(Minghui.org) Tengo 22 años. Después de que nací, mi madre comenzó a practicar Falun Dafa. Ella y mi abuela estudiaban el Fa mientras yo jugaba. Las escuchaba y memorizaba Hong Yin. También fui con mi abuela a distribuir materiales de aclaración de la verdad de Falun Dafa. Mantuve la naturaleza pura de una joven practicante de Dafa hasta que terminé mi educación primaria. Fui una practicante diligente.

En la escuela secundaria, todo tipo de influencias malsanas de la sociedad me afectaron y también me volví adicta a escuchar canciones y ver estrellas pop. Al caminar, tarareaba canciones que estaban destinadas a una generación mayor. Durante esta época, no me fue bien en la escuela y no fui diligente en mi estudio del Fa.

En la segunda mitad de mi primer año de secundaria, mi abuela experimentó un yeli de enfermedad y falleció. Esto me causó un gran impacto y me despertó; me di cuenta de que no se puede relajar en la cultivación. También comencé a enviar pensamientos rectos cuando salía a caminar o tomaba el autobús.

Cultivándome diligentemente

La muerte de la abuela afectó a nuestros parientes no cultivadores y a mi padre. Mi padre se enojó e impidió que mi madre y yo practicáramos Dafa. Incluso rompió el libro Zhuan Falun y golpeó a mi madre. Sin embargo, nos mantuvimos firmes en nuestra cultivación de Falun Dafa.

Mi madre y yo estudiábamos el Fa y practicábamos los ejercicios cuando mi padre no estaba cerca. También leemos los artículos de cultivación publicados en los sitios web de Minghui y Zhengjian [pureinsight.org] todos los fines de semana. Enviamos pensamientos rectos para eliminar las sustancias malas y las entidades malignas que controlaban a mi padre. También encontramos oportunidades para aclarar la verdad a papá y le pedimos que leyera en internet el Dongtai [Dyna Web, una red de proxy lanzada por Dynamic Internet Technology (DIT) para servir a los usuarios de Internet en China]. Esto le permitió averiguar lo que estaba sucediendo en el extranjero.

Después de cambiar mi estado de cultivación, mejoré en mis calificaciones escolares, lo que asombró a mi padre. Después de graduarme de la escuela secundaria, fui aceptada por una escuela preparatoria de nuestra ciudad. Así, la actitud de mi padre cambió gradualmente.

Descubriendo apegos

Sin embargo, después de ingresar a la escuela preparatoria, los estudios se volvieron más intensos y experimenté tres años de tribulación de yeli de enfermedad, en donde mis párpados me daban comezón y se pusieron rojos, afectando mi apariencia. Por lo tanto, envié pensamientos rectos por un tiempo por la tarde después de que regresaba a casa de la escuela. Pero no hubo signos de mejora.

Luego, miré dentro y encontré algunos apegos, como el apego a mi apariencia y el deseo por el sexo opuesto. Incluso en la escuela secundaria, algunos chicos estaban interesados en mí y uno me dijo que mis ojos eran muy hermosos.

A veces, disfrutaba ser elogiada y pretendida por los chicos. Entonces, tuve problemas con mis ojos y traté de mantenerme alejada de las personas. Cuando caminaba seguía mirando hacia abajo, para que la gente no viera mis ojos rojos hinchados. Después de descubrir todos estos apegos, envié pensamientos rectos, pero me sentí decepcionada por no mejorar.

En la escuela, la biología y las matemáticas se volvieron muy difíciles y no me fue bien. Estas fueron pruebas para mejorar mi xinxing. Por suerte, continué estudiando el Fa con mi madre todas las noches y durante los fines de semana.

Durante ese oscuro período de aprendizaje y lucha durante los exámenes, solo los domingos eran días felices y cómodos. Más tarde, los resultados de mis exámenes mejoraron e incluso mi director dijo que lo hice bastante bien. Mi sabiduría había mejorado y me inscribí en una de las mejores universidades de nuestra provincia.

