(Minghui.org) Como veterana practicante de Falun Dafa, he experimentado muchas cosas en mi cultivación a lo largo de los años. Aquí quiero compartir con mis compañeros practicantes mis experiencias sobre la tribulación más difícil en mi cultivación, y quiero agradecer a Shifu por su compasiva protección.

La policía intenta interrogarme

Yo estaba operando un centro de producción de materiales en mi casa y había estado proporcionando materiales para que la gente supiera sobre Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) y la persecución.

En la mañana del 2 de octubre de 2015, escuché un golpe en mi puerta y creí que era un pariente. Tan pronto como la abrí, varios policías entraron por la fuerza.

Mi impresora estaba haciendo copias para folletos sobre Falun Dafa. Cuando vieron eso, me obligaron a bajar, me empujaron a un vehículo policial y me llevaron a la estación de policía.

La policía comenzó a interrogarme tan pronto como llegamos. Entonces me vino a la mente un pensamiento: “En circunstancias normales, no podría llamar su atención. Como estoy aquí, voy a aprovechar la oportunidad para hablarles sobre Falun Dafa".

Hablé con todos los oficiales que entraron. Les conté sobre el hecho de que Falun Dafa ha sido aceptado por personas de todo el mundo y sobre el poder milagroso de Falun Dafa para curar enfermedades y mejorar la salud y cómo me ayudó personalmente.

También les conté sobre la roca que fue descubierta en la provincia de Guizhou grabada con caracteres chinos tradicionales que dice "El partido comunista chino perece" y que la "Autoinmolación de Tiananmen" fue un engaño para calumniar a Falun Dafa.

Un oficial me preguntó por qué había presentado una denuncia penal contra Jiang Zemin, el ex jefe del partido comunista chino (PCCh). Así que le hablé sobre qué tipo de persona es Jiang, cómo ha perseguido a los practicantes de Falun Dafa y cómo vendió la tierra de nuestro país.

Muchos de ellos escucharon atentamente, pero otros no lo hicieron y actuaron cruelmente. Miré fijamente a uno de ellos y envié pensamientos rectos. En poco tiempo, él bajó la cabeza y se fue.

Más tarde, un oficial me preguntó: "¿Sientes pena por tu familia por estar aquí?".

Respondí: “Ustedes son los que me sacaron de casa por la fuerza. Siento mucho no poder hacerlo mejor, y aquí estoy perdiendo mucho tiempo en lugar de estar ayudando a que más personas sepan la verdad".

Cuando miré el papel que querían que yo firmara, vi que intentaban acusarme de "interrumpir el orden público". Les dije: "Yo no ‘alteré el orden público’".

Un oficial respondió: "Entonces puedes escribir tu comentario en el papel".

Así que escribí: "Falun Dafa es un Fa recto. Al cultivar Falun Dafa me he deshecho de todas mis enfermedades. ¡Falun Dafa es bueno!".

Enviando pensamientos rectos en detención

Me llevaron a una celda donde ya estaban detenidos dos practicantes de Falun Dafa. Una docena más fueron admitidos más tarde.

Todos miramos hacia adentro y nos dimos cuenta de que no habíamos sido diligentes en la cultivación durante un período de tiempo. Nos habíamos quedado atrapados en la vida cotidiana y no enviamos pensamientos rectos de manera constante. El mal aprovechó nuestras brechas y nos persiguió.

Decidimos intensificar nuestro envío de pensamientos rectos. Una noche, envié pensamientos rectos durante cuatro horas seguidas, algo que nunca antes había podido hacer. Sabía que el Maestro me había fortalecido.

Enviamos pensamientos rectos en la noche y recitamos Hong Yin durante el día. Sentí que estaba en un grupo de estudio del Fa intensificado y lamenté profundamente no haber prestado suficiente atención a recitar el Fa antes.

Torturada y humillada

La policía me llevó a un centro de detención una semana después. Cada celda era dirigida por una reclusa. La jefa de las reclusas ayudó a los guardias a torturar a otras practicantes recluidas en la celda.

Cuando llegué por primera vez, la jefa de reclusas instigó a otras internas a torturarme. Después de que se enteraron de que yo practicaba Falun Dafa, la tortura empeoró.

