(Minghui.org) Mi esposo trabajó en el campo educativo después de graduarse de la universidad. Es honesto y justo, muy testarudo, trabaja concienzudamente y es pragmático. Como nació y creció bajo el régimen comunista, tiene miedo al partido comunista chino (PCCh).

Después de la revolución cultural, fue director del departamento de educación y secretario del partido. Le lavaron el cerebro y se creyó todo lo que dictaba el partido. Se negó a escucharme cuando le aclaré la verdad sobre la persecución o cuando le leía cualquier material que le entregaba. Creyó lo que escuchó en los medios de comunicación estatales y decía repetidamente cosas irrespetuosas sobre el Maestro y Falun Dafa.

Empezó a restringirme para que no me moviera libremente. Comenzó a preguntarme de dónde había sacado los materiales de clarificación de la verdad y se negó a permitirme contactar con otros practicantes. Más tarde, incluso no permitía que mencionara las palabras Falun Dafa. Cada vez que las pronunciaba, me regañaba estrictamente. Toda vez que intentaba aclarar la verdad, me paraba y me prohibía hablar. Perdí totalmente la libertad de expresión y la creencia espiritual en mi propio hogar.

Los conflictos entre nosotros se hacían cada vez más profundos, y nuestra relación se volvía cada vez más tensa. El ambiente en casa era tenso y deprimente, y comenzó una guerra fría de 10 años.

Sabía que mi marido era amable y no quería renunciar a él. Su comportamiento se debió a que escuchó al PCCh. Esperaba que viajáramos al extranjero y que los practicantes extranjeros le aclararan la verdad. Se negó a viajar. Mi corazón se sentía lleno de tristeza y albergaba quejas contra él. Simplemente era demasiado testarudo, y por eso renuncié por completo a la esperanza de su salvación.

Mirar hacia adentro es una herramienta mágica

El Maestro nos dijo:

"La cultivación se trata de mirar dentro de uno. Sea que tengas razón o no, debes examinarte a ti mismo. La cultivación se trata de deshacerse de los apegos humanos" (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).

"El xiulian se trata de cultivar el propio corazón, cultivarse uno mismo. Cuando tienes problemas, tienes conflictos, tienes dificultades y te tratan injustamente, aún eres capaz de buscar en ti mismo y mirarte internamente, y ese es el xiulian verdadero, ¡y solo entonces eres capaz de elevarte continuamente, eres capaz de caminar derecho el camino del xiulian y eres capaz de encaminarte a la Perfección!" (Un mensaje de felicitaciones al Fahui de Taiwán).

Cuando continué estudiando el Fa, mi mente se aclaró. Empecé a darme cuenta de que la razón por la que mi marido se negaba a aceptar la verdad era por mí. No me cultivé genuinamente. Fueron mis nociones y mi falta de mirar hacia dentro lo que me impidió avanzar en la cultivación. Me di cuenta de que, como cultivadora, lo más importante es trabajar en uno mismo. Si quiero cambiar a alguien, necesito cambiarme yo primero.

Realmente me examiné. Vi que cada uno de mis apegos estaba lleno de cultura partidista. La lista de mis apegos era muy larga, como la competitividad, el resentimiento, la indignación y la promoción. También descubrí que no me gustaba la crítica y que insistía en imponer mis ideas a los demás. Tenía otros apegos como ser defensiva, argumentativa, de mente estrecha, y a menudo irme a los extremos. Hago daño fácilmente a la gente. Siempre quise cambiar a los demás, pero nunca me quise cambiar, y así sucesivamente.

Lo que encontré cuando me examiné me sorprendió porque nunca me di cuenta de que tenía ¡tanta cultura partidista! Cuando me quejé de mi marido, debería haber visto que era como un espejo que reflejaba todos mis defectos. Yo estaba muy lejos del estándar de ¡ser una discípula de Dafa! No cumplí con los requisitos de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Cuando identifiqué los elementos venenosos de la cultura del partido dentro de mí, ¡me di cuenta de lo mucho que mi verdadero yo había sido encubierto! El objetivo final del partido es destruir a los humanos. Si no hubiera estudiado el Fa y mirado dentro, nunca habría notado ningún rastro del veneno del partido en mí; ¡estaban tan profundamente arraigados!

El Maestro nos enseñó:

"La manifestación mayor de Shan es la misericordia, y es una manifestación de tremenda energía. Puede desintegrar todo lo que no es correcto" (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009).

