(Minghui.org) La Sra. Tian Mu (alias), una practicante de 67 años, fue denunciada a la policía por estudiar el Fa con su hermano que acababa de empezar a practicar Falun Dafa. Aproximadamente seis oficiales de policía vinieron a su casa. La Sra. Tian intentó aclararles la verdad sobre Falun Dafa, pero la ignoraron. La llevaron a la comisaría, mientras proclamaba en voz alta: “¡Falun Dafa es bueno!, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno”.

La llevaron a una sala de interrogatorios en el sótano donde la obligaron a sentarse en una silla de tortura de hierro para torturarla, e intentaron hacerle una foto. Envió pensamientos rectos: “Deja que la cámara funcione mal y no puedas tomarme una foto”. La cámara parecía estar rota.

Intentaron tomarle las huellas dactilares, pero cuando mantuvieron su dedo en la máquina para tomarles las huellas, se quedó sin batería en cuanto su dedo la tocó. Esto sucedió varias veces.

Otro oficial vino y le frotó una sustancia en su dedo. La impresora funcionó. “Funciona, lo ves”, exclamó el oficial.

“No conservará las huellas grabadas, aunque funcione”, dijo. La huellas dactilares grabadas se borraron.

“¿Porqué no tomamos su firma y acabamos con esto?”, suspiró un oficial.

“Chicos aun no han firmado, por qué no firman primero”, dijo.

Nadie quería firmar. Finalmente, un agente puso su huella dactilar debajo del espacio del investigador al final del informe.

El informe del interrogatorio afirmaba que era una drogadicta. La Sra. Tian dijo: “Ustedes están mintiendo. Es evidente que fui arrestada por estudiar el libro de Falun Dafa. ¿Cómo puedo ser drogadicta?”. Escribió en el informe: “la declaración anterior es falsa, soy una practicante de Dafa que quiere ser una buena persona, soy inocente”.

El policía agarró el papel y lo rompió antes que acabara de escribir. Gritaron: “Te llevaremos a la cárcel, te condenaremos a prisión y te dejaremos sin pensión”.

“Lo que digan no cuenta”, replicó.

De camino a la cárcel, la Sra. Tian dijo en voz alta: “¡Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!”. Un médico de la cárcel le hizo un examen físico y encontró que su presión arterial era de 260/150. El médico le preguntó a su marido, que acababa de llegar: “Está muy enferma. ¿De qué está sufriendo?”. Antes que respondiera, ella dijo: “Empecé a practicar Falun Dafa porqué tenía muchas enfermedades. Todas fueron curadas”.

El médico preguntó al agente de policía si aun tenía la intención de detenerla durante seis días. “Estoy aquí para llevarla a casa”, interrumpió su marido.

El agente accedió a dejar que su marido la llevara a casa. La Sra. Tian y su marido fueron a casa. Sabía que estaba a salvo de nuevo gracias a la protección del Maestro Li.