Trataron desesperadamente de que renunciara a mi creencia, para que pudieran cumplir con su encargo.

Una de las cosas más humillantes que me hicieron fue obligarme a comer todos los días junto al inodoro.

Tenía un fuerte apego al sentimentalismo a la familia y estaba ansiosa por salir del centro de detención. Me sentí muy triste, estaba deprimida y como resultado sufrí una rápida pérdida de peso.

Mirando hacia adentro encontrando mis deficiencias

Seguí pensando: "¿Qué me pasó? Soy una practicante de Dafa. ¿Cuáles son mis brechas que están siendo explotadas por el mal para perseguirme?

Calmé mi mente y miré hacia adentro para buscar la razón. Encontré muchos apegos, incluida mi mentalidad de no estar dispuesta a aceptar las críticas de otras personas, desconfiar de mi marido, mi resentimiento, celos y mentalidad competitiva.

Sin embargo, todavía sentía que no había identificado mi apego fundamental. Las que había encontrado todas parecían superficiales.

De repente, me di cuenta de que había empezado a usar WeChat (una aplicación china de mensajes sociales y de medios múltiples). Uno de mis compañeros de clase, que había querido salir conmigo en el pasado, me encontró en WeChat el día anterior a mi detención y tuvimos una video llamada.

Él me halagó y yo estaba charlando con él cuando la policía irrumpió en mi casa.

Me pregunté por qué había empezado a pensar de repente en mí y por qué me había encontrado en WeChat. Me di cuenta de que había pensado que estaría mejor si no me hubiera casado con mi esposo. ¡Todavía quería perseguir la felicidad de la gente común y buscar una vida cómoda!

Me sentí tan avergonzada que todavía tenía un fuerte apego a la lujuria después de todos estos años de cultivación, aunque pensé que ya había descartado la lujuria.

La cultivación es seria. Un practicante debe basar todos sus pensamientos y acciones en el Fa. Cualquier brecha les dará a las viejas fuerzas la oportunidad de perseguirnos. Después de encontrar mis apegos, comencé a eliminarlos.

Ganando el respeto de las reclusas

Fui sentenciada a 15 meses de prisión y algunas veces me sentí emocionalmente perturbada durante ese tiempo.

Cada vez que podía recordar el Fa del Maestro: "...sólo permaneciendo inamovibles podrían manejar todas las situaciones" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Canadá 2005), mi mente se calmaba rápidamente.

Envié pensamientos rectos para eliminar el mal cada vez que tenía tiempo. Recordé que soy una practicante de Dafa, que validar el Fa es mi responsabilidad y que debo tratar a todos con amabilidad, incluso a las reclusas.

Cambié mi actitud y comencé a tratar a todos con amabilidad. Los guardias trataron mal a las internas. Sin embargo, hice todo lo posible para ayudarlas siempre que pude.

Compartí mi comida y ropa con quienes las necesitaban y toleré su mal comportamiento. Con el tiempo, me gané su respeto. Por mi conducta, muchas reclusas llegaron a comprender que los practicantes de Falun Dafa somos buenas personas.

Las condiciones en la prisión eran muy malas y era difícil ducharse en el invierno. El agua caliente se agotaba rápidamente, por lo que el resto de nosotros tendríamos que esperar hasta el día siguiente o tomar una ducha fría.

Teniendo en cuenta a las otras internas, nunca me di una ducha caliente. Siempre esperé hasta que se acabara el agua caliente y las demás internas dejaran de ducharse. Yo fui la única que tomó una ducha fría en el invierno. Todas se sorprendieron de que nunca me resfriara.

Todas las reclusas me admiraron diciendo: “Los practicantes de Falun Dafa son fuertes. ¿Quién más se atrevería aquí a tomar una ducha fría en invierno?”.

La prisión no suministró suficiente agua hervida para las internas y le dio a cada celda solo una cantidad muy limitada. A menudo guardé mi parte para otras.

Todas fueron testigos del poder milagroso de Dafa.