Solo cuando nosotros, como discípulos de Dafa, cultivamos la compasión, podemos salvar a la gente. El objetivo del PCCh es destruir a la gente. La mentalidad competitiva es un ejemplo clásico. En el pasado, cuando aclaraba la verdad, era como un gallo de riña, constantemente en el modo de escoger una pelea y querer ganar a otros. No solo no pude salvar a la gente, sino que también manché la reputación de Dafa. Me creé más dificultades cuando no pude mostrar la compasión de un practicante de Dafa. No me extraña que mi marido rechazara todo lo que dije.

Comprendí realmente que los discípulos de Falun Dafa necesitan eliminar la cultura del partido y cultivarse bien.

El Maestro nos explicó:

"En el pasado les dije a todos: dije que la buena o mala cultivación-refinamiento de los Dafa dizi determina el grado de su fuerza para salvar a las multitudes de seres, y también determina el éxito o el fracaso de la Rectificación del Fa en concordancia con el mundo humano" (20 años enseñando el Fa).

"Siendo Dafa dizi, vuestro xiulian es lo primero, porque si no te cultivas bien, no puedes completar lo que quieres hacer; si no te cultivas bien, el grado al que puedes salvar a la gente tampoco será tan grande. Si se cultivan un poco peor, entonces contemplarán los asuntos utilizando todos pensamientos de gente común, la manera de pensar de la gente común -así es aun peor" (Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa).

Después de leer lo que dijo el Maestro, comprendí que no era solo una cultivadora. Se me confió una responsabilidad histórica y mi misión era cultivarme bien, ya que se relacionaba estrechamente con el hecho de que la gente se salvara o no. No podríamos cumplir nuestra misión si fuéramos entusiastas. Debemos rectificarnos según los principios de Dafa.

Cambiándome yo misma

¿Cómo cambiarme? En primer lugar, empecé a hablar con un tono suave. No me puse por encima de mi marido. Cambié mi comportamiento y forma de pensar cuando estaba con mi esposo. Aprendí a guardar silencio y cada vez que había un desacuerdo entre nosotros, aprendí a mirar dentro de mí para ver a qué estaba apegada.

Decidí aprender de las mujeres chinas tradicionales: ser gentil, virtuosa, amable y comprensiva. Le mostré respeto y siempre jugué un papel de apoyo en lugar del papel principal en la familia. Quería que sintiera el calor de la familia y que recuperara su autoestima y confianza en sí mismo.

Cada vez que me resultaba difícil sostener esto y estaba a punto de quejarme, me decía que las quejas son un elemento del partido. ¡Elimínalo! Cuando me encontré con un problema, ya no me apresuré a expresar mi opinión e insistí en que se me escuchara. Me recordé cultivar mi habla y de no decir nada cuando no debiera. Traté de ser compasiva y mantener la calma.

Al mismo tiempo, fortalecí mi estudio del Fa y miraba constantemente hacia dentro. También envié pensamientos rectos con más frecuencia y por un período más largo de tiempo. Además leí libros como Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, Disolviendo la Cultura del Partido y la Meta Final del Comunismo.

A través del proceso, pude sentir que muchos apegos eran eliminados. Ya no tenía la mentalidad de lucha. Antes, nunca podía reconocer que estaba equivocada, pero ahora, cuando vi que tenía la culpa, me disculpé sinceramente con mi esposo.

Finalmente, comprendí de verdad que el proceso de aclarar la verdad a mi marido era lo mismo que cultivarme.

A medida que cambiaba, la tensión entre mi esposo y yo disminuyó y la atmósfera en casa se volvió armoniosa. Empezó a hablarme. Incluso hablamos sobre algunos asuntos pacíficamente sin discutir ni pelear. Cuando se presentó la oportunidad, le aclaré la verdad.

A veces reaccionaba con fuerza a lo que yo decía, pero ignoraba su actitud negativa y no me movía. Finalmente, no se opuso a que yo dijera que Falun Dafa es bueno. Me escuchó cuando expuse las mentiras del partido, y no se enojó cuando dije que el partido no era bueno. Cuando se mostraban cosas malas en la televisión o se tocaban canciones malas, le pedí que cambiara de canal. No discutió ni se defendió. Era inconcebible que cambiara tanto.

Los cambios en mi marido atestiguan el poder ilimitado de Dafa. También muestra que es muy importante para un discípulo de Falun Dafa cultivarse bien, porque nuestra cultivación está estrechamente relacionada con la salvación de la gente. ¡Ya no dependo de practicantes extranjeros para aclarar la verdad a mi marido!

Agradezco al Maestro Li Hongzhi de todo corazón. Continuaré con mis esfuerzos y espero hacerlo cada vez mejor.