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Fuertes pensamientos rectos son la clave para sobrevivir a las tribulaciones

Sept. 15, 2019 |   Por Qinglian, un practicante de Falun Dafa en Beijing

(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en junio de 1998. Han pasado veinte años. En medio de la demoniaca persecución, tuve muchas pruebas y tribulaciones en mi viaje de cultivación. Sin embargo, he sentido la protección y misericordia del Maestro, y he experimentado el poder de Dafa.

Una y otra vez, el Maestro nos lo ha recordado:"...deben estudiar mucho el Fa" (Sugerencias dadas en la Reunión de Asistentes de Dafa en Beijing) y antes de la persecución, “ustedes pueden considerar al Fa como el Maestro” (Exponiendo el Fa en Sidney).

Siguiendo las enseñanzas del Maestro, además del estudio del Fa en grupo, después de terminar lo que necesitaba hacer en el trabajo y en casa, estudiaba el Fa por mi cuenta. Al principio, me centraba en la cantidad: Estudiaba tres lecciones de Zhuan Falun al día, y luego Hong Yin y otros artículos. Más tarde, decidí memorizar el Fa para poder recordarlo y así guiarme y evitar cometer errores o ir en la dirección equivocada al enfrentarme a las pruebas y tribulaciones.

Especialmente en medio de la persecución, el Maestro dijo:

“El Fa puede revelar todos los apegos, el Fa puede erradicar todas las perversidades, el Fa puede exponer y eliminar todas las mentiras y el Fa puede fortalecer los pensamientos rectos” (Eliminen la interferencia, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Comencé a memorizar el Fa, y como consecuencia, tenía pensamientos rectos más fuertes y la determinación de cultivarme. No importaba lo desenfrenada y brutal que fuera la persecución, yo no vacilé e hice lo que se suponía que debía hacer. Me gustaría dar tres ejemplos.

El guardia del tren no me pidió mi identificación

En 2009, estaba en un tren para ir a visitar a mi madre. Conocí a una profesora de secundaria que iba a Beijing a ver a su hijo. Hablé con ella sobre Falun Dafa. Dijo que los practicantes de Falun Dafa en su escuela habían sido perseguidos y que algunos habían perdido sus empleos. Basándome en la información de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, le dije de cómo el partido comunista chino (PCCh) ha matado a innumerables ciudadanos a través de varias campañas y también le conté la verdad sobre la Masacre de Tiananmen de 1989. Traté de invocar su sentido de justicia y conciencia. Aceptó renunciar al PCCh. Aunque hablábamos en voz muy baja, la gente que estaba sentada cerca de nosotros podía oírnos claramente.

Cuando el tren se acercó a Beijing, el guarda del tren gritó: "¡Saquen su identificación para la inspección!". Recordé lo que dijo el Maestro Li:

“No importa cuál sea la situación, no cooperen con las demandas, órdenes e instigaciones del mal. Si todos hicieran esto, el ambiente no sería así” (Los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Decidí no sacar mi identificación. En este punto, otro pasajero tuvo una discusión con el guardia. El guardia dijo: "Estoy cumpliendo órdenes. ¡Solo intentas desobedecer!". Pensé que no me enfrentaría a él. En cambio, razonaría con él con amabilidad.

En ese momento, el guardia estaba en nuestro compartimento. Pidió la identificación de la profesora. Ella dijo que estaba en su maleta en lo alto y no la podía sacar, pero el guardia insistió en verla. Ellos le pidieron a un joven que bajara la maleta. Después el guardia revisó las identificaciones de los jóvenes junto a mí, y se fue como si no me hubiera visto. La maestra estaba perpleja. "¿Por qué no revisó tu identificación?", preguntó. Sabía que era porque mis pensamientos estaban en el Fa, y el Maestro me protegió. Yo misma lo presencié. Gracias, Maestro.

Saliendo de la estación de policía en un plazo de 24 horas

En septiembre de 2017, antes de la 19.ª sesión plenaria del PCCh, otros practicantes me advirtieron que el mal estaba detrás de nosotros y que no debía llevar conmigo ningún material de aclaración de la verdad cuando saliera. Dijeron que si resultaba difícil hablar con la gente, solo se debía estudiar el Fa en casa. No escuché el consejo. Desde 2007, cuando empecé a hablar con la gente cara a cara, habían pasado 10 años y no había tenido problemas en torno a las "fechas sensibles". Pero resultó que tan pronto como mencioné mi renuncia al PCCh, la gente se alejó. Estaba un poco preocupada.

