(Minghui.org) Tengo 50 años y soy un trabajador jubilado. Mi familia vive en la calle Hanzhengjie en la ciudad de Hankou, Wuhan, provincia de Hubei. En noviembre de 2002, fui hospitalizado por insuficiencia renal crónica y uremia. 

Un mes de hospitalización me costó más de 10.000 yuanes [el ingreso mensual promedio de un trabajador urbano en China es de 500 yuanes]. Debido a que el costo era mucho más alta que mi capacidad de pago, a pesar de que mi enfermedad no mostró ninguna mejoría evidente, tuve que dejar el hospital. 

Después de regresar a casa, traté de pedir dinero prestado de aquí y de allá para tratar mi enfermedad. Visité a los especialistas renales más famosos y tenía que ponerme una inyección cada dos días. Cada inyección me costaba casi 100 yuanes. Si omitía ponerme alguna inyección, caía completamente inconsciente y me tumbaba en la cama prácticamente en coma. Mi visión era confusa, y sentía como si mis ojos estuvieran cubiertos. 

El costo de las inyecciones y de la otra medicina tradicional china a base de hierbas que tenía que tomar costaban más de 1.500 yuanes. A la larga, no podía darme el lujo de tratar mi enfermedad, que se consideraba incurable por medios médicos. Comprendí claramente que no me quedaban muchos días de vida. 

El 12 de marzo de 2003, cuando estaba sufriendo y desesperado, un vecino me dijo: "Tu enfermedad puede ser curada si practicas Falun Gong". Cuando vio que aún no estaba completamente convencido, llamó e invitó a una señora mayor de unos sesenta años a mi casa. Esta señora me contó su experiencia personal de que su cáncer de estómago se curó practicando Falun Gong (Falun Dafa).

Desde que empecé a practicar Falun Gong, no he necesitado tomar ninguna medicina o inyecciones durante más de un año. He estudiado persistentemente las enseñanzas de Falun Dafa y he practicado los ejercicios todos los días sin interrupciones. He recuperado totalmente la salud de una persona normal. Solo leyendo el libro Zhuan Falun, que contiene las principales enseñanzas de Falun Dafa, y practicando los cinco conjuntos simples de ejercicios, mi uremia, que fue declarada incurable por la medicina moderna, desapareció.

Si hubiera vivido la experiencia, me sería difícil creer en el maravilloso efecto curativo de Falun Gong. Probablemente seguiría engañado por las mentiras difundidas por la televisión y los periódicos.

Al leer el libro y aprender Falun Dafa, me di cuenta de que Falun Gong no es solo para tratar enfermedades. Falun Gong enseña a la gente a cultivar su mente y corazón de acuerdo a los principios de "Verdad-Benevolencia-Tolerancia" y a ser buenos. Usaré mi vida, que ha sido extendida por Falun Dafa, para decir a toda la gente: "¡Falun Dafa es bueno!".

Artículo publicado en el libro: 

Vida y esperanza renovadas: El poder curativo de Falun Dafa
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