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Soy un practicante de Falun Dafa. El partido comunista chino persigue desde 1999 a esta  antigua disciplina espiritual que bajo la guía de los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia mejora el cuerpo y la mente.

Me condenaron por practicar Falun Dafa a la prisión de Jinzhou, provincia de Liaoning, en noviembre de 2013. Me incluyeron en el 'equipo control estricto', un lugar diseñado en principio para castigar a los reclusos difíciles de controlar, que acabó usándose para perseguir a los practicantes de Falun Dafa.

A continuación se presentan algunos de los métodos de tortura a los que fui sometido.

Forzado a “permanecer sentado en un taburete”

Me obligaron a sentarme en un taburete redondo de 5 a. m. a 9 p. m. El taburete, de 15 cm( 6 pulgadas) de diámetro y 30,5 cm (1 pie) de alto, estaba anclado al suelo. No se me permitía moverme, solo debía quedarme quieto durante todas esas horas. Unos días después, la piel de mis nalgas se desprendió. Empezó a sangrar y luego se pegó a mis pantalones. Era muy doloroso quitarme los pantalones por la noche.

Palizas

Yang Jinfeng, jefe adjunto de la sección de administración penitenciaria, a cargo del 'equipo de control estricto', me llevó a su oficina para golpearme a las 15 h del 20 de noviembre de 2013. Afirmó que no me sentaba derecho en el taburete. Me ordenó que me pusiera en cuclillas, tras lo cual empezó a golpearme y a patearme la cabeza. Me golpeó tanto que se me aflojaron los dientes y se me cayó 1. Perdí 7 dientes en prisión.

Ilustración de la tortura: Palizas

Forzado a "sostener un taburete"

Después de golpearme, Yang ordenó a sus guardias que me encadenaran los brazos y las piernas para "sostener un taburete". Este instrumento de tortura fue un invento de la prisión de Jinzhou: fijar un taburete de 61 cm (2 pies) de altura al suelo; obligar a la víctima a sentarse en el suelo; fijar sus pies a la parte inferior del taburete con grilletes; pasar sus brazos a través de los anillos de hierro en la parte superior del taburete y esposarlos al otro lado del taburete.

Permanecí atado a este taburete día y noche, y solo me soltaban durante unos minutos para comer o ir al baño.

Ilustración de la tortura: “Sostener un taburete”

Empecé a tener alucinaciones dos días después. Me sentía mareado e incluso mi corazón comenzó a latir más rápido mientras dormía por la noche. Sentía como si estuviera sosteniendo el taburete boca abajo. Traté de calmarme y poco a poco fui recuperando mi estado mental.

Después de encadenarme al taburete durante cuatro días, los guardias me soltaron y me obligaron a sentarme en un banco redondo durante un mes.

Privación del sueño

La prisión inició una campaña de transformación masiva para obligar a los practicantes de Falun Dafa a renunciar a sus creencias en noviembre de 2014. Todo aquel que no había renunciado a su creencia, fue llevado a una oficina especial para ser torturado. Los guardias nos ataron a una silla de hierro y se turnaron para vigilarnos y mantenernos despiertos por la noche.

Les dije a los guardias que me vigilaban que nunca renunciaría a mis creencias. Me enviaron de vuelta a mi celda cinco días después.

Después fui encarcelado en la undécima división de la prisión. Los guardias de allí no me persiguieron mucho. Pude escribir unas cuantas docenas de cartas de apelación, pero no estoy seguro si fueron enviadas por correo.