(Minghui.org) Estoy escribiendo este artículo con infinita gratitud por la ayuda de Shifu. Espero que esto ayude a más practicantes y seres conscientes a darse cuenta de que el propósito de la maldad es destruir a los practicantes. Ellos usan métodos bajos para engañar, persuadir, y presionar a los practicantes para “transformarlos”.

El Maestro Li es tan benevolente que les da a los practicantes que no lo han hecho bien durante la persecución, oportunidades para recuperase, dejando que borren las cosas malas que hicieron y que lo hagan bien en el futuro.

Los terribles resultados de haber sido “transformada” en contra de mi voluntad

Estuve detenida en la prisión para mujeres de Heilongjiang en 2004 y fui torturada. Incapaz de seguir soportando el dolor, firmé mi nombre en un documento que decía que yo renunciaba a Falun Dafa.

Seguí las órdenes de las autoridades y llené formularios que calumniaban a Falun Dafa. Los guardias de la prisión hacían reuniones conmigo, escribían informes mensuales, y leían mis calumnias contra Falun Dafa frente a otros.

Se sentía como si mi corazón estuviera torcido después de ser “transformada” en contra de mi verdadera voluntad. Vivía como un zombi e incluso soñaba con fantasmas y estaba muerta del susto de dormir a la noche.

Fui liberada en 2006, y poco después, recité y memoricé Zhuan Falun una vez. Un año después, decidí salir a decirle a la gente la verdad sobre Falun Dafa.

Sentía un calor hirviente extremo dentro de mi cuerpo todos los días. Sentí calor incluso en invierno. Sentía como si mi espalda estuviera siendo quemada con un disco de acero al rojo vivo. No podía aguantarlo ni por un segundo.

No pude evitar pedirle ayuda a Shifu. Entonces el dolor extremo pasó a un grado soportable, y sabía que Shifu me estaba salvando –Él soportó el dolor extremo por mí.

Al día siguiente, fui más diligente en mi estudio del Fa y en decirle la verdad de Dafa a la gente. Pronto el dolor quemante pasó a ser un pequeño punto cerca de mi oído.

Otra vez tuve síntomas de una gripe severa con fiebre, y mis piernas estaban tan pesadas como si fueran de plomo cuando caminaba. Sin embargo, me sentía muy cómoda tan pronto como hablaba con la gente sobre Dafa.

Pero la fiebre y el agua de mi nariz regresaban tan pronto como volvía a casa. Esta situación duró por un mes, y luego me recuperé completamente.

Shifu me salvó del infierno una vez más. Hasta ahora he logrado con éxito persuadir a miles de personas a que renuncien al PCCh y sus organizaciones.

Muchos practicantes no se dieron cuenta de la seriedad de los errores que cometieron cuando fueron “transformados”, y terminaron siendo arrestados de nuevo. Vi varios practicantes que han sido “transformados” a la fuerza conmigo en prisión y los arrestaron de nuevo el 9 de noviembre de 2018.

Además de sentir pena por ellos, espero que esos practicantes que han tenido experiencias similares a la mía puedan calmar sus corazones, estudiar el Fa, y enviar más pensamientos rectos. Ellos necesitan examinarse seriamente para encontrar sus deficiencias.

Necesitamos atesorar las oportunidades de cultivación que Shifu nos ha dado y hacer bien las tres cosas para cumplir con nuestras promesas históricas.