(Minghui.org) Soy un ingeniero que trabaja en un campo experimental en la sede del estado mayor. Estuve haciendo investigación científica por 18 años, en un ambiente muy duro antes de que mi salud se dañara. En 1994, tras realizarme una tomografía computarizada en el Hospital No. 301, supe que tenía un tumor cerebral maligno. Apenas unos días después del diagnóstico, ya no podía moverme. Me extirparon el tumor quirúrgicamente en una operación que duró siete horas. Cuando fui reexaminado 54 días después, el tumor había recurrido. 

Se detectó un tumor de 4 cm x 3 cm esta vez. Para el día 84, el tumor tenía 6 cm x 5 cm. Los doctores en el hospital No.301 se sintieron incapaces encontrar un tratamiento y me enviaron a casa. Mi única opción era esperar mi muerte. Mi esposa llevó las tomografías computarizadas de antes y después de la cirugía a otro hospital para consultar. El director de cirugía cerebral, un viejo profesor, estudió el expediente y le dijo a mi esposa: "No llores. Como la cirugía no puede extirparlo, la única opción es tratar de evitar que empeore”. Mi esposa le preguntó cuánto tiempo me quedaba. Dijo: "Sobre la base de la situación actual, tres meses como máximo".

Mi esposa se negó a renunciar y consultó a la Asociación de Cáncer de Beijing. Se le informó de un polvo anticancerígeno que fue particularmente efectivo en los tumores cerebrales. Sin otra opción, practiqué qigong mientras tomaba el medicamento. Mi estado parecía estar mejor controlado, sin embargo, mi unidad de trabajo no podía reembolsarme los gastos médicos. Tenía que pagar 800 yuanes (un trabajador urbano promedio gana unos 500 yuanes por mes) cada mes por el medicamento. El salario total que mi esposa y yo ganamos juntos era de solo 850 yuanes por mes. Nuestra vida familiar fue muy difícil.

Durante el tiempo que estuve enfermo, mi esposa tuvo que soportar presiones tanto mentales como económicas. Su salud finalmente se quebró también, y su cabello se volvió blanco. Ella desarrolló muchas enfermedades, incluyendo una infección pélvica, enteritis, gastritis y otras enfermedades. El hospital No. 301 sugirió que fuera hospitalizada, pero nuestros hijos y yo la necesitábamos. 

Si ella no hubiera encontrado a Falun Dafa, no estoy seguro de lo que nos hubiera pasado. Falun Dafa la ayudó a sostener a la familia. Mi esposa comenzó a practicar Falun Dafa en 1995. Tres meses después, todas sus enfermedades habían desaparecido por completo. Su salud se recuperó por completo, y su cabello cambió gradualmente de blanco a negro. ¡Sentí tanta felicidad en mi corazón! Cuando practicaba la meditación sentada en la noche, sentí una energía clara y fuerte que venía de ella. Estaba motivado para leer los dos libros Falun Gong y Zhuan Falun. Las profundas enseñanzas del Maestro Li Hongzhi me conmovieron profundamente. Entendí la razón de ser un ser humano, el propósito de mi vida y la razón de mi enfermedad. Falun Dafa me despertó de la ilusión.

Ambos nos convertimos en practicantes de Falun Dafa. Me esforcé por practicar y cultivarme genuinamente de acuerdo con el principio universal, "Verdad- Benevolencia- Tolerancia".

Después de seis meses de práctica me había recuperado por completo. Desde entonces mi salud siempre ha sido buena. Es Falun Dafa el que me dio una segunda oportunidad en la vida. En diciembre de 1995, la unidad de trabajo me asignó un nuevo departamento. Mientras lo remodelaba, podía cargar una bolsa de cemento de 50 kg desde el primer piso hasta el quinto piso. No sentí ningún cansancio en más de 20 días de trabajo. Sentí que tenía una fuerza infinita. De hecho, soy incluso más fuerte que antes de enfermarme. En la primavera llegó el momento de plantar árboles. Como miembro veterano del partido y también practicante de Falun Dafa, probé hacer el trabajo pesado de cavar el hoyo para plantar el árbol. El agujero tenía 1,5 metros cuadrados de ancho y 1,5 metros de profundidad con muchas rocas grandes. Trabajé duro y fui capaz terminar más de lo que me pidieron que hiciera.

Falun Dafa nos enseña que un practicante siempre debe ser una buena persona. En la unidad de trabajo hice los trabajos feos y difíciles y consideré a los demás primero todo el tiempo. Renuncié a la búsqueda de la fama y el interés personal. En marzo de este año, el supervisor me dijo que quería sugerir mi nombre a las autoridades como candidato a "trabajador sobresaliente". En comparación con los empleados veteranos que habían trabajado tanto como yo, mi rango era dos grados más bajo. 

Antes de practicar Falun Dafa, me había quejado mucho al respecto porque sentía que mis contribuciones eran desproporcionadas con mis recompensas. Desde que me convertí en practicante, he tratado de tomarme la fama y el interés personal ligeramente y de verdad ser una buena persona. Le dije al supervisor: "No estoy calificado para el título de trabajador sobresaliente. He estado de baja temporal por enfermedad por un año y medio. La unidad de trabajo ha pagado mucho dinero por mis gastos médicos. Ya he recibido tanto. Dele esta oportunidad a otra persona”. En junio, cuando la oficina de investigación científica me pidió que escribiera un artículo, “Buenos miembros del partido a mi alrededor”, para la evaluación del trabajo de medio año, dejé este honor para otros.

Falun Dafa no solo salvó mi vida, sino que también ha purificado mi espíritu.

Nota del editor:
Publicado en el libro: Vida y esperanza renovadas: El poder curativo de Falun Dafa
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