Un día, a finales de septiembre, hablé con alguien de la provincia de Liaoning. No escuchaba y hablaba mal de Falun Dafa y cantaba las alabanzas del PCCh. Le dije que lo que decía no era bueno y me fui. No sabía que había agentes de policía vestidos de civil debido a la seguridad. El hombre me denunció, y poco después fui rodeada por un grupo de policías. Registraron mi bolso, encontraron algunas copias de folletos y me llevaron a la estación de policía local.

Sabía que necesitaba pensamientos rectos fuertes para salir de esto. Fue una prueba para mí. Sabía que el Maestro estaba a mi lado y no tenía miedo. Hice lo que se suponía que debía hacer: No respondí a sus preguntas y solo les aclaré la verdad. Les conté lo que les pasó a aquellos que lideraron la persecución contra Falun Dafa, incluyendo la caída de oficiales de alto rango como Zhou Yongkang, Bo Xilai y Li Dongsheng. Le dije a la policía que ellos eran responsables de sus acciones y que también debían pensar en sus propias familias. Si trataban a los practicantes de Falun Dafa con amabilidad, serían recompensados. No me emocionaba cuando hablaba, y mis palabras parecían tener un buen efecto. Uno de los guardias que me vigilaba accedió a abandonar el PCCh.

Uno de los policías encontró mi tarjeta de tránsito y con eso, encontró mi número de identificación y de empleada antes de que me retirara, así como mi dirección. Luego me llevaron con ellos para saquear mi casa. Una de las agentes era especialmente despiadada. Era muy fuerte y áspera y me sujetaba por el cuello; apenas podía respirar. Hicieron un desastre en mi casa. Al final se llevaron el retrato del Maestro y todos mis libros de Dafa. Eso me rompió el corazón. Me sentí muy mal por no haberlos protegido. Yo era una discípula indigna.

Después de eso, la policía me obligó a ir con ellos a un centro de procesamiento de casos. Durante el viaje, recordé el poema del Maestro de Hong Yin (II):

“El cuerpo yace en prisión –no se aflijan, no estén tristes
Con pensamientos rectos y acciones rectas, el Fa está presente
Reflexionen calmadamente acerca de cuántos apegos tienen
En cuanto se deshagan de la mentalidad humana, el mal naturalmente desaparecerá”

(No estén tristes, Hong Yin (II))

Entonces escuché a la oficial hablando con su hijo por teléfono. Estaba molesta con sus notas. Así que le hice saber que si no hubiera estado involucrada en la persecución a Falun Dafa, las calificaciones de su hijo habrían sido mucho mejores. Estaba muy enfadada al escuchar esto. Me acusó de "maldecirla" y comenzó a hablar mal de Dafa y de los practicantes. Cuando terminó, le dije con una sonrisa: "Estás equivocada. Solo te deseo lo mejor". Estaba visiblemente aliviada.

Me dejaron sola en el centro de procesamiento de casos. No dormí. En vez de eso, envié pensamientos rectos, recité el Fa, miré hacia adentro y encontré muchos apegos, es decir, arrogancia, egoísmo, celos, resentimiento, etc. No había mirado hacia adentro desde hacía mucho tiempo. Tenía demasiados apegos humanos y mi cultivación era superficial. No miraba hacia adentro con frecuencia ni profundamente para corregir todos y cada uno de mis pensamientos. No estaba atenta cuando estudiaba o memorizaba el Fa. También era complaciente y pensaba que no tenía miedo y me negaba a escuchar los consejos de los demás y sentía que sabía más. Tenía rastros de la cultura del PCCh. Todo esto había contribuido a que el mal se aprovechara de mis brechas, con mi tribulación le había causado problemas a mis hijos, así como pérdidas en salvar a los seres conscientes. Me sentí muy culpable.

Envié pensamientos rectos sin parar para eliminar mis apegos y nociones humanas y todos los elementos malignos que perseguían a los discípulos de Dafa. A la mañana siguiente, tres agentes vinieron a contar todos los objetos que habían sacado de mi casa y me hicieron firmar, lo cual hice porque eran mis pertenencias. Estaban muy contentos, pensando que con estas pruebas podrían procesarme y obtener su recompensa financiera. Sin embargo, al final, no pasé el examen físico y el centro de detención se negó a mantenerme allí. Me dejaron ir. Sabía que fue el Maestro quien me protegió y me salvó. Mi gratitud hacia el Maestro era indescriptible.

