(Minghui.org) Nuestros ancestros chinos dijeron que cada uno será recompensado o castigado por lo que haya hecho. Cuando el partido comunista chino (PCCh) llegó al poder, promovió el ateísmo y alentó la lucha para que la gente ya no creyera en este proverbio. Cuando las personas que trabajan en el sistema de seguridad pública persiguen a Falun Dafa, pasan a ser no solo perpetradores sino también víctimas.

Según reportes del sitio Minghui.org, más de diez mil oficiales de policía, personal judicial, otros funcionarios y ciudadanos comunes en China, han recibido retribución kármica por participar en la persecución hacia los practicantes de Falun Dafa. A continuación comparto mis experiencias al aclarar la verdad a las personas en el sistema de seguridad pública.

Los cambios de mi cuñado

Mi cuñado es un procurador, por lo que me fue muy difícil decirle algo sobre Dafa. Tan pronto como empezaba a hablarle, él gritaba: “¡El PCCh me paga, por lo que no puedo renunciar! Necesito estar de acuerdo con eso".

De todos los departamentos de la ciudad, la oficina donde trabajaba era la peor al perseguir a los practicantes. Para intentar ayudarlo a entender los hechos y que renunciara al PCCh, le escribí cartas y le di su número telefónico a Minghui.org. De esta manera, los practicantes en el extranjero podrían llamarle para aclararle la verdad sobre Falun Dafa. Algunos practicantes también le dieron folletos y DVD informativos sobre Dafa.

Un día, mientras conversaba con él, me dijo que su oficina estaba en el mismo edificio que el palacio de justicia y que muchos jueces y fiscales habían fallecido uno tras otro. Muchos de ellos murieron de leucemia o de cáncer en el hígado, siguiendo un patrón: un juez moriría después de que falleciera un procurador, y esto se repetía. Después de un fallecimiento, las personas en el edificio adivinaban si el próximo en morir sería un juez o un procurador. Tales conjeturas con frecuencia eran correctas.

Un buen amigo suyo en la corte también enfermó de cáncer y fue operado. Me dijo que algunas de los familiares llegaban a la Fiscalía a pedir que la bandera del PCCh cubriera el ataúd de su familiar fallecido. Me siento muy triste por ellos, ya que estas personas perdieron su vida cegados por ayudar al PCCh a perseguir a Dafa y fueron leales al malvado PCCh, incluso después de morir.

Le dije a mi cuñado que, de acuerdo con un artículo en Minghui.org, muchas personas que habían participado en la persecución de practicantes, incluidos policías, procuradores y jueces, encontraron retribuciones kármicas.

Él parecía considerar seriamente este punto. Más tarde me dijo que hacía poco que el hijo del director político de su oficina había sido diagnosticado con cáncer y luego falleció. Tenía solo 28 años.

Publiqué un artículo en Minghui.org contando esta historia para ayudar a despertar a los jueces y procuradores y para que dejen de perseguir a los practicantes de Falun Dafa. Cuando mi cuñado lo leyó me dijo: "Eres un buen narrador de historias". Sus colegas también leyeron el artículo.

Más tarde me dijo que ya nadie en su oficina quería tomar casos relacionados con Falun Dafa.

Un día, de la nada, me dijo: “Falun Dafa algun día será reivindicado. Solo esperen las noticias buenas".

Mis hermanas dejan de participar en la persecución

Tengo dos hermanas menores que trabajan en el sistema de seguridad pública. La menor es oficial de policía y la mayor, que trabaja en una prisión para mujeres, fue la responsable de encarcelar a las practicantes ancianas que enfermaron o quedaron incapacitadas durante su detención.

Cuando el PCCh comenzó a perseguir a Falun Dafa, me llamó para pedirme que dejara de practicar. Le contesté que no había nada malo en ser una buena persona que sigue los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, que la ley debería proteger la libertad de creencia de los ciudadanos y que la persecución a Dafa era ilegal.

Se negó a escucharme y comenzó a gritar descontrolada diciendo que cortara todos los lazos con nuestra familia. Mi madre, quien había escuchado la conversación y pensó erróneamente que yo quería cortar mi relación con ella, se enojó y no contestaba mis llamadas ni me dejaba visitarla.

En el verano de 2005, mi madre finalmente accedió a verme. Me enteré que mi hermana tenía mala salud, padecía severos dolores de cabeza a diario y, a menudo, pedía días libres por enfermedad. Muchas personas que trabajan en la prisión y estaban involucradas en perseguir a los practicantes también estaban enfermando en ese tiempo.

Le informé a mi hermana que los nombres de su director, de su subjefe y de muchos oficiales, habían sido publicados en Minghui.org, y que su nombre también estaba ahí.

Le dije que las personas que participan en la persecución a Falun Dafa serán castigadas por el cielo. También le conté historias de personas que reciben bendiciones por recitar sinceramente las frases "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Le pedí que lo intentara.

También invité a mis familiares a renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Mi cuñado estuvo de acuerdo. Mi madre y mis dos hermanas menores después renunciaron, y publicaron sus declaraciones solemnes.

La salud de mi hermana mejoró milagrosamente después de que publicó su solemne declaración. Aunque su esposo debía ser ascendido a subjefe, rechazó el nuevo cargo diciendo que prefería vivir su vida en paz.

Mis dos hermanas dijeron que dejarían de participar en actividades para perseguir a los practicantes de Falun Dafa.

Al ver que mi salud mejoró con la práctica de Falun Dafa, mi madre comenzó a escuchar las conferencias del Maestro Li Hongzhi (el fundador de Falun Dafa) y las experiencias de cultivación de los practicantes.

He aclarado continuamente la verdad a la policía a lo largo de los años. Después de conocer los hechos, algunos de ellos renunciaron al PCCh, otros dejaron de perseguir a los practicantes y otros inclusive comenzaron a protegerlos.