiendo el Fa en Sidney)

Le dije que quería cultivar la tolerancia y mejorar mi carácter. Entonces le recité uno de los poemas del Maestro:

Cuando el Falun vuelve a girar, las montañas y los ríos cambian
El Cielo y la Tierra se purifican
Pensamientos benevolentes emergen de las personas
La tradición vuelve a brillar
Se muestra la verdadera apariencia de los numerosos asuntos del universo
Fo, Dao, Dioses y Divinidades caminan en el mundo
Eliminando por completo los pensamientos perversos, las personas retornan a la rectitud
Se cumplió el gran deseo
(Vuelve a girar, Hong Yin III)

Ella entendió y le dijo a mi esposo que Falun Dafa es bueno. También le aconsejó que no me golpeara, diciendo que yo estaba cultivando la vía recta.

Una vez mi marido quiso maldecirme, así que le recité el siguiente poema del Maestro, y él lo pensó mejor:

Dafa mira el corazón de la gente
La gente del mundo debe volverse lúcida
Dioses, humanos, fantasmas, animales, o extinción
La posición es determinada por uno mismo

(Sin título, Hong Yin II)