La universidad afecta mi cultivación

Después de ser aceptada en una universidad, ya no tenía que depender de mi madre para cultivarme. Inicialmente, mantuve mi estudio del Fa e hice los ejercicios antes de que regresara mi compañera de cuarto. Sin embargo, gradualmente perdí mi autodisciplina y ya no era diligente en mi estudio del Fa. Solo cuando regresé a casa para las vacaciones retomaba el ambiente de cultivación consistente.

Durante las vacaciones de invierno de mi segundo año en la universidad, mi madre y yo visitamos Taiwán. Pensé en estudiar en Taiwán, pero las políticas gubernamentales no me permitieron matricularme en una universidad de Taiwán.

Luego descubrí que podía solicitar un programa de intercambio y estudiar en Taiwán. Lo solicité. Sin embargo, el proceso no fue tan fácil como esperaba. Desde el inicio de postulación al programa, los profesores de mi universidad no estaban familiarizados con el proceso. Envié pensamientos rectos antes de acercarme a los maestros, solo después de enviarlos la situación mejoró.

Finalmente, me puse en contacto con mi madre después de que otra compañera abandonó el programa y yo no estaba muy segura de qué hacer. Mi madre dijo: "Debes recordar la razón inicial por la que postulaste para este programa". Pensé que esta oportunidad era realmente rara, así que no debía rendirme. Después de pedir la ayuda del Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) para fortalecer mis pensamientos rectos, finalmente tuve éxito en mi solicitud y fui aceptada en el programa de intercambio de estudiantes para Taiwán.

Volviendo a un buen ambiente de cultivación

Antes de ir a Taiwán, mi madre dijo: “Puedes ir de compras un poco después de llegar a Taiwán para familiarizarte con la ubicación de las atracciones turísticas. Estos son los lugares donde puedes encontrar compañeros practicantes. Entonces, también puedes involucrarte en los esfuerzos de aclaración de la verdad”.

Aunque estuve de acuerdo, sentía un poco de preocupación en mi corazón. Pero recordé que no fui a Taiwán solo para el programa de intercambio. Después de llegar a Taiwán, me absorbí en el nuevo entorno. Cuando una de mis compañeras de cuarto (todas mis compañeras de habitación eran estudiantes de China) publicó un folleto para buscar quién se uniría a su club, me hicieron recordar el por qué estaba en Taiwán”.

Al mirar más de cerca el folleto, me di cuenta de que era una invitación a la Verdad, Benevolencia y Tolerancia del Club de Falun Dafa de la universidad. Me conmovió y agradecí a nuestro benévolo Maestro por haberme enviado un recordatorio. Estaba tan emocionada y me quedé con el volante y registré la hora y el lugar.

Aunque sabía que pronto me reuniría con los practicantes, todavía me sentía algo nerviosa, ya que había oído hablar de la vigilancia estricta que el partido comunista chino (PCCh) mantenía sobre los estudiantes de intercambio chinos. Esa noche, encontré una excusa para abandonar la habitación y fui a la dirección que había escrito. Dos practicantes estaban en la puerta dando la bienvenida a los recién llegados. Como también había otros estudiantes en la sala, no revelé mi identidad.

Hicimos el tercer ejercicio de Falun Dafa cuando uno de los estudiantes preguntó si alguno de nosotros ya había hecho antes este ejercicio. Todavía fui muy cautelosa, pero levanté la mano después de ver a los estudiantes a mi alrededor levantando la mano. Antes de regresar al dormitorio, me di cuenta de que todos los estudiantes en esa sala eran practicantes de Dafa de diferentes regiones y países.

Cuando escuché a los practicantes que se presentaban, las lágrimas cubrieron mi rostro, ya que había pasado mucho tiempo desde que podía escuchar e intercambiar experiencias de cultivación con compañeros practicantes.

Organizamos un tiempo fijo en el que nos reuniríamos, estudiaríamos el Fa e intercambiaríamos experiencias de cultivación cada semana.