Pero los tres oficiales no pudieron entenderlo. ¿Cómo pudo pasar esto? Estaban conmocionados porque esperaban una gran recompensa financiera por atraparme. ¿Cómo podían entender el poder del Buda? ¿Cómo podían entender la omnipotencia y la compasión del Maestro? El Maestro no solo protege a los discípulos de Dafa, sino también a los policías para que no cometan más crímenes y reciban retribución.

Estaba de vuelta en casa 24 horas después de la batalla entre la justicia y el mal. Más tarde me enteré de que tan pronto como mi hija se enteró de que había sido arrestada ilegalmente y estaba enfrentando una detención o una sentencia, ella notificó a otros practicantes, quienes enviaron pensamientos rectos con frecuencia. Ellos creían que yo pasaría la prueba. No agregaron ningún pensamiento negativo y solo enviaron pensamientos rectos. Fue un milagro que pudiera volver a casa en 24 horas durante el llamado "momento sensible" en Beijing. Esto demostró que, ante las tribulaciones, la clave es que los practicantes actúen como un solo cuerpo con fuertes pensamientos rectos.

El Maestro me salvó de la puerta de la muerte

Durante el Festival de la Linterna en 2018, mis hijos llegaron a casa para una cena familiar tradicional. Después de que se fueron, me sentí mal del estómago y vomité. Luego tomé un poco de leche y vomité aún más. Vomitaba cada hora, incluso cuando solo bebía agua. Sucedió de nuevo después de que envié pensamientos rectos a medianoche. A las 3:00 a. m. cuando me levanté para hacer los ejercicios, me caí y tuve calambres por todas partes. Grité: "¡Maestro, sálvame, por favor!", "Falun Dafa es bueno" y "Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno". En ese momento, mi voz se estaba yendo, defecaba y también tenía cosas pegajosas saliendo de mi boca. Sabía que esos eran signos de una muerte inminente. Las viejas fuerzas malvadas querían quitarme la vida. Me negué a aceptar esto. A medida que mis calambres se calmaban un poco, luché para llamar a una compañera practicante para que enviara pensamientos rectos por mí. Además, no dejaba de gritar: "¡Maestro, por favor, sálvame! ¡Maestro, por favor, sálvame!", "Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno".

A las 6:00 p. m., un practicante llamó para preguntarme cómo estaba. Le dije que todavía estaba vomitando y con calambres. Decidió llamar a otros practicantes para que intensificaran sus pensamientos rectos. Incluso vino a mi casa a pesar de que yo estaba bajo vigilancia. Aunque vomitaba de vez en cuando, nunca había experimentado algo como esto. Esta vez era algo muy malo, con vómitos, diarrea, calambres y dolores, parecía a lo que mi madre experimentó. Mi compañera me recordó que no pensara en eso y que enviara pensamientos puros y rectos, que confiara en el Maestro y en Dafa y que mirara hacia adentro.

Así lo hice y mis compañeros practicantes también enviaron pensamientos rectos para mí. Podía sentir el campo de energía y el poder mientras eran fortalecidos por el Maestro. El Maestro me trajo de vuelta desde la puerta de la muerte. Estoy muy agradecida por la salvación del Maestro y el apoyo de los practicantes. Podía sentir la grandeza de un solo cuerpo.

Más tarde, nos enteramos de que había tomado leche en mal estado y que mi hija la había pedido por Internet. Ella se quejó con la compañía y les dijo que no debían hacer cosas solo para obtener ganancias. También les dijo que no morí porque tenía la protección del Maestro.

Cuando mi esposo falleció hace 20 años, estaba al borde de un colapso mental y físico debido al arduo trabajo que había realizado para cuidarlo. Después de obtener Dafa, llegué a comprender el propósito de la vida. Aunque no he sido diligente, el Maestro me ha ayudado en cada prueba y tribulación. No puedo expresar mi gratitud hacia el Maestro lo suficiente. Debo ser diligente y cultivarme sólidamente, confiar en el Maestro y en Dafa, hacer bien las tres cosas para salvar a más personas, y ser digna de la salvación compasiva del Maestro.

Recordemos:

"Zhen Shan Ren – tres palabras sagradas tienen poderes infinitos del Fa
El pensamiento recto que Falun Dafa es bueno altera todos los desastres"
(Fuente de todo Fa, Hong Yin IV)

Señalen por favor cualquier cosa que no esté acorde al Fa.

Gracias, compañeros practicantes. ¡Gracias, Maestro!