Validando el Fa en la prisión

Me preocupé por todos e hice mi mejor esfuerzo para ayudarlos. Las reclusas me admiraron y se mostraron cada vez más dispuestas a compartir sus pensamientos conmigo.

Un día, el director de la prisión llamó a la jefa de la prisión a su oficina. Ella estuvo allí durante mucho tiempo. Cuando regresó, quería "transformarme" y trató de obligarme a dejar de practicar Falun Dafa.

Incluso trató de lavarme el cerebro toda la mañana. Ella estaba tratando de hacerme creer las mentiras y la propaganda del PCCh para difamar a Falun Dafa.

Al principio, simplemente la ignoré, pero pronto me di cuenta de que ella se estaba creando mucho yeli al intentar lavarme el cerebro.

Le dije: “Sigo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de ser una buena persona. ¿En qué tipo de persona quieres que me 'transforme'? "No he hecho nada malo y no tengo miedo de nada".

Al ver mi fuerte voluntad, ella dijo: "Ok. ¡Olvídalo! Puedes creer lo que quieras y ya no trataré de "transformarte". Yo sabía que mi firme creencia eliminó a las viejas fuerzas que la controlaban.

Otra reclusa luego me dijo que el director de la prisión había prometido reducir su sentencia en dos años si ella podía hacer que yo dejara de practicar Falun Dafa.

También me dijo que ella sabía que yo era una buena persona y que le gustaba sentarse con las piernas cruzadas mientras meditaba.

Cuando nos conocimos, comencé a contarle algunas historias sobre los milagros de Falun Dafa. Cada vez que tenía la oportunidad, recitaba los poemas de Shifu para ella. Más tarde, me pidió que la ayudara a renunciar al PCCh.

Su cambio de comportamiento tuvo una gran influencia en las demás internas de la celda. Casi todas renunciaron al PCCh y sus organizaciones afiliadas, excepto algunas que no tuve tiempo de conocer antes de que se fueran. Le dije a mis compañeras de celda que recordaran: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Cuando comencé a hablar con una joven en la celda sobre Falun Dafa, ella aceptó mis palabras y renunció a los jóvenes pioneros.

Cuando le dije que recitar sinceramente, "Falun Dafa es bueno" le traería bendiciones, me preguntó: "¿Realmente funciona?". Le dije que funcionaría si ella realmente lo creía.

Varios días después, me dijo que había estado recitando "Falun Dafa es bueno" cien veces al día. Yo dije: "Genial. Serás liberada pronto".

Fue liberada varios días después. Al ver lo que pasó, muchas reclusas comenzaron a recitar con sinceridad: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Dos reclusas también comenzaron a aprender los ejercicios.

Nuestra celda se volvió pacífica y los sonidos de gritos y peleas desaparecieron. Era la mejor celda de la prisión.

Cada vez que un nueva reclusa entraba en nuestra celda, todas le decían: “Esta es la mejor celda. Tienes mucha suerte".

Cuando las internas fueron trasladadas de esta celda a otras, se fueron con lágrimas corriendo por sus rostros.

Los practicantes de Falun Gong validan Dafa todo el tiempo

El ambiente de un practicante de Dafa refleja su estado mental. Como dijo el Maestro: “...la apariencia surge de la mente...” (Enseñando de Fa en la reunión de la Gran Época, 2009).

Un practicante debe tener en cuenta que, sin importar cuándo o dónde, cada uno de nuestros pensamientos y acciones tiene el efecto de validar Dafa. Debemos tener en cuenta todo el tiempo que somos verdaderos cultivadores.

Para cuando salí de la prisión, había recuperado el peso que había perdido y mi tez se veía saludable. Aunque tenía 56 años, parecía que estaba en mis 40 años.

No parecía como alguien que acababa de salir de la cárcel. Parecía que acababa de regresar de vacaciones.

No estoy tratando de presumir escribiendo esto. Solo quiero decir que, como practicante de Falun Dafa, debemos recordar todo el tiempo quiénes somos y siempre debemos asumir la responsabilidad de validar el Fa.

Las anteriores son algunas de mis experiencias de cultivación.

Gracias, Maestro, y gracias, compañeros practicantes.