(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en enero de 1999. Conozco el valor de Dafa y la seriedad de la cultivación. Me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación de los últimos 20 años.

Acababa de empezar a practicar Falun Dafa cuando la persecución empezó. Aunque no tenía un entendimiento profundo de la práctica, sabía que Falun Dafa era increíble y que todo lo que el PCCh decía acerca de ella eran mentiras.

Entendí claramente que Dafa nos enseña a ser buenas personas siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia y Tolerancia en nuestra vida diaria y que Dafa es una práctica de cultivación de elevada virtud. Creía firmemente en el Maestro y en Dafa y sabía que debía validar Dafa.

Perseguido por defender Falun Dafa

Fui a Beijing para apelar por Dafa en el 2001. Fui arrestado y encarcelado dos veces. En la cárcel, sufrí tortura mental y física, incluida la privación de sueño durante largo tiempo.

Mi cuerpo estaba cubierto de moretones y mi sistema nervioso central estaba gravemente dañado. Me liberaron de la cárcel el primer semestre del 2005 porque estaba al borde de la muerte.

Después de regresar a casa, no pude dormir de manera normal por más de doce años debido a los daños cerebrales que sufrí en la cárcel. Me dolió durante mucho tiempo. Durante un año entero después de ser liberado, no pude dormir porqué sentía como si mi cabeza estuviera a punto de explotar; el dolor era insoportable.

Estudiando el Fa persistentemente.

Como practicante, se que debo rechazar todos los arreglos de las viejas fuerzas y debo seguir los arreglos del Maestro.

El Maestro dijo:

“Cultivando firmemente Dafa con un corazón inamovible
Elevar el nivel es fundamental
Frente a las pruebas, la naturaleza verdadera se manifiesta
Completado el gong y alcanzada la perfección –Fo, Dao, o Dios”
(Ver la naturaleza verdadera, Hong Yin (II))

Las enseñanzas del Maestro me animaban. Cuando no podía dormir, escuchaba el Fa durante toda la noche y seguía haciendo lo que un practicante debía hacer durante el día.

Con la ayuda del Maestro, empecé a tener sueño cuando escuchaba el Fa por la noche, al principio pude dormir una hora y luego podía dormir durante unas dos horas. Finalmente, pude dormir por más de tres horas cada noche.

Durante más de doce años aún no podía dormir normalmente, a veces me sentía muy cansado. Para poder leer el Fa y hacer cosas durante el día, me iba a dormir tan pronto como oscurecía y me levantaba pasada la media noche; entonces leía el Fa hasta el amanecer.

Hay grandes ventajas en leer las enseñanzas en la quietud de la noche. Fui capaz de concentrarme en cada palabra y pude sentir las insinuaciones de los Fo, Dao y Dioses en cada palabra de Zhuan Falun; pude lograr un profundo entendimiento del Fa.

No perseguí cuánto podía leer cada noche. En cambio, me centré en leer el Fa sinceramente sin perderme ni una sola letra. Al principio, podía leer cuatro cinco lecciones cada noche, a medida que pasaba el tiempo podía leer seis o siete lecciones cada noche. Actualmente puedo leer Zhuan Falun completamente cada noche.

Los milagros ocurren

Al seguir leyendo el Fa, mi mente se volvió pacífica y tranquila y sentí que sólo había Fa en mi mente. Es como el Maestro dijo:

“te sientes tan maravilloso como si estuvieras sentado dentro de una cascara de huevo, con una sensación muy confortable, sabes que tú mismo estas refinando gong pero sientes que el cuerpo entero no puede moverse” (Octava Lección, Zhuan Falun).

Al seguir leyendo el Fa, desarrollé un profundo entendimiento de las enseñanzas y mis acciones también se tornaron más calmadas y afables; los milagros sucedían a menudo.

Un ejemplo es que si yo no hubiera sido practicante, me habría sido imposible memorizar Zhuan Falun debido a los graves daños en mi sistema nervioso central, la privación de sueño y la grave pérdida de memoria.

Sin embargo, durante los estudios grupales soy capaz de recitar el Fa de memoria. No importa lo rápido o lento que lean los demás, puedo seguirlos y sé si alguien se deja o añade palabras cuando lee. Realmente es un milagro.

Mientras escribiría este artículo, el Maestro me animó y fortaleció muchas veces en mis sueños. Con la ayuda compasiva del Maestro pude acabar de escribir este artículo mientras soportaba un dolor severo en mi cerebro.

Cuando terminé de escribir, el Maestro quitó compasivamente mi hábito de depender de escuchar el Fa para dormir. ¡Ahora puedo dormir normalmente!.

Continuamente el benevolente Maestro me ha animado, fortalecido y protegido. No puedo encontrar palabras para agradecerle su ayuda. Haré las tres cosas más diligentemente para recompensarle por todo lo que me ha dado.

¡Gracias Maestro!