(Minghui.org) Soy una nueva practicante de Sudamérica. Comencé a practicar Falun Dafa en 2013.

Cuando pienso en mis cambios internos, sé que fueron realmente grandes y solo los pude lograr en el camino de la asimilación a los principios de Falun Dafa: Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Sé que es una oportunidad única y deseo que toda la gente a mi alrededor conozcan que lo mejor de mí viene por aprender Falun Dafa.

Cultivando el resentimiento, volviéndome desinteresada

Cuando era pequeña, la gente siempre me consideraba una persona gentil y de buen corazón. También tenía una fe fuerte y oraba cada noche para ser un instrumento del Creador.

Pero a medida que crecía, me olvidé de ello, y la educación me lavó el cerebro con el pensamiento científico, las ideas políticas y la visión práctica de la vida, simplemente viviendo para disfrutar el presente y no pensar en mucho más.

La gente pensaba que era divertida y feliz, pero de hecho, tenía una vida superficial y vacía. Traté de hacer muchas cosas para no pensar en ello. Me lastimé y también a otros sin darme cuenta, y me arrepiento de ello. Mi vida era amarga. Me preocupaba por mi reputación, pero todavía anhelaba ser aceptada y seguía buscando la verdadera felicidad.

Incluso estaba resentida con mis padres y encontraba muchos defectos en ellos. Como se divorciaron cuando yo tenía cinco años y tenían todo tipo de malentendidos, siempre los culpé por mi sufrimiento, y mi mente estaba muy aturdida. Solo quería vivir lejos para no verlos ni oír hablar de ellos. No podía ver las cosas de otra forma.

Pero cuando empecé a leer las enseñanzas de Falun Dafa, me di cuenta de que mi condición de practicante era una relación predestinada y que posiblemente existían razones para que las cosas sucediesen de esta manera. Podría haber hecho otras cosas malas en mi vida anterior y ahora debería pagar lo que hice. Si veo el lado positivo, también era una buena prueba para fortalecer mi carácter y personalidad, para ser más independiente y darme la seguridad de poder enfrentarme a los problemas más adelante en la vida. Con esto en mente, ya no podría estar enojada o sentir rencor hacia mi familia. Me volví más abierta y generosa con ellos, mantengo una buena relación y les hablo más a menudo. Se resolvieron muchos conflictos y pude apreciar y atesorar más a mi familia.

Si no fuera por Falun Dafa, apenas hablaría con mi familia. Pero aprendí a valorar nuestra relación predestinada, a ver todo el apoyo y el amor que mis padres me dieron, y lo mucho que también han sufrido en sus propias vidas. Además puedo cuidar a mis hermanos. Ellos también pueden ver cuánto he cambiado, y nuestra relación se ha restablecido.

Toda mi familia sabe que fui capaz de conseguirlo y eliminar mi resentimiento gracias a las enseñanzas de Falun Dafa.

Aprender a mirar adentro

Cuando me gradué como maestra, tenía 22 años. Solo anhelaba las cosas materiales y buscaba beneficio personal. Me sentía inteligente y elocuente, pero en realidad estaba muy lejos de mi verdadero ser. Me volví egoísta y competitiva. Me preocupaba el dinero y tener los mejores contactos.

Durante mis estudios de postgrado, conocí a una excelente colega. Era generosa, siempre feliz y brillante. Ella había practicado Falun Dafa durante mucho tiempo. Me invitó a una exposición de arte llamada El Arte de Zhen Shan Ren. Así es como llegué a saber más sobre Falun Dafa. Eventualmente, decidí aprender más sobre la práctica.

Empecé a ir al sitio de práctica los domingos y a leer Zhuan Falun, el libro con las principales enseñanzas de Falun Dafa basadas en Verdad, Benevolencia, Tolerancia. Al principio había muchas enseñanzas que no pude entender, pero las que pude entender, me hicieron sentir la inocencia que tenía de niña. Sentí que había encontrado algo muy especial que siempre sería parte de mi vida.

