(Minghui.org) Me gustaría compartir dos historias sobre como mejoré mi tolerancia.

Pasteles de la luna

Una practicante me dio una caja de pasteles de la luna después del estudio del Fa, diciendo que era un regalo para mi nieta y para mí. Lo acepté y me lo llevé a casa.

Un par de días después, dos practicantes vinieron a mi casa y una de ellas trajo un pastel de la luna. Lo cortó en cuatro rebanadas y nos las repartió. No tomé y le expliqué que tenía varios pasteles. Un practicante tomó los pedazos restantes cuando se fueron.

Horas después, nuestra coordinadora local vino a mi casa. Ella estaba molesta y dijo que yo era codiciosa y glotona como para aceptar pasteles de luna de los dos practicantes.

Le dije que no había tomado pastel lunar del segundo practicante, pero ella se negó a escuchar. Me señaló con el dedo y me dijo: "Tienes apego a ser codiciosa y eres glotona".

Me quedé callada y la escuché. Ella dijo otras cosas cuando estaba a punto de irse. En la puerta, se dio la vuelta y comenzó una nueva ronda de críticas.

Yo le dije: "Hermana mayor, por favor, cálmate. Sabía que no debería haber aceptado los pasteles de luna. A partir de hoy, haré lo que el Shifu nos enseñó":

“No importa qué fo, qué dao, qué deidad o qué demonio sea, que ninguno piense que podrá mover mi corazón, así definitivamente tendrás éxito” (Zhuan Falun, Sexta Lección).

Escucho esto, sonrió y se fue.

Mi nieta estaba haciendo su tarea en la mesa. Ella me miró y me dijo: "Abuela, ¡qué tolerante eres! Tienes más de 70 años y ella fue muy grosera contigo. Estaba a punto de perder la paciencia".

Sus palabras despertaron en mí algunos sentimientos, como de que la practicante me había gritado. Entonces recordé lo que Shifu nos enseña:

“Pero ahora eres un cultivador, así que por el bien de tu mejoramiento, deben crearse para ti circunstancias como éstas. No va si no tienes estos problemas, y yo utilizaré estos problemas para mejorar tu xinxing. Mientras tu xinxing está mejorando tu gong crece, y tu xinxing estará mejorando. Quien te cause problemas al mismo tiempo te estará dando de. Mientras sientes dolor, tu propio yeli también se transformará en de. Ganarás cuatro cosas de una vez, así que en realidad deberías estar agradecido con la otra persona. Si todavía odias a la otra persona o no puedes ser paciente con ella, eso no está bien” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Houston).

Me di cuenta de que la coordinadora tenía la buena intención de ayudarme en mi cultivación. Acepté una caja de pasteles de la luna y era glotona. Debería agradecerle por señalarme mi apego.

Un día estábamos enviando pensamientos rectos durante el estudio del Fa. Tenía sueño, así que abrí los ojos para despertarme y reenfocarme. Cuando abrí los ojos me di cuenta de que una practicante me estaba observando.

Cuando terminamos de enviar pensamientos rectos, me dijo en un tono serio: "¿Por qué a menudo abres los ojos y miras a tu alrededor cuando enviamos pensamientos rectos? ¿Cómo puedes concentrarte a enviar pensamientos rectos?".

Podía sentir que me sonrojaba pero no me defendí. En vez de eso, le dije: "Gracias por señalármelo. Lo haré mejor de ahora en adelante”.

A pesar de que estaba calmada y mi tono era amable, estaba enojada. Sentí que era muy grosera y que no tenía respeto por mí, alguien de la edad de su madre.

Esa noche, me volví a enfadar. Cuando miré hacia adentro, descubrí que la raíz de mi enojo era el apego a la reputación. Recordé lo que Shifu nos enseñó en Zhuan Falun sobre "Así que ya ganas por cuatro". Ambas somos practicantes de Falun Dafa y la edad no es un factor a tener en cuenta a la hora de decidir quién tiene razón o no.

Cuando llegué a ese entendimiento, sentí que un bloque en mi cultivación se había eliminado y que elevé mi xinxing.

Durante el siguiente estudio de Fa, la joven practicante inmediatamente se disculpó y dijo: "Tía, fui tan grosera la última vez. Tienes casi la edad de mi madre. Lo siento mucho”.

Los otros practicantes evitaron hacer contacto visual conmigo. Sabía que les preocupaba que este episodio entre nosotros pudiera crear malentendidos en nuestro grupo.

Yo le dije: "Tu disculpa es aceptada. También quiero darte las gracias por señalar mi deficiencia. Mejoré a través de este asunto”. Luego compartí mis entendimientos con todos, incluyendo cómo esta situación me ayudó a eliminar mi apego.

Después de escuchar mi testimonio, los otros practicantes asintieron con la cabeza. Nuestro ambiente de estudio del Fa estaba lleno de paz y serenidad.