(Minghui.org) Después de casi 20 años de cultivación, encontré la fuente de un apego el cual me había seguido durante muchos años. Quiero compartir mis entendimientos con mis compañeros practicantes en caso de que alguno de ellos también esté atrapado en esta tribulación.

Como discípulo de Falun Dafa, tenía la costumbre de ser amable, servicial y generoso. Cuando otros me criticaban, me hacían daño o se aprovechaban de mí, yo no tomaba represalias y hacía todo lo posible para buscar mis propios apegos. Por supuesto, así es como debemos actuar como cultivadores de Dafa. Sin embargo, luché para distinguir entre ser amable y desinteresado con mis propios temores de que otras personas pudieran estar molestadas, enojadas o decepcionadas conmigo. También tenía miedo de que me despreciaran o humillaran. Estaba apegado a lo que la gente pensaba de mí. Por lo tanto, estaba apegado a mí y a mi reputación.

Escondí estos temores de mí y de los demás mostrando un comportamiento amable y tranquilo, como si nada me molestara. Sin embargo, a medida que más y más gente se aprovechaba de mí, mi enojo creció y se hizo más difícil de controlar.

Durante varios años, fui dueño de un negocio y permití que tanto mis empleados como mis clientes se aprovecharan de mí hasta el punto de que mi propia vida se volvió muy difícil y el negocio finalmente fracasó. No hice que la gente cumpliera con su trabajo, y tampoco cumplí con mis responsabilidades como jefe y supervisor. Nada era más difícil que tener que despedir a alguien, y yo lo aplazaba durante semanas y pasaba días preocupándome por ello.

El Maestro escribió:

"Algunos, para conservar su reputación, ¿en qué piensan incluso mientras tratan a un paciente? «Déjame que yo tenga esta enfermedad para que él se cure». Esto no surge de un corazón de misericordia; él no ha descartado para nada ese corazón de fama y beneficios, así que es absolutamente imposible que nazca un corazón de misericordia. Él teme perder su reputación y prefiere adquirir él mismo la enfermedad por temor a perder esta fama; ¡qué fuerte corazón de perseguir fama!" (Segunda Lección, Zhuan Falun).

Aunque miré dentro y encontré algunos de mis apegos más obvios, varias nociones que me impidieron ver la verdadera naturaleza de la situación actuaron como formas de autoengaño. Me dije cosas que me impedían ver mis miedos profundamente ocultos. Por ejemplo, me dije que no quería controlar a los demás y que no tenía ningún interés en mantener el poder. Me dije que confrontar a la gente o hacerla responsable no mejoraría en su trabajo. La verdad es que tenía miedo de que se enfadaran o se decepcionaran conmigo, así que traté de considerar a todo el mundo como un amigo. Pero al hacerlo, no demostré los principios de Dafa ni rectifiqué las nociones desviadas a nivel humano.

Me engañé diciéndome que todos sabían que yo practicaba Falun Dafa, así que necesitaba mostrarles el comportamiento de un discípulo de Dafa. La verdad es que, si realmente hubiera eliminado mis apegos, podría haber cumplido con mis responsabilidades y al mismo tiempo haber mostrado el comportamiento de un discípulo de Dafa.

El Maestro Li escribió:

"Los discípulos de Dafa en medio de la rectificación del Fa tienen una situación diferente de cuando la cultivación personal fue hecha en el pasado. Al enfrentarse con los daños infundados, al enfrentarse a la persecución de Dafa y al enfrentarse a la injusticia forzada contra nosotros, no podemos tratar las cosas o aceptarlas categóricamente de la manera que fue hecha anteriormente en la cultivación personal, porque los discípulos de Dafa están ahora en el período de la rectificación del Fa. Si un problema no es causado por nuestros propios apegos o equivocaciones, entonces tiene que ser que el mal está interfiriendo o haciendo cosas malas" (La rectificación del Fa y la cultivación, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Incluso después de que hice algunos progresos en estos temas en mi situación laboral, me siguieron a casa y me quedé atrapado en tribulaciones interminables con mi esposa, mi compañera cultivadora. Esta situación era aún más difícil de manejar, y perdimos muchas horas y días que podíamos haber usado para aclarar la verdad y difundir Dafa, atascados en discusiones interminables e irracionales. Traté de escuchar cuidadosamente y entender la perspectiva de mi esposa, de ser amable, indulgente y compasivo, mientras miraba hacia adentro.

Sin embargo, ninguno de estos esfuerzos produjo resultados significativos. Esto me confundió, porque cuando encontraba mis apegos en el pasado, mi entorno cambiaba inmediatamente, tal como lo describía el Maestro. Pude ver que mis acciones no eran perfectas, pero me sentí extremadamente amable y generoso y di todo lo que sabía dar para ser un buen esposo y padre.

La realidad era que tenía miedo de que mi esposa se enojara conmigo y me viera como una persona egoísta o cruel. De hecho, estas mismas acusaciones fueron las que me llevaron de vuelta a los argumentos para defenderme. Los apegos más profundos y poderosos eran ¡a mi propia reputación! Mis esfuerzos por mirar hacia adentro no funcionaron porque me engañaba cuando se trataba de lo que realmente veía.

Había confundido la amabilidad y la compasión de un practicante con el temor humano de que otras personas pensaran mal de mí. También me daba vergüenza ser tan dócil hasta el punto de  que otras personas se aprovecharan de mí, que yo no me veía de esa manera. Fue solo cuando empecé a ver realmente mis apegos por lo que eran y me negué firmemente a participar en más "discusiones" que la situación finalmente cambió. Sentí que me había convertido en una persona nueva y que me había quitado un gran peso de encima. Mi esposa también cambió completamente su actitud hacia mí sin tener que discutir, argumentar o "resolver las cosas".

Me di cuenta de que ceder ante los demás no es lo mismo que ser desinteresado, y que mirar hacia adentro no significa que no debamos tomar las acciones apropiadas para detener las acciones dañinas de otras personas hacia nosotros. Ser bueno no significa permitir que otros se aprovechen de nuestra bondad para hacer malas acciones. Solo porque a alguien no le guste lo que hacemos o sufra no significa que nuestro accionar esté equivocado. Por supuesto, no debemos usar esto como excusa para ir al otro extremo. Tenemos que aferrarnos a los pensamientos rectos y juzgar nuestras acciones y palabras ¡basados en el Fa!

El Maestro escribió:

"Si alguien dice que eres bueno, no necesariamente eres bueno de verdad; si alguien dice que eres malo, no necesariamente eres malo de verdad, porque el criterio para medir y evaluar lo bueno y lo malo se ha distorsionado. Solo si uno concuerda con esta característica del universo es una buena persona" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Necesito tener en cuenta estos principios en el futuro y asegurarme de no quedarme atascado en esta tribulación de nuevo. Necesito estar preparado para actuar con pensamientos y acciones rectas y no dejar que ningún miedo o pasividad me detenga.

Compañeros cultivadores, por favor señalen cualquier cosa inapropiada, o sus entendimientos adicionales.