(Minghui.org) Tengo 73 años y comencé a practicar Falun Dafa en 1997. Fui ilegalmente detenida en un campo de trabajo forzado en 2000 por mi creencia en Dafa. Después de ser liberada, la oficina 610 del distrito y la policía me arrestaron una vez por año.

Sin embargo, me negué a declararme culpable, y en vez, detallé en los transcriptos de la policía, los crímenes que ellos cometieron. Por eso, cada vez me volvían a liberar.

En abril de 2004 me arrestaron de nuevo, y me llevaron a una clase de lavado de cerebro por un mes. Hice huelga de hambre para protestar por la detención ilegal. Les dije que publicaría sus crímenes en Internet. Me liberaron después de una semana.

Luego, confiscaron mi salario y mi ingreso de jubilación.

Negando la persecución financiera

Decidí recuperar mi salario y mi ingreso de jubilación. Escribí una carta de apelación y fui al comité educativo del distrito.

Me encontré con el director del comité. Cuando le pregunté por mi salario, él dijo: “¿Todavía estás practicando Falun Dafa?” Le contesté: “¿Por qué no puedo practicar?” Me fui sin conseguir mi salario.

Después de regresar a casa, escribí más de una decena de cartas en las cuales aclaraba la verdad de Dafa, usando mis experiencias como ejemplo. También enfaticé que Dafa elevó la moral de la sociedad y aun así lo difamaron.

Envié cartas a la sección política de la comisión educativa del distrito y luego hablé con el director cara a cara.

Para noviembre del 2012, el gobierno central del PCCh estaba reunido en Beijing. La atmosfera estaba muy tensa.

La oficina 610 aceleró la persecución a Falun Dafa. Yo entregué mi carta en la comisaría, en el gobierno municipal y al personal de la aldea.

En mi carta, denuncié que mis ingresos habían sido confiscados, y dije que era ilegal. Sin embargo, ellos pusieron excusas para no pagarme mi salario.

Poco después de enviar las cartas, se realizó una reunión en la oficina de la aldea, con el jefe de la comisaría, el oficial a cargo de nuestra área, el vice intendente, y el jefe del PCCh de nuestra aldea.

En la reunión, hablé sobre cómo me sentía con la persecución financiera hacia mí, y ellos expresaron simpatía y comprensión. El jefe de la aldea me quitó inmediatamente la vigilancia. El vice intendente y el jefe de la policía me dijeron que estuviera atenta que lo iban a solucionar, y yo después aclaré la verdad sobre Dafa.

Me dijeron que fuera a una reunión en la oficina del municipio. Allí estaban el director de la escuela, el director de la sección política del comité educativo del distrito, el vice intendente, el jefe del PCCh de la aldea y un policía.

En la reunión, hablé sobre la repetida persecución que soporté todo por ser una buena persona. Luego ellos hablaron uno por uno, y todos se mostraron comprensivos hacía mí.

Finalmente, el director de la sección política aceptó resolver el problema según lo que conté. El principal me dio un mes de salario ahí mismo, y el resto de mis ingresos y la pensión pronto estarían disponibles. El resultado de esta reunión fue que me compensaron con 345.000 yuanes en tres pagos.

Cuando calcularon mi compensación, también contaron el tiempo que fui despedida y el tiempo que fui a Beijing a validar el Fa.

Desintegrando la interferencia

Cuando estaba estudiando el Fa en abril de 2014, escuché a alguien hablando y vi tres personas. Les pregunté qué querían. Me dijeron que eran el nuevo director del departamento de policía, el jefe del equipo de seguridad estatal, y el nuevo jefe de la comisaría. Querían hablar conmigo.

Les dije: “No pueden entrar, porque ustedes persiguen a la gente. No son bienvenidos”.

El jefe del equipo de seguridad estatal dijo: “Fijate que día es hoy, deberías saber, no te permito que vayas a ningún lado”.

Inmediatamente lo miré y le dije: “Soy una ciudadana de este país. Tengo libertad para moverme. ¿Te atreves a negármelo? Puedo ir a cualquier lado. Iré al lugar que no me permites ir. Dime ¿adónde no quieres que vaya?”

No dijo nada a pesar de que todos lo estaban mirando. Parecía nervioso. Yo dije: “Si no te atreves a contestarme, te puedes ir”. Realmente comenzó a irse.

Otra persona con una cámara vino y sacó fotos de la habitación. Le dije que no tenía derecho a sacar fotos, así que me negó haberlo hecho. Llegué a mi límite y les dije que se fuera.

Shifu dijo:

“Así que como cultivador, lo que es realmente extraordinario es cuando puedes ser firme y tener pensamientos rectos tan firmes que nada puede hacerte vacilar. Sé sólido y firme como diamante, o granito, y entonces nada podrá afectarte; la maldad te temerá con sólo verte.” (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos)

La batalla entre lo recto y lo perverso ha terminado. En la superficie, la fuerza de ambos lados no estaba balanceada, pero yo tenía a Shifu a mi lado, y no les tenía miedo.

Alguien me dijo después que gente de la oficina 610 de la ciudad vino. Había un montón de gente del distrito y del gobierno municipal, y había como 10 personas en total.

También fueron a las casas de otros practicantes para acosarlos, pero mi casa fue el primer lugar al que fueron. Nunca más regresaron a casa.