Pude ver mis propios defectos y apegos para "hacer las cosas a mi manera", superioridad, competencia, validación y crítica. Ver todo esto en mí era doloroso, pero ahora tenía una "herramienta mágica" para cambiar mi alma desde dentro. Vi que todas estas capas de cosas negativas eran nociones adquiridas después del nacimiento y apegos que me separaban de mi verdadero ser. Falun Dafa me ayudó a ver la vida bajo una perspectiva distinta, y sentí que mi corazón se aligeraba. Pude ser más abierta y positiva.

Ayudar a la gente a ver la maravilla de Dafa

Con el paso del tiempo, pude cambiar muchas cosas dentro de mí, y también se reflejaba externamente. También empecé a preocuparme más por los demás de una manera genuina y me sentía verdaderamente feliz.

Aunque ya no me preocupaba tanto por el dinero y por tener un buen trabajo, incluso encontré mejores trabajos y todo lo que necesitaba. Mis colegas dicen que se sienten tranquilos al estar cerca de mí, que siempre veo las cosas de una manera diferente, y que siempre estoy sonriendo y con pensamiento positivo.

Mis estudiantes confían en mí y me aprecian. Ellos saben que me preocupo por ellos, por los desafíos que enfrentan en sus vidas y los problemas que pueden tener. Esto se debe a que entendí que ser maestra primero está relacionado con crear un vínculo con ellos, cuidarlos realmente, y solo entonces podremos tener un buen ambiente de aprendizaje.

Siempre les recuerdo a mis alumnos que lo más importante en la vida es ser una buena persona; el resto es solo el resultado de eso, y deben ver las situaciones difíciles de la vida como un reto a superar. No importa dónde estemos o lo que pueda pasar a nuestro alrededor, si somos buenos y tratamos de mantener un corazón puro, la vida a la larga siempre nos dará lo mejor.

Recuerdo una experiencia que tuve hace un año y medio, cuando ya estaba practicando Falun Dafa. Estaba trabajando en un proyecto educativo para enseñar a niños desfavorecidos. Fue un trabajo muy duro y una gran experiencia profesional. Puse mucho esfuerzo basado en las enseñanzas de Falun Dafa: Nunca me quejé, nunca me ausenté ni llegué tarde, trabajé horas extras, hice todo lo que se me pidió, y trabajé muy duro incluso en las situaciones más difíciles.

La coordinadora del proyecto estaba muy bien preparada y generosamente compartió sus conocimientos con nosotros. Era una conocida formadora de maestros y profesora universitaria. Tuve mucha suerte de tenerla como coordinadora, aunque como practicante, sé que no hay coincidencias en la vida.

Una vez, se enfrentó a una situación difícil, ya que el director del área no estaba satisfecho con su trabajo. Este director nos reunió a todos los profesores con la intención de recibir malos comentarios sobre nuestra coordinadora. Fue un momento horrible, pero sabía que tenía que comportarme y ser justa. No estaba de acuerdo con la situación y detallé las cosas como las había experimentado.

Esta coordinadora quedó muy impresionada por mi "lealtad", e incluso dijo que yo tenía un conjunto de valores dentro de mí que son más fuertes que el hierro. Ella sabía que yo practicaba Falun Dafa e incluso me había visto en el Barrio Chino aclarando los hechos sobre la persecución en China y validando Dafa. Hoy en día, siempre que nos reunimos y hay un docente, colega o director, lo primero que me dice abiertamente es que les hable de Falun Dafa y de la persecución a la que se han enfrentado los practicantes en China desde 1999. Estoy muy contenta por ella porque pudo ver el poder y la bondad de Dafa a través de mi comportamiento.

Falun Dafa es perfecto, puro y sagrado. Nunca había experimentado algo así en mi corazón. Los practicantes de Falun Dafa son las mejores personas que he podido conocer. Es, en efecto, una tierra pura. Cada vez que me encuentro con otros practicantes, siento el poder de Dafa manifestado en sus acciones y en su carácter. Con diferentes personalidades, son personas afectuosas, amables y genuinas, en las que se puede confiar. Eso no es algo que se pueda encontrar casualmente en la sociedad cotidiana. Agradezco a mis compañeros de práctica por todas las experiencias y oportunidades que hemos compartido juntos.

Agradezco a Falun Dafa por todo lo que me ha dado y por cómo me ha ayudado.