(Minghui.org) He estado practicando Falun Dafa por más de 20 años y he visto las mejoras en ambos, cuerpo y salud mental. Más importante, mi moralidad se ha elevado. No estoy más atrapada por ganancias personales o pérdidas. Otros disfrutan interactuar conmigo porque siempre estoy dispuesta a ver las cosas desde su perspectiva.

Trabajé para un negocio de más de 60 empleados durante cuatro años. Yo era la cocinera en jefe, y también había una cocinera asistente. El trabajo de la asistente de cocina era ayudarme a preparar la comida y limpiar.

Servimos tres platos principales y una sopa para el almuerzo. Además, algunos platos especiales eran hechos para altos dirigentes. La asistente no hacia la preparación de la comida, sin embargo, pasaba más tiempo jugando con su celular. Tenía que hacer el trabajo de dos personas y darles de comer a las 11:30 a.m. A menudo corría de un lado a otro en la cocina empapada de sudor.

No le dije nada, pero estaba molesta por dentro. Hacer sopa y papilla de avena solía ser su trabajo, y también dejó de hacerlas.

El Maestro (Li Hongzhi) dijo:

"Durante el xiulian, cuando estás lidiando específicamente con conflictos o cuando otros te tratan mal, pueden existir dos clases de situaciones: una es que posiblemente tú hayas maltratado a esa persona en tu vida anterior; sin embargo, tu corazón está muy desequilibrado: « ¿Cómo me trata así?». Pues, ¿cómo trataste tú a esa persona antes? Dices que en aquel entonces no sabías y que en esta vida no importan los asuntos de ese otro periodo de vida; eso no va de ninguna manera. Además hay otra cuestión, durante los conflictos está involucrado el tema de la transformación del yeli, por eso, al momento de tratar asuntos específicos, debemos tener una actitud elevada, no podemos actuar como una persona común". (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

La asistente es una persona común, y yo soy una practicante de Falun Dafa. Tengo que ser mejor que ella. Nada sucede por coincidencia, ya que lo que debo debe ser devuelto. Entonces comencé a preparar el almuerzo antes de lo normal sin guardar rencor.

Luego de que el servicio de almuerzo hubo terminado, preparé el almuerzo para el siguiente día y la ayudé a limpiar.

Mientras trabajaba allí, les conté a todos acerca de las bondades de Falun Dafa y los alenté a abandonar cualquier conexión que tuviesen con el PCCh.

Me hice amiga de una nueva empleada, Betty (alias). Betty se mudó a la ciudad desde el campo con su esposo y su hijo pequeño. Ella ocasionalmente ayudaba en la cocina. Betty me dijo: “Eres una persona muy amable. Tú siempre sonríes".

“Practico Falun Dafa”, le dije. Le expliqué qué es Falun Dafa, y como los practicantes son injustamente perseguidos por el gobierno Chino. También le conté sobre la La farsa de la auto-inmolación de la plaza Tiananmen, y que el gobierno chino está asesinando practicantes por sus órganos.

Betty escuchó todas mis palabras y me hizo varias preguntas. Dijo: “Falun Dafa es bueno, no es como lo que muestra la TV. No es de extrañar que siempre parezcas feliz. ¡Tú eres la única persona que me sonríe desde que comencé a trabajar aquí! Me gusta hablar contigo”.

Le señalé: “Eres una buena persona también. Por favor recuerda Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. Vas a tener el más brillante futuro si renuncias a cualquier vínculo con el PCCh”.

Betty contó que es cristiana. Le manifesté que no estaba tratando de persuadirla a que practique Falun Dafa. Ya que el PCCh es una organización ateísta, ningún Dios podría cuidar de alguien que le pertenece al partido. Felizmente renunció a las organizaciones del PCCh a las que se había unido en la escuela primaria.

Tuve que cambiar de empleo en mayo pasado y me ofrecieron una posición mejor paga. Pero lo rechacé porque estaba muy lejos de donde vivía. Ahora trabajo a tiempo parcial. Quiero pasar más tiempo estudiando el Fa y haciendo los ejercicios. Siento que mi tiempo se aprovecha de manera más significativa de esta manera.

Soy bendecida por ser una practicante de Falun Dafa y tener al Maestro Li guiándome en el camino de la cultivación.