(Minghui.org) Hago llamadas telefónicas para contarle la verdad a la gente en China sobre la persecución a Falun Dafa. Muchas personas a las que les aclaro la verdad están en posiciones influyentes en la sociedad. Me gustaría hablar de cómo estas experiencias me han ayudado a abandonar mis apegos y a mejorar en la cultivación.

Como la mayoría de las personas con las que hablo son de clase alta, a veces sentía que no estaba tan bien educado o que era inferior a ellos. Esta mentalidad aumentó mi miedo y a veces perdí el entusiasmo por lo que estaba haciendo, lo que a su vez afectó mi capacidad para ayudar a salvar a la gente.

Cada vez que me encontraba en este estado negativo recordaba el poema del Maestro:

"Descansen un momento para la autorreflexión, sumen pensamientos rectos

Examinen las deficiencias explícitamente, avancen con diligencia de nuevo" (Sean racionales, despierten de Hong Yin (II)).

El Maestro también nos enseñó: 

"Los seres humanos… siempre se crean obstáculos con sus conceptos humanos" (Exponiendo el Fa en el Fahui Internacional del Oeste de los Estados Unidos).

El Maestro nos ha otorgado a los practicantes la habilidad y sabiduría para salvar a la gente, lo cual está más allá del conocimiento y la habilidad de la gente común.

El Maestro nos explicó:

"Como resultado de estudiar el Fa y cultivar tu ser interior, lo haces mejor y mejor, y los dioses te dan la sabiduría que mereces y te dan inspiración para que puedas llegar a darte cuenta de muchas cosas mientras estudias, crear cosas mejores, mejorar tu técnica, y llegar más allá" (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).

¡Me di cuenta de que debía recordar estas palabras del Maestro cuando hacía llamadas telefónicas! A medida que mis pensamientos rectos se fortalecen, mi corazón se ensancha y mi mente se aclara.

A veces, cuando hago llamadas, me encuentro con gente que no acepta lo que digo. Me menosprecian o incluso me insultan. Siempre que esto sucede, recuerdo las enseñanzas del Fa y me examino buscando mis defectos. Telefonear a la gente me ha brindado muchas oportunidades de cultivación.

Recordar ser compasivo

Pensé: "Aquellos que me insultan o se niegan a escucharme están siendo controlados por factores negativos. Si mi corazón se mueve o no cumplo con mi responsabilidad, entonces no soy diferente de una persona común y corriente. Así no seré capaz de usar mis habilidades e incluso mi envío de pensamientos rectos no logrará su objetivo".

Decidí comenzar a fortalecer mis pensamientos rectos y agregué el pensamiento de eliminar cualquier cosa negativa que impida que la gente se salve. Poco a poco pude sentir que mi capacidad para salvar a la gente mejoraba.

Sin embargo, mi estado de cultivación fluctuaba: A veces el resultado de mis llamadas era bueno y a veces no. Me di cuenta de que tenía un apego a perseguir resultados. Cuando hablé con otro practicante, me dijo: "Hacer llamadas telefónicas es un proceso de cultivación y, al igual que en la cultivación, tu parte bien cultivada se separará y la parte que no se ha cultivado bien permanecerá en la superficie". Cuando pude deshacerme de mi impaciencia, empecé a hacer llamadas telefónicas con una mente tranquila y compasiva.

Un día, marqué 16 números pero solo una persona respondió. Me sentí desanimado y no quería continuar. Pensé en darme una ducha y relajarme. Pero luego pensé: "Debo continuar porque todos los demás practicantes han estado haciendo llamadas todo el día. Si me detengo, debilitaré nuestro poder general para salvar a la gente. Debo mantener pensamientos rectos y marcar los números restantes".

Marqué los ocho números restantes. Dos no pudieron ser contactados, un número se había suspendido, y cinco personas respondieron. De esos cinco, dos se negaron a escuchar. Me negué a dejar que aquello me molestara. En cambio, reforcé mi pensamiento para salvarlos. Esperé un rato y los llamé de nuevo. Por fin, escucharon. Les conté cómo se practica Falun Dafa en todo el mundo, la farsa de la autoinmolación de Tiananmen y cómo el régimen sustrae órganos a los practicantes vivos. Les hablé de los sitios web de información sobre la aclaración de la verdad y del número de teléfono al que podían llamar para abandonar el partido comunista (PCCh) y sus organizaciones afiliadas.

Los pensamientos rectos cambian los resultados

Una persona no dijo nada. Escuchó algunas frases y luego colgó. Lo llamé de nuevo y empecé a hablar desde un ángulo diferente pero volvió a colgar. Cada vez que llamaba, le aclaraba la verdad de una manera diferente. También intentaba averiguar por qué había colgado. Cuando empecé a enviar pensamientos rectos, finalmente se calmó y escuchó.

No había enviado pensamientos rectos antes de empezar a llamar ese día. Pero después de enviar pensamientos rectos, sabía exactamente lo que le iba a decir. Marqué su número 19 veces y el hombre escuchó mientras aclaraba la verdad 18 veces, desde 18 puntos de vista, antes de que aceptara lo que yo decía. Durante el proceso pude sentir mi capacidad de ayudar a salvarlo expandiéndose.

Mantendré en mi mente las enseñanzas del Maestro y nuestras responsabilidades y misiones para poder cumplir mis votos y salvar a la gente.