(Minghui.org) Una abuela en la ciudad de Dandong, provincia de Liaoning, fue juzgada el 11 de abril de 2019 por su creencia en Falun Dafa, una práctica de mente-cuerpo que ha sido perseguida por el régimen comunista chino desde julio de 1999.

Esta no es la primera vez que la Sra. Shao Changhua ha sido presa de ataques por su fe. Fue sentenciada dos veces, en 2005 y 2010, por un total de 9 años por no haber renunciado a creer en Falun Dafa.

Su último arresto fue el 17 de agosto de 2018 cuando salió a la puerta para despedir a algunos invitados. Un oficial reveló que la habían estado vigilando después de sospechar que estaba involucrada en el caso de otros dos practicantes, que habían sido condenados a prisión por colocar pancartas de Falun Dafa.

Cuando su abogado la visitó en el centro de detención de la ciudad de Dandong el 19 de septiembre de 2018, salió acompañada de dos reclusas. Le dijo al abogado que había iniciado una huelga de hambre para protestar por la detención arbitraria.

Su familia visitó varias veces a Yang Shuo, el oficial a cargo de su caso, y exigió su liberación. Yang dijo que ya había presentado su caso a la procuraduría del distrito de Yuanbao.

Su hija, que estaba embarazada de siete meses en ese momento, visitó al fiscal Zhao el 15 de octubre de 2018 y le dijeron que la única manera de que su madre no fuera acusada era escribir una declaración para renunciar a Falun Dafa.

El fiscal Zhao transfirió posteriormente el caso a la procuraduría de distrito de Zhen'an, que a su vez lo presentó al tribunal del mismo distrito.

La Sra. Shao compareció ante el tribunal el 11 de abril de 2019. Su familia no fue informada de la audiencia hasta una hora antes del inicio. Se apresuraron a ir al juzgado y la vieron esposada y con grilletes. Parecía tener graves problemas de audición, pero estaba de buen humor.

Ella refutó los cargos en su contra por su fe en Falun Dafa. Argumentó que ninguna ley en China criminaliza a Falun Dafa y que nunca debió haber sido arrestada por ejercer su derecho constitucional a la libertad de creencia.

También compartió cómo Falun Dafa había curado sus enfermedades y mejorado su calidad de vida. El juez Guo Zhongren la detuvo, diciendo: "¡No promuevas Falun Dafa en la corte!".

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