(Minghui.org) Soy practicante de Falun Dafa y sufrí la persecución del partido comunista chino (PCCh). Aunque mi marido no es practicante, leyó Zhuan Falun así como otros libros de Falun Dafa y reconoce los beneficios de Dafa.

La policía invadió mi casa un día en 2001 y comenzó a acosarme. Cuando mi marido intentó razonar con ellos, los policías lo tiraron al suelo a la fuerza y lo esposaron con las manos en la espalda, sus muñecas sufrieron un fuerte esguince que duró más de un mes como resultado de este suceso. Luego, su salud se deterioró y le diagnosticaron diabetes e hipertensión. A pesar de tomar muchos medicamentos, no mejoró.

Hacia fines de abril de 2017, mi esposo desarrolló una repentina debilidad en su mano derecha. No podía comer con los palillos y también tenía dificultad para hablar y caminar. Toda nuestra familia comenzó a entrar en pánico, al reconocer los síntomas de un derrame cerebral.

Mi hijo mayor lo llevó de inmediato al hospital de la ciudad. En donde los médicos confirmaron que tenía niveles muy altos de glucosa en la sangre y presión arterial. También confirmaron una obstrucción en la arteria cerebral. Los médicos nos informaron que habría quedado paralizado de por vida si no lo llevábamos al hospital en ese momento.

A pesar de recibir tratamiento durante dos semanas, la condición física de mi esposo no mejoró. Aunque su nivel de azúcar en la sangre y su presión arterial bajaron, los tratamientos no ayudaron en nada al derrame cerebral. Al final, el hospital se encargó de que mi marido fuera trasladado al hospital provincial más grande. Los gastos médicos y de hospitalización ascendieron a más de 13.000 yuanes (unos mil novecientos dólares). Mi hijo mayor pagó los gastos y de inmediato acompañamos a mi marido al hospital provincial.

Al día siguiente, los médicos del hospital provincial comenzaron a examinar a mi marido. Se realizó una tomografía computarizada con resultados alarmantes. La condición de mi esposo era tan grave que los especialistas y los expertos médicos agitaban las manos desesperados. No podían tratar su enfermedad con medicamentos y la cirugía no era una opción, porque había un alto riesgo de que mi esposo quedara en estado vegetativo. El hospital nos recomendó llevarlo a casa para que muriera. Paralizados, aceptamos la recomendación del hospital. Nuestro hijo mayor pagó la cuenta del hospital de 20.000 yuanes (casi 3 mil dólares) antes de llevarlo a casa.

No tenía ni idea de la grave condición de mi esposo, porque mis hijos eran los que se turnaban para cuidarlo en el hospital. Al regresar a casa, vi que sus síntomas empeoraron. Su boca estaba torcida, su pronunciación difusa y no podía caminar sin ayuda. Poco después de traerlo a casa, mi hijo mayor me pidió que le enseñara Falun Dafa. Sorprendida, me acerqué y él también asintió con la cabeza. Recibimos el apoyo de toda mi familia.

El primer día de su regreso a casa, recibimos la visita de muchos familiares y amigos, todos se preocuparon al ver la gravedad de su enfermedad y muchos parecían perder la esperanza de su recuperación.

Durante el día, mi marido escuchaba las conferencias que el Maestro Li (fundador de Falun Dafa) ofreció en Guangzhou grabadas en audio. Por la noche, le enseñaba los ejercicios. Al principio, mi esposo no podía pararse derecho y su cuerpo seguía temblando. Sin embargo, en el momento en que comenzó a practicar los movimientos, su temblor se detuvo. Sabía que el Maestro Li era el responsable de este milagro. Debido a que mi marido intentó aprender Falun Dafa en el 2004, pudo volver a hacer los movimientos de los ejercicios más rápido.

Nos las ingeniamos para ir avanzando poco a poco con los cuatro primeros ejercicios. Para entonces, mi marido estaba empapado en sudor. Para el quinto ejercicio él se sentó en la posición de medio loto y como le dolían las piernas, solo pudo meditar durante media hora. Después de completar el quinto ejercicio, mi esposo se levantó y caminó despacio hasta la sala de estar por su cuenta y mientras lo hacía, me dijo: "El ejercicio fue bueno. Me siento muy cómodo".

Mi hijo menor y su esposa estaban en la sala de estar y se sorprendieron al ver a mi esposo caminando sin ayuda. Mi nuera estaba muy asombrada: "¡Wow! ¡Acaba de empezar y ya los resultados son increíbles!", dijo. Mi familia se alegró mucho al escuchar las buenas noticias. "Falun Dafa es bueno, ¡Gracias Maestro!".

Mi esposo seguía escuchando las conferencias del Maestro durante el día y practicaba los ejercicios por la noche. Su salud mejoraba día a día, su boca, manos y piernas pronto volvieron a la normalidad.

Mi hijo mayor nos visitaba a diario y fue testigo de la rápida recuperación de mi marido. Comenzó a decir: "Falun Dafa es bueno, un milagro más poderoso que la ciencia humana". Amigos y familiares también vinieron a visitarme y vieron por sí mismos la increíble mejoría de salud de mi esposo. Una vez que entendieron que el milagro se debía a Falun Dafa, todos comenzaron a reconocer la bondad de esta maravillosa práctica de cultivación.