Cultivándome entre los jóvenes

En Taiwán, nos llamaron “jóvenes practicantes”. En mi corazón, también comencé a llamarme a mí misma ‘practicante joven’, y comencé a considerar seriamente mi actitud hacia Dafa. Como solía estar siempre entre los practicantes adultos en el pasado, era más o menos pasiva. Sin embargo, aquí, me di cuenta de que casi todos los practicantes jóvenes tenían una comprensión profunda del Fa y una visión personal de las actividades de Dafa.

Por lo tanto, me pregunté en qué posición he colocado a Dafa en mi corazón. ¿Realmente me traté como una practicante de Dafa? ¿Qué significa realmente Dafa para mí?

Tal vez porque crecí en un ambiente de cultivación, no pasé por el proceso de obtener repentinamente Falun Dafa, por lo tanto no tenía una comprensión clara de ello. Acabo de descubrir que eso fue algo bueno y que tenía que practicar los ejercicios y aprender el Fa, pero no entendí muy bien de qué se trataba. Mi madre solía recordármelo con las palabras de Shifu:

"... no lo pierdan fácilmente solo por haberlo obtenido fácilmente" (Sexta Lección, Zhuan Falun).

Después de pensarlo un poco más, me di cuenta de que soy muy afortunada por haber nacido en un ambiente de cultivación y por practicar Falun Dafa desde el nacimiento. Por lo tanto, ¡la vida me fue obsequiada para Dafa! Después de aclarar estos pensamientos, rompí a llorar y también me emocioné.

Cada vez que terminábamos de estudiar el Fa, teníamos tiempo para intercambiar experiencias de cultivación. Como pasé la mayor parte del tiempo estudiando el Fa solo con mi madre, no me tomé en serio el intercambio de cultivación, por lo tanto, cuando empezamos, no sabía qué decir. A veces, para compartir mis experiencias de cultivación, ocupaba algún pasaje del Fa de antemano, que usaba para mi intercambio de cultivación. Sin embargo, gradualmente me di cuenta de que el intercambio de los otros practicantes se basaba en sus experiencias personales después de mirar dentro.

Adquiriendo una comprensión más profunda de los principios de Dafa

Casualmente, durante mi estadía en Taiwán, cuando era necesario, pasaron por mi mente fragmentos del Fa de Zhuan Falun. Por ejemplo, cuando participé en una clase extracurricular para aprender sobre la asignatura de la que soy más asidua y que gusta bastante, mis compañeros me dijeron al concluirla: "Vaya, eres realmente genial, ¡esta carrera es definitivamente adecuada para ti!”.

Entonces, recordé a Shifu mencionando en su enseñanza:

“Por eso hablamos de seguir el curso natural; a veces piensas que esa cosa es tuya e incluso los demás te dicen que esta cosa es tuya, pero en realidad no es tuya. Probablemente consideres que es tuya, pero en última instancia no es tuya y, en medio de esto, se te pone a prueba para ver si puedes dejarlo o no” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Más tarde, comprendí que en relación a escoger una carrera eso se decide en última instancia según el arreglo del Maestro.

El tiempo como estudiante de intercambio pasó rápidamente. La noche antes de irme, muchos pensamientos pasaron por mi mente y le agradecí a Shifu. De hecho, tuve la oportunidad de experimentar todas esas actividades que en China solía ver en televisión o fotos y anhelaba participar. Durante el proceso, también obtuve muchas cosas.

No sentí mucha renuencia a abandonar Taiwán porque sabía que era lo que debía hacer y cuál era mi responsabilidad. Lo único que lamenté fue que una universitaria que vino conmigo para el programa de intercambio también solía ser una joven practicante de Dafa. Pero, no me di cuenta de esto hasta el último día. Si solo ella hubiera visto ese folleto como lo obtuve yo ese día, podría haber obtenido una mejor comprensión de los principios de Dafa.