(Minghui.org) Funcionarios de alto rango, incluyendo a Sam Brownback, embajador de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, y William Brent Christensen, director del Instituto Americano en Taiwán (AIT), hablaron sobre la persecución a Falun Dafa (Falun Gong) en una reciente conferencia internacional sobre la libertad religiosa en la región Indo-Pacífica.

La conferencia "Foro Regional sobre Libertad Religiosa 2019: Un Diálogo de la Sociedad Civil sobre la Garantía de la Libertad Religiosa en la Región Indo-Pacífica", comenzó en Taipéi el 11 de marzo y duró dos días. Alrededor de 70 representantes de organizaciones religiosas de 15 naciones asistieron a la conferencia. Entre los temas discutidos estaban la persecución del partido comunista chino (PCCh) a los practicantes de Falun Dafa, cristianos, tibetanos y uigures.

Embajador de los Estados Unidos: La libertad religiosa debe ser la norma

Sam Brownback, embajador de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, habla en un foro para la libertad religiosa en Taipéi el 11 de marzo de 2019.

En el discurso de apertura del foro, Brownback pidió a Beijing que pusiera fin a todas las formas de persecución religiosa en China. "El gobierno chino está en guerra con la fe. Es una guerra que no ganarán", afirmó. El embajador Brownback enumeró los abusos de los derechos humanos contra grupos como católicos, musulmanes, tibetanos y practicantes de la práctica de meditación espiritual, Falun Dafa.

"Según fue denunciado, el gobierno chino detuvo y torturó en prisión a los practicantes de Falun Gong en cifras creíbles estimadas en miles", comentó Brownback. Según el sitio web Minghui, se ha documentado que al menos 4.200 practicantes de Falun Dafa han perdido la vida durante o como resultado de la custodia policial desde que el grupo comenzó a ser reprimido en 1999. Debido al bloqueo de la información en China, es probable que la cifra sea mucho mayor.

"Como se puede hacer aquí en Taiwán, la [libertad religiosa] debería ser algo normal para todos en toda la región y en el mundo", añadió Brownback.

Funcionarios de Taiwán: Apoyar a los oprimidos por los regímenes autoritarios

Durante la ceremonia de apertura del foro, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, reconoció que la libertad de creencia está en peligro en muchas partes del mundo. Dijo que después de ser testigo del dolor de ser privado de sus derechos y de su identidad, Taiwán "estará con la gente que está privada de sus derechos religiosos o que está oprimida por los regímenes autoritarios".

William Brent Christensen elogió el modelo democrático de Taiwán y cómo ha sido "tremendamente exitoso en proveer protección legal y respeto a una amplia gama de creencias", lo que incluye "reuniones voluntarias organizadas de practicantes de Falun Dafa meditando en un parque de la ciudad al amanecer". Dijo que la libertad religiosa es parte de los valores universales que trascienden las naciones o las razas.

Poner fin a la persecución religiosa

Brownback agradeció a Taiwán por ser "un amigo y socio que promueve una región Indo-Pacífica libre y abierta". Añadió: "Promover la libertad religiosa en todo el mundo es una prioridad de la política exterior de Estados Unidos, y ciertamente de esta administración".

Siete practicantes de Falun Dafa se unieron a representantes de otros grupos religiosos durante el foro sobre libertad religiosa.

En una conferencia de prensa se le preguntó a Brownback si el gobierno de Estados Unidos tomaría alguna acción en un futuro cercano para detener la persecución de Falun Dafa en China, y sobre la posibilidad de usar la Ley Global Magnitsky para atacar a los funcionarios chinos afiliados a la persecución religiosa. Aprobada como ley en 2016, esta ley permite sanciones contra individuos que cometen violaciones a los derechos humanos, como el congelamiento de sus activos en los Estados Unidos y la prohibición de entrada a los Estados Unidos.

En su respuesta, Brownback dijo que no podía dar detalles del plan del gobierno de Estados Unidos. Confirmó, sin embargo, que en realidad había discusiones en el Congreso sobre cómo "lograr con más vigor la libertad religiosa". Un ejemplo es el pastor Andrew Brunson, quien fue rescatado con éxito de una prisión en Turquía después de dos años a través de los esfuerzos de sanción del gobierno de los Estados Unidos.

El embajador Brownback señaló que la libertad religiosa promovería los derechos humanos y con ello una economía más fuerte y la prosperidad social.