(Minghui.org) Un nuevo oficial en jefe llamado Chang (alias) llegó para hacerse cargo de la comisaría de Dongcheng en 2006. Tenía 37 años y sería el tercer director de la estación de policía desde que el régimen del partido comunista lanzara su persecución contra Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) en 1999.

A menudo se dice que un nuevo oficial tiende a llevar pocas iniciativas cuando se establece. Pero Chang no era así y  aparentemente llevaba mucho más que algunas iniciativas. Todos los días inventaba medidas para acabar con Falun Dafa. Pertenecía a los represores de la primera línea.

Practicantes perseguidos

El día que comenzó en su cargo, Chang arrestó a un practicante que estaba distribuyendo folletos sobre la persecución que sufre Falun Gong. Sin embargo, el centro de detención se negó a aceptar recluir al practicante. Después de aquello, Chang invirtió todo el día en tratar de forzar al centro de detención a admitir al practicante.

En su segundo día, retuvo en el centro de detención a una anciana que estaba hablando a otros sobre Falun Dafa en la puerta de una escuela. Recolectó multas de todos los practicantes dentro de la jurisdicción de su estación de policía y dio órdenes a otros oficiales de que espiaran a los practicantes. Todos los funcionarios de la comisaría estaban ocupados persiguiendo a los practicantes.

A la mayoría de los que trabajan en la estación de policía no les gustaba que les presionaran así. Pero nadie se atrevió a quejarse públicamente desde que transfirieron a Chang para que comandara el departamento municipal de policía. Como las autoridades vieron que la estación de policía de Dongcheng no se esforzaba en perseguir a los practicantes, decidieron transferir a alguien que pudiera cambiar la situación.

Chang recibió un premio sies meses después en la "conferencia del policía distinguido". Disfrutó del reconocimiento esperando que le valiera un ascenso.

Retribución

Sin embargo, le diagnosticaron cáncer de estómago al siguiente día, lo que lo asustó y lo deprimió.

Recordó que los practicantes de Falun Dafa le habían dicho: "Es un principio celestial que el bien es recompensado, y el mal recibe su castigo", y "que perseguir a Falun Dafa es un crimen". Aunque se veía incapaz de ayudar se preguntaba si no se habría topado con una retribución.

Recuperó unos pocos libros de Falun Dafa confiscados y DVDs de la estación. Cuidadosamente los leyó una y otra vez. Gradualmente, comenzó a ver que lo que se dice en los libros de Falun Dafa tiene sentido, y comenzó a darse cuenta que Falun Dafa es genial. También se arrepintió de las cosas que le había hecho a los practicantes.

Mientras esperaba que le operaran, Chang pasó tanto tiempo como pudo viendo DVD de clarificación de la verdad sobre Falun Dafa. También habló con practicantes de Falun Gong y les hizo preguntas sobre cosas que no entendía. Vio que Falun Dafa es Fo Fa y comprendió que el bien es recompensado mientras que el mal es castigado. Hizo que su mente redimiera a su alma tomando acciones en favor de los cultivadores.

Protegiendo a los practicantes

En la estación de policía notaron que Chang había cambiado. A medida que los reportes sobre Falun Dafa llegaban, él simplemente los ignoraba. Cuando entraban llamadas de policías que pedían vehículos para arrestar a practicantes que estaban contando la verdad sobre la persecución en público, simplemente decía: "¿De dónde vamos a sacar más vehículos? No molesten. Dejen que se marchen".

Llamó por teléfono a los practicantes que habían sido multados para devolverles su dinero. También usó algunos de sus contactos para liberar a un anciano practicante, que había sido enviado a un centro de trabajo forzado, y que más tarde fue liberado bajo fianza para recibir tratamiento médico. Hizo bastantes de estas cosas.

Chang noto que su dolor de estómago iba desapareciendo lentamente. Empezó a sentirse muy energético y recuperó su buen apetito. Se sorprendió al descubrir durante un examen médico que ya no tenía cáncer de estómago. Cuando le dijo a su asistente Tang que su cáncer de estómago se había curado, Tang le respondió: "¿Sabes porqué los dos ex directores de esta estación de policía no participaban muy activamente en la persecución?". Sacudió su cabeza y contestó que no.

Tomando la advertencia en serio

Tang le dijo que ambas, tanto la madre como la esposa del primer director, practicaban Falun Dafa. Y que el primer director les decía siempre a sus subordinados que aquellos que practican Falun Dafa son personas bondadosas. Se negó a involucrarse en los arrestos de practicantes de Falun Gong.

Su madre le decía que no debería participar en la persecución incluso aunque eso significara perder su trabajo. Le decía que rompería su relación con él si hacía ese tipo de cosas perversas que contravenían los principios del cielo. De forma extraña, lo ascendieron al departamento de policía de la provincia, a pesar de su resistencia a la persecución.

El segundo director, Qin era incluso más capaz. Cuando asumió la oficina, estaba a punto de jubilarse. El departamento municipal quería aprovechar sus habilidades y su determinación, para que reprimiera a Falun Dafa. Sin embargo, él no se involucró en nada relacionado a Falun Dafa.

Le dijo a otros el dicho tradicional chino: "Hay deidades un metro por encima de tu cabeza". El prefirió acumular virtud para sus hijos y nietos. Usó sus contactos para jubilarse un año después. Otros envidiaron su fortuna porque le llevó a recibir una pensión que excedía al salario que percibía antes de retirarse. Después supimos que su hijo y su nuera eran practicantes de Falun Gong. Le habían convencido para que se retirara.

Maravillado Chang por sus predecesores al ser bendecidos por despertar a la verdad sobre Falun Dafa, dijo: "¡Fui afortunado y conocí la verdad antes de que fuera demasiado tarde para mí! Mi cáncer se ha curado. Si no hubiera sucedido todo así, ¡me hubiera costado la vida!".

Estadísticas de aquellos que recibieron retribución

Basado en estadísticas incompletas de julio de 1999 a diciembre de 2018, durante la persecución a Falun Gong por el régimen comunista, se han documentado un total de 20.784 perseguidores que han recibido retribución.

La mayoría de estos individuos eran empleados de la policía. También algunos se han arrepentido después de haber sido diagnosticados con enfermedades terminales. Dejaron de perseguir a Falun Dafa e hicieron todo lo que pudieron para ayudar a los practicantes. Querían compensar los pecados que habían cometido al perseguir a los practicantes y terminaron siendo bendecidos.